Luego de sumar en octubre su segunda contracción mensual consecutiva, algunos relevamientos privados dan cuenta de una nueva merma en noviembre. Otros estiman cierto repunte. Se espera que el trimestre cierre con una pequeña caída en la medición desestacionalizada.
En tanto, según el Índice General de Actividad de la consultora Orlando Ferreres, en noviembre se observó un crecimiento anual estimado en 2%, “la menor tasa de crecimiento desde febrero de 2021, último mes que se compara con la pre-pandemia”.
“A su vez, por octavo mes consecutivo, el índice desestacionalizado alterna variaciones mensuales positivas seguidas de negativas. La caída de 0,3% del onceavo mes es una confirmación más del período de estancamiento económico que está atravesando la economía local. Así, la medición de diciembre debería mostrar un crecimiento desestacionalizado de 1,0% tan solo para igualar el nivel que mostraba el índice en diciembre de 2021”, señalaron desde Ferreres.
“En el detalle sectorial, el desplome del agro tuvo por mucho la mayor incidencia negativa, efecto compensado principalmente por el sector de servicios, particularmente por el comercio que en noviembre anotó el mayor crecimiento anual”, detallaron.
“Para el cierre del año y el primer trimestre del año próximo, las perspectivas son modestas; con limitaciones a la importación, y una muy magra cosecha de trigo no debería sorprender un mayor freno a la actividad económica en los próximos meses”, agregaron, y concluyeron que, para concluir 2022, el índice de la consultora “probablemente muestre un crecimiento levemente por debajo del 5,0%, mientras que la estimación del INDEC quedará probablemente ubicada por encima del 5,5%”.
Por su parte, según el Índice Mensual de Actividad (IMA), del Instituto de Trabajo y Economía (ITE) de la Fundación Germán Abdala, en noviembre la economía creció 0,8% anual y “al observar el indicador en frecuencia mensual sin estacionalidad se advierte que en noviembre la economía creció 0,5% respecto a octubre, cortando con seis meses consecutivos en caída”.
Es que los diferentes sectores tuvieron distintas performances durante el mes pasado. Por ejemplo, las ventas minoristas presentaron una contracción del 3,1% interanual para acumular cinco meses en baja, según la CAME. En el mismo mes, la actividad industrial creció 1,2% intermensual y 1,9% interanual, según el índice que elabora el Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI).
En ese escenario, desde Ecolatina señalaron que estiman que para el cierre del 2022 “la economía continúa mostrando signos de enfriamiento”. “Como resultado de esta evolución, la economía experimentaría una contracción desestacionalizada en el último trimestre del año, aunque sería menor al 1%”, detallaron.
“Sin embargo, en el promedio anual de 2022 esto no se vería reflejado: la economía ya acumula una suba de 6,1% hasta octubre, por lo cual proyectamos que en el promedio anual la cifra de crecimiento termine siendo solo algo menor por la performance más acotada del último trimestre”, agregaron desde la firma.
Por su parte, desde LCG detallaron que su proyección para 2022 “es un crecimiento promedio de 5,6% anual, el que esconde el arrastre estadístico de 3 p.p. que dejó la recuperación de 2021”. “En efecto, medido punta contra punta, esperamos un crecimiento de sólo 2,9% anual”, detallaron.
Escenario 2023
“Para 2023, las perspectivas se mantienen conservadoras. Un frente internacional con perspectivas magras de crecimiento, impactos negativos sobre la cosecha agrícola de los principales cultivos que generará la sequía, un sesgo más contractivo de la política económica (escaso margen para expandir el gasto primario en el año electoral y tasas de interés que se mantendrían en terreno positivo) en conjunto a mayores restricciones a las importaciones son parte de los principales motivos”, proyectaron desde Ecolatina.
“De cara a 2023, en un escenario de continuidad en el cual las restricciones y desequilibrios siguen latentes, proyectamos un crecimiento por debajo del 1% anual, en línea con el arrastre que deja este año”, agregaron por su parte desde LCG, y concluyeron: “La continuidad planteada pone un límite a la inversión haciendo prevalecer la figura de ‘esperar y ver’ en buena parte de las decisiones a tomar. A su vez la necesidad de seguir acumulando reservas sin corregir el tipo de cambio demandará el sostén de los controles sobre las importaciones y flujos de capital con impacto sectorial y en la inversión. Por otro lado, en el marco de la convergencia fiscal que imponen el acuerdo con el FMI y la escasez de financiamiento (tanto en pesos como en dólares) difícilmente el consumo público pueda ser el que genere la tracción”.
Fuente:https://www.ambito.com/economia/actividad-economica/la-cierra-el-ano-signos-estancamiento-y-perspectivas-moderadas-2023-n5617443
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