Se trata de un relevamiento realizado por Los Andes, sobre una lista acotada de productos, que puede asemejarse a la compra de una familia.
En octubre, según el informe de la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de la provincia (DEIE), el rubro Alimentos y bebidas tuvo una variación de 6,7% con respecto a setiembre y de 3,2% en noviembre en comparación con octubre. Esto marca una suba acumulada en estos dos meses de 10%.
Por supuesto, habrá que esperar a que se conozcan los datos de diciembre y varios analistas anticipaban una aceleración de la inflación, ya que el último mes del año suele haber incrementos vinculados a la estacionalidad: el cobro del aguinaldo hace que haya más dinero circulando y las Fiestas de Fin de Año y la cercanía de las vacaciones incrementan el consumo.
CARGANDO EL CARRITO
En cuanto a este 23% de incremento en el “carrito de compras Los Andes”, se trata de un promedio de 52 productos. Los precios de algunos treparon muy por encima de este porcentaje, como la polenta instantánea Presto Pronta por 500 gramos, que estaba incluida en Precios Cuidados: costaba $ 106,6 los primeros días de octubre y ahora cuesta $250 (+135%).
Algunos no tuvieron porcentajes tan altos de incremento, pero de todos modos registraron subas significativas: el papel higiénico Higienol doble hoja por 120 metros costaba $299 y hoy cuesta $479 (+60%); la yerba mate Mañanita por 500 gramos pasó de $290 a $418 (+44%); la manteca Primer Premio por 200 gramos tenía un precio de $212,25 y ahora de $304 (+43%); el jabón líquido para lavar la ropa Ariel por 3 litros se compraba por $1.599 en octubre y ahora por $2.235 (+40%); y la gaseosa Pepsi de 2,25 litros valía $304,31 y hoy vale $418 (+37%).
Se debe tener en cuenta que si bien muchas familias tienen un sitio de compras al que suelen ir todos los meses, otras optan por ir buscando las promociones y ofertas, ya sea del mismo supermercado o de las tarjetas del banco o de descuentos. Además, están las que tienen marcas de preferencia que rara vez dejan de elegir, más allá de que haya otras bonificadas cuando van a hacer la compra, pero también las que van buscando la etiqueta con el precio más conveniente.
Así, por ejemplo, dentro de las opciones de marcas de leche, la descremada larga vida Ilolay en caja de 1 litro subió apenas 1%, al pasar de $232 a $234, mientras que la descremada Las Tres Niñas, también en caja de 1 litro, pasó de $246 a $289 (+17%). En tanto, el arroz largo fino Molinos Ala por 1 kilo costaba $188 y ahora cuesta $239 (+27%), pero el doble Carolina Gallo por 1 kilo tenía un precio de $273 y ahora de $284 (+4%).
El aceite de girasol Lira por 900 cc costaba $479 y hoy cuesta $486,69 (+2%); la leche en polvo entera La Serenísima por 400 gramos tenía un precio de $713 y hoy de $732,46 (+3%); los fideos spaghetti Lucchetti por 500 gramos valían $153 y valen $158 (+3%); y el azúcar Azucel por 1 kilo pasó de $243 a $253 (+4%).
ANÁLISIS DE PRECIOS
El economista Nicolás Aroma, asesor del PJ, señaló que los meses en los que subía la inflación nadie discutía el valor de la canasta de alimentos, pero cuando baja, surgen los cuestionamientos. Por otra parte, planteó que esta diferencia tiene mucho que ver con la metodología, ya que para medir la suba del rubro Alimentos y bebidas, el Indec toma una gran cantidad de productos en distintos lugares y en los conglomerados grandes.
Por eso, coincidió en que el aumento superior que notan las familias al ir a comprar no es sólo una percepción, sino que responde a que los alimentos de primera necesidad, como queso, aceite y yerba, suelen subir por encima del porcentaje promedio para el rubro.
Aroma acotó que, cuando hay alta inflación, se produce dispersión de precios y, como la mayoría de las personas no tienen presente el valor de un determinado producto, se facilita la especulación. Por eso, consideró fundamental que, en la agenda económica, bajar la inflación sea el primer objetivo, aún más que el crecimiento.
En el informe sobre el IPC y el valor de la canasta básica en noviembre, el economista José Vargas, de la consultora Evaluecon, había advertido que los precios de los alimentos eran de los que más venía subiendo en los últimos doce meses, aunque en noviembre la suba fue menor. Esto, porque se notó el efecto del programa Precios Justos. Sin embargo, planteaba que iba a retomar la suba en diciembre, lo que deja una inercia importante para 2023.
Damián Di Pace, director de la consultora Focus Market, también coincidió en atribuir la desaceleración de precios en la categoría de Alimentos de la canasta básica a la implementación del programa Precios Justos. Sin embargo, también había mencionado que, como ya se venía analizando, muchas empresas ajustaron hacia arriba en octubre. Por otra parte, sumó que la caída del consumo en el décimo mes de 2022, del 11% en supermercados de hasta 500 m2 y de 4,3% en grandes superficies -un promedio para todo el país-, le pone un techo a los incrementos.
Fuente;https://www.losandes.com.ar/economia/en-el-ultimo-trimestre-el-costo-de-comprar-en-el-supermercado-aumento-un-23/
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