Mendoza no logra recuperar el empleo formal privado a los niveles existentes previos a 2020, aunque en el último tiempo mostró mejoras. Los especialistas se lo atribuyeron a la falta de dinamismo de las actividades que mueven la economía en la provincia, aspecto que al resto de las jurisdicciones les valió para aumentar la cantidad de trabajadores asalariados, pero también a los problemas macroeconómicos del país, como la inflación.
El promedio de empleados registrados fue el año pasado de 239 mil, mientras que en ese mismo periodo del 2019, fue de 245 mil. Los datos se desprenden de un informe realizado por el Ministerio de Trabajo de la Nación, con datos a noviembre.
La gestión de Rodolfo Suarez logró mejorar el promedio de asalariados formales privados en 2021, ya que fue de 229 mil, pero aún no logró alcanzar las cifras que se registraban hasta que se declaró la pandemia de coronavirus y la cuarentena obligó a paralizar la mayoría de las actividades.
Según un informe realizado por el economista Nadin Argañaraz, director del Instituto de Análisis Fiscal (IARAF), sólo tres provincias se encuentran en esta situación: Mendoza (-2,4%), la Ciudad de Buenos Aires (-3%) y Tucumán (-4%).
Las causas
Al analizar las causas, los economistas coincidieron en que además de los problemas macroeconómicos, comunes a todo el país, como la inflación y la falta de inversiones, a Mendoza le pesó no tener desarrolladas las actividades productivas que generaron empleo en el resto de las provincias.
“Las actividades fuertes de Mendoza no tienen el dinamismo de otras jurisdicciones. Si uno se pone a ver dónde está el fuerte de la recuperación, ve que en Buenos Aires creció el empleo con la industria y el agro, al igual que en Córdoba. En San Juan, con la minería y la construcción, en Neuquén con la explotación de Vaca Muerta.
“Acá sufrimos estancamiento en una actividad importante como el petróleo, hubo complicaciones en el agro, no tenemos casi explotación minera y la ejecución de la obra pública fue baja“, afirmó Juan Manuel Gispert, director de la Federación Económica Mendoza (FEM).
En el mismo sentido, desde el Consejo Empresario Mendocino (CEM), Leonardo Andreu, advirtió: “No hay una sola causa. La matriz productiva se encuentra limitada, sin posibilidades de un crecimiento significativo. Nos tenemos que plantear hacia dónde queremos ir en 20 o 30 años, porque las actividades tradicionales no dan cobijo al crecimiento poblacional ni a los desafíos que tenemos para la generación de empleo”.
La directora General de Empleo y Capacitación de la Provincia, Emilce Vega Espinoza, sostuvo que “lo que pasa es Mendoza tiene una actividad muy diversificada”.
“El empleo atado a las obras públicas se vio perjudicado por decisiones nacionales, con atrasos y paralizaciones. Tenemos el ejemplo de Portezuelo del Viento. Hay discriminación hacia la Provincia. Con Enlazados logramos que 13 mil personas consiguieran un trabajo formal“, explicó.
El economista Maximiliano Morales analizó qué otros aspectos incidieron en los índices de empleo registrado formal: “La provincia venía con una crisis que se profundizó con la pandemia, la gente perdió más rápido el poder adquisitivo que en otros lugares. A eso sumaron los elevados niveles inflacionarios y los altos costos laborales de los empresarios para contratar personal”.
La pandemia, además de una crisis sanitaria, generó otras consecuencias. Según el especialista Adrián Acevedo, cambió el mundo, la economía y la productividad, lo que provocó que las empresas se volvieran más digitales y más eficientes, con costos controlados. Esto tuvo un impacto en las contrataciones, que, en medio de un contexto de incertidumbre, modificó la oferta de trabajo.
Otro economista, Jorge Nasisi -vinculado al radicalismo-, afirmó que Mendoza se vio perjudicada por las variables económicas nacionales, como la inflación, a lo que se sumó la incertidumbre que hizo a los empresarios sean “más cautelosos” a la hora de contratar trabajadores.
Los programas provinciales fueron “insuficientes”
El presidente de la Unión Comercial e Industrial de Mendoza (UCIM), Daniel Ariosto, comentó que los programas provinciales como Enlace, Enlazados y Mendoza Activa, que buscaron incentivar la producción y el empleo, fue una buena estrategia, pero no alcanzaron.
“Pese a los planes, que pudieron dar soluciones, no fueron suficientes para llegar al pleno empleo. Hay bajos salarios y a los empresarios se les complica hacerle frente a los costos laborales y a los impuestos”, señaló.
Los especialistas coincidieron en que en Mendoza hay mucho trabajo informal, especialmente en el comercio y en el sector agrícola. “Nuestras estimaciones muestran que si sumamos el empleo no registrado estamos superando los niveles prepandemia, principalmente por el sostenimiento de la actividad mediante planes Enlace, Enlazados y Mendoza Activa”, afirmó Nasisi.
A ese aspecto, Emilce Vega Espinoza lo describió como un “flagelo” a solucionar, tanto para las personas como para la economía.
Expectativas para el 2023
Las perspectivas para 2023 no parecen ser tan alentadoras. Leonardo Andreu, del CEM, aseguró: “No están dadas las condiciones y no hay un ecosistema alentador hacia la incentivación, fundamentalmente por un contexto incierto, que le impide a quien invierte ver qué repago tiene de su inversión. Para que haya empleo tiene que haber crecimiento e inversión, se tiene que dar un contexto propicio que no se está dando“.
Para Morales, el panorama es similar: “Esto va a seguir así hasta tanto haya una mejora en la productividad, se incrementen las ventas. Nadie va a incorporar personal si complica la rentabilidad empresarial”.
Fuente:https://www.elsol.com.ar/mendoza/por-que-mendoza-aun-no-recupera-los-niveles-prepandemia-de-empleo-formal-privado/
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