San Rafael, Mendoza jueves 25 de abril de 2024

El “padre” del Mundial – Por:.Beatriz Genchi

Así le dicen a Silvio Gazzaniga el artista italiano que creó el trofeo de la copa del mundo. Obra maestra del diseño artístico que, cuando fue creada, resultaba totalmente extraña, porque no se parecía a  ningún otro trofeo en absoluto.

El artista nacido en Milán el 23 de enero de 1921, famoso por ser el diseñador del Trofeo de la Copa Mundial de Fútbol de la FIFA, que creó mientras trabajaba en la compañía Stabilimento Artístico Bertoni. Se graduó en la Academia de Bellas Artes de Brera.

Un verdadero orgullo italiano, que ha ligado para siempre su nombre y por ende a nuestro país, este trofeo que lleva años dando la vuelta al mundo acompañando victorias.

Su diseño fue elegido por el comité el 5 de abril de 1971. ​ El trofeo es de 36 cm de alto, pesa 4,97 kg y está hecho de puro oro de 18 quilates. Dos anillos de piedras de malaquita semipreciosa adornan la base. El nombre de este preciado galardón es “Roteiro” en honor a los viajes entre naciones que son los ganadores, estos nombres se escriben en la base de oro. Hay espacio para 17 ganadores y cada uno de los grabados está escrito en el idioma del país ganador. Su precio estimado rondaría los 150.000 euros.

Obviamente este diseño tan lujoso tiene que viajar con estilo, así que FIFA escogió a la cada francesa Louis Vuitton para diseñar el travelling case del trofeo.

El campeón solo lo tiene en sus manos durante unos momentos en la ceremonia tras la final. Ya no se contempla su concesión en propiedad. La FIFA mantiene permanentemente en su poder el trofeo original y entrega al campeón una réplica de metal bañado en oro que custodia durante los cuatro años siguientes. El trofeo que queda en poder de las federaciones es una copia.

Antes de la creación del nuevo trofeo se entregaba la copa Jules Rimet, inspirado libremente en la Victoria de Samotracia del Louvre, fue creada por otro escultor, Abel Lafleur, en los 30.

Pero en 1970 esa copa dejó de estar en circulación, gracias a Edson Arantes do Nascimento Pelé y sus compañeros del equipo de Brasil, ya que, la FIFA tuvo la idea de proponer que si algún país la ganaba tres veces se la quedaba para siempre. Lo cual logro el equipo brasileño.

Así que en México, en 1970, Pelé y sus compañeros de la selección de la Canarinha se quedaron para siempre con el trofeo Jules Rimet. Que hay que decirlo, ya no existe, porque fue robada y fundida.

Entonces hacía falta una nueva copa del mundo. Una más apropiada para una época nueva. Gazzaniga seguramente consiguió ganar el concurso para el nuevo trofeo gracias a una idea brillante: creó una maqueta a tamaño natural. Para que los que iban a decidir la pudiesen tocar. Porque en tres dimensiones su concepto se entiende mejor que solo con bocetos.

Se dice que el escultor hizo el boceto encerrándose en su estudio durante una semana. Preparo un modelo de plastilina, luego en yeso para fundirla con la técnica llamada a la «cera perdida”. Fue elegida entre 53 propuestas.

Con la colaboración de la fundición especializada en medallas y trofeos Bertoni, de Milán, creó esta obra de arte que podría ser la escultura más famosa y reconocible del mundo.

Gazzaniga ya ha fallecido, pero Bertoni sigue siendo quien cuida el trofeo y fabrica las réplicas.

Las claves de diseño son relativamente simples. Que se note que es de oro. Solo el doble anillo de malaquita verde rompe la uniformidad. Que transmita la idea de humanidad, porque es una copa mundial: que salgan personas. Que se funda con las manos al sostenerla.

Las figuras humanas de la copa del mundo de Gazzaniga se fusionan con el tronco del trofeo y salen del propio material, como los esclavos de Miguel Ángel. Al mismo tiempo, el acabado de toda la copa (excepto el mundo en lo alto) recuerda a la última escultura inacabada de Miguel Ángel. Lo que hace realmente interesante a este trofeo como obras de arte es la variedad de texturas que Gazzaniga puso en su superficie.

Los trofeos deportivos suelen ser brillantes, lisos y bruñidos. Pero la copa del mundo es muy rugosa y visualmente mucho más interesante.

Hay otras influencias en su diseño, desde la escultura manierista (por la espiral) hasta Rodin. Son muchos los ingredientes.

El primer deportista en levantar la copa fue Franz Beckenbauer. Cuando tomó intuitivamente con las dos manos el trofeo por la parte estrecha el diseño de Gazzaniga triunfó definitivamente.

Cualquier futbolista del mundo se ha imaginado, desde entonces, haciendo este mismo gesto.

El artista ha diseñado los trofeos de la Copa de la UEFA (1972), la Supercopa de Europa (1973), la Eurocopa Sub-21, la Copa de África y el trofeo de la Copa Mundial de Béisbol (2001). Falleció el 31 de octubre de 2016 a los 95 años de edad.

Gentileza:

Beatriz Genchi

Museóloga – Gestora cultural.

bgenchi50@gmail.com

Puerto Madryn – Chubut.

 

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