San Rafael, Mendoza viernes 26 de abril de 2024

Cuando Santa Claus era verde – Por:. Beatriz Genchi

Primero hay que aclarar que Santa Claus no fue creado por Coca-Cola. Dicho eso, Coca-Cola sí ayudó a fijar y consolidar la imagen relativamente global de Santa Claus, transformando una figura ligada a los poderes de la naturaleza en un ícono de la sociedad de consumo.

Se cree que ya existían diversas representaciones de Santa Claus vestido de rojo, ligado también a Papá Noel o Papá Navidad, antes de que Coca-Cola lo integrara a su publicidad.

Pero, remontémonos al principio, su origen está inspirado en el personaje Nicolas de Myr. Un obispo que vivió en Turquía durante el siglo VI. Con la muerte de sus padres decidió donar todos sus bienes a los pobres. La vestimenta con la que se representaba no eran otras que de color verde.

Al pasar el tiempo, la imagen de San Nicolas llego a América. Y en 1809, el famoso escritor Washington Irving decidió relatar el cuento “Historias de Nueva York” en la que deformó el nombre San Nicolas a Santa Claus…14 años después, el poeta Clement Clarke Moore se inspiró en el Santa Claus de Irving y lo represento como un duende delgado y enano. En 1902, finalmente se consagra la figura de Santa Claus como un rechoncho anciano que reparte regalos de navidad. Llevaba una barba frondosa y un traje de color verde con lunares negros y bordes blancos.

 Por otro lado la figura de Santa Claus parece ser no sólo la transformación de San Nicolás, el santo que otorgó sus posesiones materiales a los pobres, sino también de una serie de dioses y héroes de las tradiciones nórdicas y druidas, ligadas al solsticio de invierno y representadas con vestimentas verdes como un vínculo con la naturaleza.

Como suele ocurrir en las traspolaciones de mitos y figuras divinas de una cultura a otra, en el caso de Santa Claus parece haber una serie de amalgamas de diferentes personajes. Aparentemente el nombre de Santa Claus viene de Sinterklaas, la versión holandesa de San Nicolás, que tradicionalmente celebraba su fiesta el 6 de diciembre. Este santo habría arribado a finales del siglo XVIII a Estados Unidos con los inmigrantes holandeses que en esa época jugaron un papel importante en la conformación sociocultural de ciudades como Nueva York, entre otras.

De todas maneras la figura parece haber tomado algunas importantes características de la mitología druida, siendo quizás una fusión del Holly King de los celtas, quien utilizaba una corona de acebo en su sombrero -un adorno navideño que ha sobrevivido hasta nuestros días. También de los druidas proviene la tradición que liga estas fechas al muérdago, siendo esta planta parasitaria sagrada por crecer sobre el roble, el árbol sagrado. El Holly King era conocido por usar una vestimenta verde con vivos rojos, por cazar para brindar provisiones para todo su pueblo durante el invierno e incluso por llevar un trineo conducido por renos. Son numerosas las connotaciones chamánicas que tiene esta figura que preside sobre las fuerzas de la naturaleza, que caza valiéndose de la magia y que es el gran proveedor de la comunidad. Una de las teorías más radicales e interesantes ha comparado a Santa Claus con un chamán, conectando el gusto que tienen los renos por los hongos amanita muscaria (de colores rojo y blanco) con los renos voladores de Santa Claus y por supuesto también por el acto de volar en un trineo, así como por producir regalos mágicos con una hueste de duendes. También se vincula el supuesto origen de Santa Claus en el Polo Norte con el axis mundi que ha sido ligado en las culturas chamánicas con la estrella polar, y el árbol de Navidad con este mismo eje cósmico. Y hasta se sugiere que este acto del vuelo cósmico de Santa Claus para repartir regalos proviene del mito de Odín, quien en la saga poética de Snorri Sturluson, el gran cronista islandés, aparece montando un caballo de ocho patas que  Y puede viajar grandes distancias en el aire. En la fiesta de Yule (el solsticio de invierno), Odín lidera una gran cacería por el cielo con este majestuoso animal que podría ser el antecedente de los ocho renos voladores. Esto también porque, al parecer, existía una tradición pagana en la que Odín recompensaba a los niños llenando sus botas de regalos. Otros dioses del panteón nórdico como Thor o el Tomte también utilizan carros llevados por diferentes animales, que probablemente han sido agregados a la leyenda mixta de Santa Claus.

El Holly King druida es también adorado en distintas culturas como el Padre Invierno, una figura que parece hacer eco del Padre Cronos, el dios Saturno, cuyas fiestas también se celebraban alrededor de estas fechas en Roma, en las famosas saturnalias. Un ejemplo de esto es el Ded Moroz o Padre Escarcha de la cultura eslávica, que también era un mago semidivino ligado a la nieve y que posteriormente fue transformado en una figura muy similar a Santa Claus.

Uno podría pensar que Santa Claus de alguna manera fusionó los diferentes símbolos asociados con figuras chamánicas y deidades invernales paganas con San Nicolás y su generosidad santificada por la Iglesia.

El tan conocido Santa Claus, ha pasado por mucho hasta llegar a ser el rechoncho y feliz anciano que reparte felicidad por todo el mundo…

Podría decirse incluso, que el Santa Claus original, no era ni gordo ni su vestimenta era de color rojo. No es hasta 1931, que Santa Claus pasa de vestir el verde al rojo. Esta decisión de estilismo (y ahora sí), no es decidida por otro que por Coca-Cola. La compañía adquiere los derechos del personaje y lo rediseña con sus colores: rojo y blanco

Gentileza:

Beatriz Genchi

Museóloga – Gestora cultural.

bgenchi50@gmail.com

Puerto Madryn – Chubut.

 

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