Los jueces que deben resolver si dejan firmes esos sobreseimientos sin haberse realizado el juicio oral y público o, por el contrario, los revocan, son Daniel Petrone, Diego Barroetaveña y Ana María Figueroa. Los magistrados realizaron el año pasado sendas audiencias en las dos causas, donde escucharon los argumentos de los abogados de la vicepresidenta y la fiscalía y ya se extendieron mas allá del plazo establecido para dictar un fallo.

El camarista Barroetaveña ya votó en el caso Hotesur y los Sauces y se fue de licencia. El juez Petrone también elaboró su voto. Resta que la jueza Figueroa defina el suyo. Dado que tiene el tercer voto, pude manejar los tiempos en que se dicte la sentencia.

A fines del año pasado, la versión mas firme que circulaba en los tribunales señalaba que este causa estaba a punto de reabrirse. Es decir, que habría una mayoría que se pronunciaría por revocar el sobreseimiento y mandar a juicio a Cristina Kirchner y a sus hijos Máximo y Florencia. Si Barroetaveña y Petrone votaran por la mayoría, igualmente para que ese fallo se conozca necesita la firma de todos los camaristas y el voto de la jueza Figueroa.

Figueroa es una magistrada cercana al kirchnerismo. Denunció a la Justicia que fue presionada durante el gobierno de Mauricio Macri para que resolviera justamente sobre la firma del Memorándum con Irán. Cristina Kirchner la conoce. En agosto cumplirá 75 años y según la Constitución debe dejar el cargo, aunque puede pedir que le den un nuevo acuerdo en el Senado por otros cinco años. Su hijo concursa para juez.

Diego Barroetaveña, desde fin del año pasado, sumó a su tarea de juez la de ser consejero de la magistratura en representación de los jueces. Fue elegido por la lista Bordó de la Asociación de Magistrados, la más crítica del Gobierno. El Consejo es un órgano político y allí conversa con todos los sectores representados: jueces, abogados, académicos, diputados y senadores.

Petrone en ocasiones forma mayoría con Barroetaveña en sus votos, pero no son lo mismo, no tienen el mismo perfil. El juez fue nombrado dos veces por Cristina Kirchner, primero en un juzgado penal económico, donde tuvo a su cargo el caso Antonini Wilson, y luego en un tribunal de San Martín. Tras un concurso donde quedó bien posicionado fue con Cambiemos que llegó a la Cámara de Casación, al mismo tiempo que Barroetaveña.

La versión que circulaba a fin del año pasado en los pasillos de tribunales señalaba que un fallo en contra de Cristina Kirchner en el caso Hotesur y Los Sauces iba ser comunicado junto con otro fallo a favor de la vicepresidenta en el caso de la firma del Memorandum con Irán. Es decir, que mientras se iba a resolver reabrir el caso Hotesur y los Sauces y juzgar a Cristina Kirchner por lavado de dinero, al mismo tiempo se iba a dejar firme el cierre del caso que inició el fiscal Alberto Nisman antes de ser hallado muerto en su departamento de Puerto Madero. Nisman denunció que Cristina Kirchner firmó el pacto con Irán para promover la impunidad de los iraníes que volaron la AMIA.

El tribunal oral a cargo de ese asunto entendió que no había delito en la firma del pacto y sobreseyó a todos los acusados sin juicio. El fiscal ante la Casación Javier De Luca creyó lo mismo y solo la querella que representa a la DAIA y a familiares de las víctimas del atentado insistió con reabrir el caso.

Esta causa iba camino a quedar cerrada a fin de año, pero algo sucedió durante la feria judicial de verano. “Se movieron las fichas en el tablero de ajedrez”, dijo un influyente dirigente de la comunidad judía a LA NACION. En tribunales circula la misma versión. Las fuentes coinciden en que la causa, que parecía destinada a quedar en la nada, recobró nueva vida en las últimas horas y que podría reabrirse.

Lo cierto es que mas allá de los rumores que rodean estos dos expedientes, que son los mas sensibles hoy contra la vicepresidenta, las sentencias aún se desconocen.