San Rafael, Mendoza martes 01 de octubre de 2024

Desiertos de hielo habitados por algas negras – Por:.Prof. Marilina Scarlata*

  Costa de Puerto Madryn. Imagen de la autora

Recuerdo haber escrito un artículo en torno a las algas. Me inspiró el hecho repetido en las costas del Golfo Nuevo, más precisamente en las costas de Puerto Madryn, una de las ciudades más atractivas de la provincia del Chubut, por el que periódicamente en sus extensas playas de arena fina  se advierte la acumulación de algas arrastradas a la orilla por las olas del mar, fenómeno denominado arribazón, visible con marea bajando. 

En aquel artículo manifesté que creo que pocos seres como las algas son tan despreciados como apreciados según quién sea el que hable de ellas, porque para algunos veraneantes y también algunos habitantes de la ciudad, son indeseadas ya que se acumulan generando colchones verdes con el posterior olor característico de restos marítimos secos al sol.

Pero para otro sector de la población como los docentes  e investigadores de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de la Patagonia, y del CENPAT -Centro Nacional Patagónico dependiente de CONICET- que también pasan sus días en la misma ciudad, las algas son motivo de atracción en tanto el significado científico que encierran.

Las algas son organismos antiguos, existen entre 40.000 y 100.000 especies ampliamente  distribuidas en hábitats acuíferos de todo el planeta, en ambientes marinos, dulces, costeros y algunas sobreviven hasta en ambientes extremos, como en el  Ártico o en la Antártida. Como poseen clorofila realizan el proceso de fotosíntesis, es decir que aprovechan los rayos del sol elaborando oxígeno, cualidad destacada desde el punto de vista químico y biológico, ya que proveen alrededor del 50% del aporte de oxígeno que la fotosíntesis global ofrece (debo haber manifestado antes que no está como para desperdiciarlas); entonces resultan ser organismos autótrofos porque fabrican su propio alimento a partir de esa reacción química; por esta característica se las clasifica como vegetales, sin embargo como además de ser pluricelulares pueden ser unicelulares, también se las clasifica fuera de ese grupo porque algunas son organismos muy sencillos sin tejidos bien diferenciados.

 La clorofila en algunos casos queda enmascarada por otros pigmentos, hecho que se manifiesta en la existencia de algas de diferentes colores, además de las reconocidas verdes, hay algas rojas, pardas, amarillentas o doradas y hasta algunas son de color tan oscuro como el negro, por lo que no reflejan la luz solar.

Y acá me voy a detener para escribir sobre descubrimientos e investigaciones recientes que demuestran cómo la existencia de algas negras, que era escasa, está influyendo en el aumento de la temperatura global, al haberse expandido justamente por el calentamiento que sufren las aguas de los polos y los deshielos de glaciares en los océanos Ártico y Antártico. Este es un hecho si se quiere, paradojal, es un círculo perjudicial. En condiciones normales de temperatura en esos mares extremos, no era común encontrarlas, sin embargo la elevación de la temperatura por causa del cambio climático, ha hecho que se multipliquen, favoreciendo ese aumento de  temperaturas debido al efecto que produce su color.

El color oscuro se debe a que producen una gran cantidad de pigmento negro – el mismo del té negro- para protegerse de la intensa radiación de luz solar que reciben en esa zona; el pigmento genera una capa protectora en la superficie de las algas protegiendo las moléculas de clorofila. Cuando el pigmento absorbe los rayos del sol, genera calor y asÍ colabora con el derretimiento del hielo.

Estudiosos de la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad de Aarhus de Dinamarca, a través de su departamento de comunicación, han divulgado en un reportaje especializado, los resultados de sus hallazgos, ya que se están dedicando a investigar la biodiversidad de los hielos permanentes de Islandia y Groenlandia, en donde han encontrado estas algas negras a las que han logrado vincular con las causas que producen la inestabilidad de esas grandes masas de hielos glaciares, percibidos a veces como “desiertos de hielo”, porque se creía que ningún ser podía habitar allí. Y si bien es cierto que no hay plantas, hay algunos animales y hay muchos microorganismos adaptados a tan extremas temperaturas, cientos de especies que viven de bacterias, algas, virus y hongos microscópicos. “Es todo un ecosistema que no sabíamos que existía hasta hace poco«, manifiesta uno de los profesores.

Zonas de Islandia y Groenlandia en los que se han estudiado las formas de vida en los hielos permanentes.

Aarhus University – ‘Gebiology’

Las algas negras son pequeñas y crecen sobre el hielo tiñéndolo de negro.

Cuando el hielo se oscurece, se vuelve más difícil reflejar la luz del sol. En cambio, el calor de los rayos del sol es absorbido por el hielo, que comienza a derretirse. Cuanto más se derrite el hielo, más cálida es la temperatura en la Tierra. Por lo tanto, las algas juegan un papel importante en el calentamiento global», dice el profesor Alexandre Anesio. Y agrega un cálculo, las algas aumentan el derretimiento del hielo en un 20 por ciento.

La primavera llega cada vez más temprano al Ártico por efecto del cambio climático y, en consecuencia las algas tienen una temporada más larga para crecer y propagarse.

Como aporte al fenómeno, los investigadores se están abocando al estudio del control que sobre las algas negras, pueden ejercer las esporas de cierto hongos, para los cuales, las algas resultan ser sus nutrientes. Sin embargo, Alexandre reconoce que  sólo con este avance, el cambio climático no será vencido, insiste en la imperiosa necesidad de frenar las emisiones de gases del efecto invernadero.

Gentileza:

*Prof. Marilina Scarlata

Directora de Divulgación Científica Asociación Amigos de Parques Nacionales

Miembro Comisión Educación y Comunicación CEC- IUCN

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