Desde noviembre del año pasado que el ritmo de incrementos en los precios no para de acelerar. Entre ese mes y abril último, la inflación mensual pasó de comenzar con un cuatro a un ocho, cuando Sergio Massa aseguró que estaría en un tres para esta altura del año.

Después de la marca de 8,4% del mes pasado, el más alto desde 2002, mayo podría continuar la tendencia alcista, según los economistas e informes consultados por LA NACION. Sucede que este mes trae aumentos en precios regulados, el coletazo de la corrida cambiaria de hace tres semanas y la inercia en las subas en rubros como frutas y verduras.

La misma cifra estima el analista económico Damián Di Pace, aunque aclara que aún faltan 13 días. “Hay mucha dependencia de tres variables de rumbo de corto plazo. Qué pasa con la brecha cambiaria, la aceleración de la devaluación del [dólar] oficial y la caída de la demanda del peso que está circulando cada vez más rápido”, explicó. Si confluyen negativamente estas tres variables, mayo podría cerrar en 10% o más, lo que ya cree que es una realidad para el rubro de alimentos.

“Tenemos relevamientos quincenales. El de la primera quincena de mayo mostró un aumento muy fuerte, en torno al 9,5%, pero creemos que está capturando parte del efecto de la última semana de abril. Básicamente, porque en algunos rubros estamos relevando el 20% y 25%”, explicó Federico Moll, de Ecolatina. La consultora cree que en mayo el índice de precios volverá a comenzar con ocho.

Los factores que empujan al alza

La volatilidad del dólar es uno de los principales factores que recalientan la inflación. En mayo, se sentirán especialmente los efectos de la suba del blue de las últimas semanas de abril, cuando tocó un pico de $495 y se perdieron precios de referencia en la economía, incluidos frenos en ventas en varios sectores, como la construcción y los textiles. La incertidumbre con respecto al valor de reposición de la mercadería fue una de las causas del aumento en los precios a comienzos de mayo.

“Con datos hasta el 12 de mayo, los valores al consumidor mostraron una suba de 7,3% en lo que va del mes, mostrando una fuerte aceleración en comparación con el acumulado en las primeras dos semanas de abril (5,3%)”, explicaron desde la Fundación Libertad y progreso.

Por su parte, Moll agregó que no es directamente extrapolable lo que se vio en la primera quincena con lo que esperan para el resto del mes, pero, de todas formas, “sí es factible que la inflación de mayo vaya a estar en el orden del 8%, sin marcar una desaceleración muy brusca con respecto al mes previo”.

Los precios regulados, que suelen ser un ancla, aportarán a la suba este mes. Para los usuarios de luz de mayores ingresos (estimados en 5,3 millones) y para el exceso de consumo subsidiado que tengan los de ingresos medios, los aumentos en la factura llegan al 90% este mes. Algo similar ocurre en el gas, con un porcentaje cercano al 50%.

El ajuste se da en otros rubros también, como el transporte público, que -ya completamente indexado a la inflación- subió 7,8% este mes. Los taxis hicieron lo suyo con un 20% y los subtes, 16%. En el caso de los combustibles, el porcentaje promedio nacional es de 4%, aunque hay estaciones de servicio que no respetan las pautas de aumento pactadas entre el Gobierno y las cuatro petroleras.

Los alimentos, que marcaron una suba de 10,1% el mes pasado, siguen al alza, especialmente en segmentos como frescos. Según un estudio de la Universidad de Buenos Aires, el aumento de las frutas y verduras supera en más de un 70% a la inflación interanual. El top 3 lo ocupan la naranja, con el 502,4% de incremento, seguida por la batata, con el 412,5%, y la lechuga, con 297,8%.

Massa aseguró esta semana que se importarán alimentos para bajar los precios y realizó operativos en el Mercado Central para “evaluar la trazabilidad de los precios porque no estaba justificado que aumenten al ritmo del dólar blue”.

“El mes de mayo apunta a cerrar con una inflación con un piso de 8,6%, lo que sería el registro más alto para un solo mes desde abril de 2002 (10,4%). Esto, asumiendo que la evolución de los precios se comporta de la misma forma que en las últimas dos semanas de marzo, es decir, bajo un escenario optimista en el cual no hay un evento disruptivo como fue la corrida cambiaria de la segunda mitad de abril. En cambio, si se repitiese el comportamiento de las últimas dos semanas de abril, cerraría en 10,4% mensual o más, apuntando a quebrar el dato de abril de 2002″, agregaron desde la Fundación Libertad y Progreso.