La carrera de precios toma más velocidad hacia el cierre del año y terciará en el resultado electoral
Tras el desalentador dato de inflación de agosto, en un histórico 12,4% que no se registraba para un solo mes desde febrero de 1991, los analistas debaten acerca del alcance de esta etapa de “súper inflación”, que no llega a ser una “híper” como la observada en la década de 1980, pero que está tomando una dinámica de espiralización en esa dirección.
Motivos no faltan para anticipar un ritmo de inflación en torno a los dos dígitos porcentuales al mes hasta comienzos del próximo año.
Si las tasas de interés no atraen a los ahorristas es probable que parte de los depósitos a plazo se vuelque a la demanda de bienes o de dólares, conducta justificada por una inflación que deteriora el poder de compra de los pesos y que, al mismo tiempo, retroalimenta la suba generalizada de los precios.
2) Expansión fiscal. El ministro de Economía, Sergio Massa, apeló a un conjunto de medidas que implican mayor gasto público o sacrificio de recaudación, ambas caras de la misma moneda, la de la ampliación del déficit fiscal. Ese rojo de la Administración Central deberá cubrirse con más emisión de pesos, que garantiza un piso inflacionario muy alto para los próximos meses, porque rápidamente se vuelca al mercado presionando sobre el nivel de precios.
El empresario y economista Eduardo Costantini aseguró que “esta crisis es más grave, más aguda. Hay un fin de ciclo porque el Estado está quebrado; hemos aplicado políticas demagogas o puristas a costa del Estado, hemos agrandado el Estado y, a la vez, hemos quebrado sus finanzas, además del balance del Banco Central. Hemos agotado el financiamiento externo. La Argentina forzosamente tiene que cambiar su política, sino vamos a una hiperinflación”.
La Argentina forzosamente tiene que cambiar su política, sino vamos a una hiperinflación (Costantini)
“No estamos viviendo una hiperinflación. Estamos por escalones, subiendo peligrosamente la tasa de inflación. Hay un retroceso del dólar, el anclaje del dólar oficial hasta fin de octubre, acuerdo de precios que agravan la situación porque los precios relativos están distorsionados. La híper se podría producir si siguen los errores forzados o si el próximo gobierno falla”, apuntó Costantini.
El ministro de Economía, Sergio Massa, lanzó después de las PASO un paquete de medidas que buscan elevar el poder adquisitivo de la población y calmar las tensiones sociales con la consiguiente presión sobre las debilitadas arcas del fisco, en medio de una prolongada crisis económica con una inflación que espiraliza.
“Estamos asistiendo a una campaña electoral muy irresponsable en términos de promesas o de anuncios”, afirmó Jorge Vasconcelos, economista Jefe del IERAL Fundación Mediterránea. “Mucho cortoplacismo y el riesgo de decepción de la población cuando vea que el ‘plan platita’ dura tres semanas o la dolarización no se pueda hacer”, afirmó.
3) Efecto arrastre post devaluación. El “pass through” o traslado a precios de la devaluación de agosto fue inmediato y deja un arrastre para septiembre y octubre, con proyecciones de inflación en los dos dígitos mensuales, y próximas al 160% para el acumulado de doce meses de 2023.
El último REM del BCRA anticipó una inflación de 169,3% para todo 2023
Un informe de la Fundación Capital coordinado por el economista Carlos Pérez detalló que “la publicación con periodicidad semanal del índice de precios refleja la realidad de una inflación que tiende a duplicarse año a año, desde 2022 y también en 2023. En efecto, tras el máximo de agosto (12,4% mensual), y más allá de la desaceleración semanal, con un arrastre estadístico de 6,8 puntos, el noveno mes no quebrará la barrera de los dos dígitos mensuales (10,8% estimado). Así, casi la totalidad de la competitividad ganada tras el salto cambiario del 14 de agosto se habría consumido en dos meses, dejando a la economía con una nominalidad superior y sin corregir ningún precio relativo”.
En este aspecto, el Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) de agosto alcanzó 18,7% y superó por 6,3 puntos al IPC del 12,4%, que anticipa presión inflacionaria a futuro, pues los insumos transables con los que producen las empresas se están encareciendo a mayor velocidad que los precios al consumidor. La suba de los primeros se trasladará a los segundos en los próximos meses.
4) Represión cambiaria. La intervención vendedora del Banco Central en el mercado bursátil del dólar MEP pisó a esta cotización debajo de $700 y consumió la mayor parte de las divisas que la entidad monetaria acopió en el mercado mayorista, luego de la devaluación y la aplicación de un nuevo esquema de dólar soja. Este último, a su vez, habilitó el ingreso de un 25% de los dólares de los agroexportadores a través del “contado con liquidación”, que cedió desde la zona de los 800 a los 740 pesos.
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Una vez que pase la contienda electoral es probable que los dólares alternativos queden liberados para escalar hacia la barrera de los 1.000 pesos.
“Con una suba en la tasa que se posterga y un dólar soja 4 que viene actuando como puente hasta fin de mes, crecen entre los operadores las preocupaciones respecto a la dinámica a partir de entonces ya que podría profundizarse la dolarización. Ocurre que más allá de la relativa calma que vienen exhibiendo recientemente los dólares financieros y libre, crece la presión hacia octubre cuando haya desparecido la oferta de divisas, pero se extienda la emisión monetaria, la caída en la demanda de dinero y la búsqueda de cobertura, todo lo cual se anticipa volvería a acentuar las tensiones sobre la ‘brecha’”, consideró el economista Gustavo Ber.
5) Incertidumbre electoral. El factor político es central para anclar expectativas. Hasta que se tenga claro un sendero de política económica, los catalizadores inflacionarios como la presión cambiaria, caída de la demanda de dinero y mayor velocidad de circulación seguirán encendidos.
Una gran incógnita es cómo afectará esta inflación en las elecciones presidenciales del 22 de octubre
“Hay mucha especulación sobre los planes de la oposición. En efecto, para la próxima gestión es crítico contar con un plan de estabilización, un conjunto de reformas estructurales y gobernabilidad. En el caso del oficialismo, poca comunicación de la agenda 2024, salvo el proyecto de Presupuesto. En todo caso medidas aisladas de corte populista que comprometen recursos como la modificación del impuesto a las ganancias. No se conoce nada en relación un plan integral continua la gestión con pragmatismo en cuanto a la gobernabilidad y con resultados mediocres”, comentó Eduardo Fracchia, director del área de economía del IAE Business School de la Universidad Austral.
Fuente:https://www.infobae.com/economia/2023/09/25/los-5-factores-que-podrian-sostener-a-la-inflacion-en-torno-a-dos-digitos-en-los-proximos-meses/
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