¿Cómo aguantó? En el podio de Jeddah salta un hombre eufórico, Fernando Alonso, tercero tras Checo Pérez y Max Verstappen, el segundo podio del año, y, en su alegría, un montón de recuerdos. La última vez que encadenó dos podios fue en septiembre de 2013. ¡Hace casi 10 años! Qué hizo para soportar aquel descrédito en Ferrari, donde no se le atendía. Por qué no se rindió en medio de aquella guerra entre McLaren y Honda. Cómo fue capaz de regresar tras tres temporadas fuera y al borde de cumplir 40 años. El desierto fue demasiado cruel, pero después de cruzarlo ahí está Alonso, saltando otra vez en el podio.

Pocas historias ha habido en el deporte como la suya, quizá ninguna. Ya tenía la carrera, ya tenía el palmarés, ya tenía el dinero, sólo el amor por conducir explica que Alonso soportara una década de decepciones hasta tener otra vez un coche como el actual Aston Martin, el coche milagro, el coche que ayer permitió que el español aguantara a George Russell y se hiciera con otro tercer puesto. En Bahréin, donde ya fue tercero, Alonso no se lo creyó: algo tiene que fallar, no puede ser tan bueno, debe ser el circuito. En Arabia este domingo descubrió que tiene ante sí la temporada que tanto tiempo llevaba esperando.

Su lugar este año será el podio, no hay duda. Si todo transcurre como debe, siempre estará por detrás de los Red Bull, peleando por el tercer puesto, un día con los Ferrari, como pasó en Bahréin y un día con los Mercedes, como ocurrió este domingo. Pero… ¿Qué ocurrirá cuando fallen Verstappen y Pérez? El horizonte es brillante. Este domingo en el complicado circuito de Arabia Saudí, Alonso tuvo una carrera tranquila, con un pie siempre en el podio, e incluso se permitió un error tonto, un error de novato. En su primera visita a la primera línea de parrilla desde el año pasado en Canadá, se situó demasiado a la izquierda, fuera de la zona designada. No avanzó centímetros ni salió antes, simplemente se colocó mal. Y el fallo le costó cinco segundos de sanción.

No sabría que tendría que cumplirlos cuando partió y lo hizo a la perfección. En la primera curva, superó a Pérez, el dueño de la pole, y le sostuvo detrás durante tres vueltas. Alonso, en cabeza. Alonso liderando una carrera. Alonso en una situación impensable hace unos meses. ¿Podría haberse mantenido ahí toda la prueba? Imposible. El Red Bull de Pérez es un coche del futuro y rebasó al español en cuanto se activó la aceleración DRS, pero éste lo aprovechó. Como un ciclista que es adelantado por el maillot amarillo y se engancha a su espalda, Alonso vivió a rebufo de Pérez durante ocho vueltas y esa táctica anuló su sanción. Cuando en la vuelta 18 apareció el safety car y todos los pilotos se fueron al garaje, el líder de Aston Martin ya tenía margen suficiente como para regresar por delante de su perseguidor, Russell.

Para entonces, de hecho, seguía siendo segundo. Después de romper el palier en la clasificación, Verstappen empezaba desde el decimoquinto puesto y su remontada fue histórica. Históricamente rutinaria para él. Como hizo el año pasado en Spa, vuelta a vuelta, vuelta a vuelta, fue deshaciéndose de rivales hasta colocarse en cuarta posición cuando salió al trazado el safety car. Lewis Hamilton y los dos Ferrari, Carlos Sainz y Charles Leclerc, acababan de pasar por boxes así que ganó sus posiciones sin necesidad de adelantarlos.

Fuente;https://www.elmundo.es/deportes/formula-1/2023/03/19/64174e87fc6c83f17b8b4581.html