Y cerró: «Nos va a salvar el trabajo, la tecnología, la innovación, cuidar los recursos, y generar la distribución del ingreso, que reproduce una sociedad más justa y más equitativa».

«No es casualidad que la única dirigente política que fue condenada, proscrita e intentada asesinar es una sola. No quiero ser autorreferencial», sostuvo y calificó de «caraduras» a precandidato como Javier Milei: «Esos mamarrachos que dicen que ‘la casta’ tiene miedo, ¿de qué te tenemos miedo? Si nunca te pasó nada. ¿De dónde te tenemos miedo?».

«No quieren investigar a los que me quisieron matar y que tienen evidente relación con empresarios. Miedo tengo porque mis nietos puedan crecer en un país tan injusto e inequitativo. Yo ya viví, di lo que tenía que dar. Temo por los jóvenes y los pibes porque hay demasiada cobardía e hipocresía en la Argentina», destacó.

La vicepresidenta también pidió avanzar en una política de control de formación de precios y señaló que en la Argentina no se puede aplicar la teoría liberal de dejar que el mercado regule la oferta de precios porque no se cumplen con las condiciones y señaló a 20 empresas, entre ellas Coca-Cola, Danone, Mastellone y Unilever, sobre las que advirtió que «facturan el 74 por ciento de lo que se compra en las góndolas». Y detalló otras cadenas monopolizados por esas empresas -como la leche, fideos y acero- al señalar  que se trata de un nivel de concentración que ocurre a nivel global.

La vicepresidenta pidió alcanzar un acuerdo entre todos los espacios políticos sobre la regulación de la salida de dólares del país para evitar los flujos entre los periodos de fuga de capitales y los que, por controles cambiaros, empujan la brecha cambiaria. «Tenemos que alcanzar un acuerdo para que cada elección no sea un parto», reclamó la vicepresidenta.

CFK indicó alcanzar acuerdo en ese punto, no en materia de educación o legislación laboral donde marcó diferencia insalvables, y señaló que debe ocurrir para que no ocurra lo que describió como «criminal» en el periodo del gobierno de Mauricio Macri, con la toma de deuda externa y la vuelta al FMI.

«Cuando uno vio lo que sucedió durante esta semana en la Argentina empieza a advertir que el problema está en otra parte, no es ni el déficit fiscal, ni la oferta y la demanda. Porque el dólar se movía y los precios se movían», sostuvo la Vicepresidenta.

CFK exhibió los números de la capacidad instalada en Argentina, divididos por los bloques industriales. Allí exhibió que la mayoría del bloques redujeron su capacidad instalada en comparación a los datos del 2022. “Sin embargo, todos los precios aumentaron”.

«Me quejo de los que tienen plata y no pagan impuestos. No de los que reciben planes sociales», sostuvo Cristina. En ese sentido, la Vicepresidenta agregó que «esto no es una crítica a los empresarios, pero tenemos que sentarnos en una mesa para hablar en serio, a ver cuánto pone cada uno, porque si el que recauda, que es el Estado, le deflacta las ganancias y le indexa los gastos, va a haber un déficit fiscal crónico».

Cristina Kirchner criticó que desde Juntos por el Cambio se hablé de «los últimos 20 años», cuando no se puede obviar «el lastre» que significó la vuelta del país al Fondo Monetario Internacional. «El gran problema que tiene hoy la sociedad Argentina, que es la inflación, insistió que ese acuerdo es inflacionario porque es una política enlatada que se aplica igual a todos los países».

En ese momento, la vicepresidenta mostró un gráfico que mostró la disparada inflacionaria que significó la entrada en vigencia del acuerdo con el FMI. «Se perdieron herramientas (de política económica) y se pide que la tasa de devaluación acompañe a la inflación, en un país de economía bimonetaria como el nuestro donde el principal causante de la disparada de los precios es la variación del dólar».

«No les entra en la cabeza a los técnicos del FMI», apuntó la vicepresidenta y agregó que esas políticas enlatadas del organismos multilateral «no han sido exitosas en ninguna parte de mundo». En ese punto, Cristina recordó que el FMI respaldó el plan de convertibilidad de Domingo Cavallo, que terminó con la explosión económica y social del 2001.

«Es posible que 20 años después estemos discutiendo lo que fracasó en la Argentina. Es una Argentina circular que vuelve sobre sus fantasmas y sus viejos fracasos. No digo que tengamos la razón, pero no me quieren convencer de que tenemos que volver para atrás para resolver este presente», sentenció Cristina en el Teatro Argentino de La Plata.

La vicepresidenta señaló que en la actualidad «tenemos otros problemas» con un proceso de crecimiento pero con mala distribución del ingreso y «por primera vez, trabajadores bajo relación de dependencia que son pobres». «El empleo que se generó después de la pandemia es con informalidad», reconoció pero indicó que es distinto al modelo neoliberal en el que se creaba desempleo.

La vicepresidenta insistió en descartar la idea de la dolarización y resaltó que son solo tres países los que tienen ese sistema: «Ecuador, El Salvador y Panamá, y luego pequeños archipiélagos». «Imaginensé un país sin política monetaria y cambiaria. Un país donde socios comerciales como Brasil y China devalúen y nosotros no tengamos la herramienta monetaria, y estemos dependiendo de una economía como la de Estados Unidos que es competitiva con la Argentina, mientras que Ecuador es complementaria por materia prima y remesas», analizó.

«La dolarización se presenta como la solución al problema de la inflación», advirtió la vicepresidenta antes de mostrar láminas en las que se observaron gráficos sobre la economía de Ecuador, con una inflación acumulado del 355% y un creciente endeudamiento en dólares. «Sin política monetaria, debe hacerlo en dólares», señaló y comparó la situación con la Argentina durante la pandemia de Covid-19, cuado puedo emitir pesos para cubrir los gastos en salud para la pandemia.

«Eso genera inflación, por supuestos, pero como pasa en todo el mundo», reconoció, pero recordó que en la crisis de 2008 también se emitió moneda en el banco europeo, pero «para fondear a los bancos, entonces nadie dice nada. Parece que no genera inflación».

“Estamos todos discutiendo lo que fracasó hace más de veinte años”, dijo CFK e hizo un repaso de los dirigentes de Juntos por el Cambio que fueron parte del gobierno de la Alianza, en el momento que la sociedad pedía que “se vayan todos”.

“El jefe de gobierno de la Ciudad estaba a cargo del PAMI, integraba el grupo Sushi, junto a la Ministra del Trabajo y a quien había descontado a jubilados y trabajadores. Son datos objetivos, había descontado el 13% a trabajadores estatales y jubiladas”, dijo en relación a Larreta y Bullrich.

“Un señor que ahora se postula en la ciudad había sido ministro de Economía, diez días, y lo echó la Franja Morada, ni el peronismo ni La Cámpora, cuando propuso arancelar las universidades públicas, eliminar la gratuidad de la educación pública”, agregó en referencia a López Murphy.

“Ahora proponen vouchers para la educación”, cerró, en referencia a Milei.

«Durante el Gobierno de la Alianza se produce el estallido de la convertibilidad. La convertibilidad fue una idea o una solución que se le ocurrió a un señor de ojitos claros, que luego fue ministro de Economía, y que ahora en el presente tiene discípulos, también de ojitos claros, que dicen que fue el mejor ministro», repasó Cristina.

«Nos dijeron que un peso era igual a un dólar. Fue la dolarización de la economía. Esto significaba una disciplina fiscal muy dura, pero sobre todo y lo más fuerte fue que primero hubo que capturar todos los plazos fijos que habían en los bancos y el déficit cuasi fiscal del Banco Central. Lo que se conoció como el Plan Bonex».

“Pero la convertibilidad le explota a otro gobierno, 10 años después, no al que la había creado. Pero la campaña de la Alianza, para llegar al poder, había sido vamos a sostener la convertibilidad, y terminó todo como empezó: con la captura de todos los plazos fijos más todos los depósitos».

«En esta Argentina circular, el pasado aparece otra vez en el presente. Hoy estamos en una situacion en la que figuras, ideas y hechos del pasado parecen querer venir a instalarse para condicionar el presente y tal vez frustrar el futuro. Por eso, es muy importante generar espacios como el de la Escuela Justicialista, que no es de capacitación técnica, sino de análisis político», sostuvo la vicepresidenta.

Y agregó: «Muchas veces nos encontramos con técnicos o intelectuales que saben todo, pero tal vez no entiendan nada».

Cristina Kirchner inició su discurso ante un colmado Teatro Argentino de la Plata con un recuerdo del expresidente Néstor Kirchner. «Es para mí un momento muy especial, estar acá, en este ámbito, en este lugar», sostuvo la Vicepresidenta.

Y añadió: «Pensaba venir a dar una clase magistral, pero me parece que va a ser algo más que eso, con un poquito de experiencia personal. Hoy, hace exactamente 20 años, estábamos en Santa Cruz, hacía una hora que había cerrado el acto electoral y empezaron a llegar los primeros testimonios. Y en una hora y media más estábamos festejando haber ingresado a la posibilidad de la segunda vuelta, y en el contexto de llegar a la presidencia».

El pedido llegó de las tribunas del Teatro: «Cristina presidenta», fue el cántico de los dirigentes y militantes al inicio del discurso de CFK. La vicepresidenta respondió «No se hagan los rulos».

«Esta escuela es justicialista porque es nuestra identidad y lleva el nombre de Néstor Kirchner porque con coraje, creatividad y liderazgo, en tiempo de crisis, hizo posible que nuestro país resurgiera y ubicó al justicialismo en su posición doctirnaria luego de los embates y traiciones del neoliberalismo», presentó el ex ministro de Educación, Nicolás Trotta, a la Escuela Justicialista Néstor Kirchner (EJNK) en la apertura de la clase magistral de la vicepresidenta, Cristina Kirchner, en el Teatro Argentino, a quien describió como la «máxima referencia de nuestro movimiento».