Si llegan a suspender las primarias, la oposición irá por las internas abiertas.NA
En Juntos por el Cambio evalúan que con este mecanismo a cargo de los propios partidos políticos podrían eludir la maniobra del oficialismo para intentar cambiar las reglas electorales.
La suspensión de las PASO, con la certeza del rechazo unánime de Juntos por el Cambio, sumado a las resistencias internas en el Frente de Todos, es un escenario improbable.
Sin embargo, la historia de la política argentina es fecunda en «plot twist» o volantazos repentinos que cambian el rumbo de los acontecimientos de un momento a otro, por lo que en la oposición no descartan un cambio en las reglas de juego para las elecciones del año próximo, donde se jugará nada menos que la sucesión presidencial de Alberto Fernández.
En el Frente de Todos, la presión para derogar las PASO la iniciaron los gobernadores y el debate se instaló en el seno de la coalición política.
El presidente Alberto Fernández avaló la discusión al sostener recientemente que «el debate está abierto», en un giro notorio en su postura luego de que el 17 de noviembre del año pasado, en el marco de la celebración del Día de la Militancia peronista dijera que su «mayor aspiración es que en 2023, desde el último concejal hasta el presidente de la República, lo elijan primero los compañeros».
A través del ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés «Cuervo» Larroque, el vocero designado por Máximo Kirchner en cada uno de los temas controversiales de la coyuntura, La Cámpora hizo saber que también vería favorable la eliminación de las PASO porque -en su forma de ver las cosas- es una herramienta que no cumplió con los objetivos por la que fue concebida por impulso del propio Gobierno de Cristina Kirchner. Desde que se implementó por primera vez en 2011, el peronismo K no utilizó el instrumento ni una vez para definir sus fórmulas presidenciales, a las que arribó por consenso.
En el Frente Renovador están jugando a fondo por la suspensión de las PASO, con el anhelo de que Sergio Massa termine siendo el candidato de la unidad del peronismo, si logra estabilizar la economía y desacelerar la inflación.
La contracara son los diputados de los movimientos sociales oficialistas, que ya hicieron saber que no están dispuestos a cambiar las reglas de juego electorales para el año que viene.
Se trata de Juan Carlos Alderete y Verónica Caliva de la Corriente Clasista Combativa, Leonardo Grosso y Eduardo Toniolli del Movimiento Evita y Natalia Souto de Somos-Barrios de Pie.
Estos cinco diputados tienen juego propio dentro del bloque del Frente de Todos. Advierten que sin primarias la lapicera que maneja casi con exclusividad Cristina Kirchner los podría dejar fuera de competencia, sin la posibilidad de presentan candidatos propios en las listas del oficialismo.
Son cinco votos menos que dejaría al oficialismo muy lejos de conseguir los 129 votos que les aseguraría la media sanción en Diputados de la suspensión de las PASO. Hay muchos otros diputados del Frente de Todos que ya sinceraron que no están de acuerdo con la medida, como el bonaerense Eduardo Valdés y el chaqueño Juan Manuel Pedrini, pero también aclararon que si la conducción definiera una postura contraria no dudarían en acompañar por disciplina partidaria.
Los adherentes a la idea de suprimir las PASO en las elecciones del año que viene no terminan en el oficialismo propiamente dicho. El autor del único proyecto de ley que tiene este objetivo es el rionegrino Luis Di Giacomo, del interbloque «opoficialista» Provincias Unidas, que tiene cinco integrantes. El bloque Córdoba Federal también se expresó en el mismo sentido a través de la esposa del gobernador de esa provincia, la senadora Alejandra Vigo («es un gastadero de plata»).
En este sector evalúan que en el marco de las restricciones fiscales a las que se comprometió el país para cumplir con las metas del Fondo Monetario Internacional, asumir desde el Estado el enorme gasto electoral que implicaría la organización a lo largo y ancho del país de un comicio adicional, sería un despropósito, teniendo en cuenta que la gran mayoría de las agrupaciones políticas irían con candidaturas únicas.
Internas abiertas, la alternativa opositora por si se suspenden las PASO
Detrás de estos argumentos sobre una presunta ética fiscal subyace un cálculo de conveniencia política: quien aparece por el momento en las encuestas como la fuerza más competitiva, Juntos por el Cambio, necesita para no dividirse la instancia de las PASO a fin de dirimir sus liderazgos nacionales.
El peronismo podría apelar a su vieja costumbre y presentar candidaturas únicas sin demasiado costo electoral, pero los liderazgos en Juntos por el Cambio están muy atomizados, no solamente dentro del PRO, con Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta ya lanzados, y Mauricio Macri sobrevolando desde las alturas, sino también en el radicalismo, que definirá en su próxima Convención Nacional la estrategia a seguir.
Desde la corriente Evolución que lidera Martín Lousteau consideran que las fórmulas cruzadas con el PRO son la mejor receta para posicionar al partido centenario al interior de Juntos por el Cambio. Facundo Manes y Gerardo Morales, en cambio, son partidarios de ir con candidaturas propias de la UCR en una interna contra los candidatos que presente el PRO. De hecho el neurocientífico y el presidente de la UCR blanquearon sus aspiraciones de encabezar proyectos nacionales. El gobernador de Jujuy se tiene tanta confianza que el sábado llegó a decir que si Mauricio Macri fuera candidato por el PRO, recibiría «una paliza» en la interna de parte de él.
Los libertarios de Javier Milei (que incluye a Victoria Villarruel y Carolina Píparo se encuentran en una encrucijada incómoda, razón por la cual todavía no adelantaron una postura. Filosóficamente están de acuerdo con eliminar las PASO porque suponen un enorme y costoso operativo burocrático. Además, a este sector le conviene debilitar a Juntos por el Cambio porque compite por la misma base electoral. Sin embargo, les incomoda quedar pegados a una maniobra del kirchnerismo.
El Frente de Izquierda anticipó que sus cuatro diputados votarán en contra si el tema llegara al recinto. Esta postura le valió cuestionamientos de parte de otras fuerzas trostskistas, que recordaron que cuando se originó el instrumento de las PASO, el FIT se declaró en contra porque -según argumentaban- se trataba de «una intervención del Estado en los partidos políticos» y además establecía «un piso proscriptivo del 1,5%» que perjudicaba a los partidos más chicos.
«Estoy escandalizada de la postura de Myriam Bregman. Si uno se maneja calculando qué le beneficia en el momento y no lo piensa como un criterio democrático, no es de izquierda, tiene las prácticas del peronismo», recriminó la líder de Nuevo MAS, Manuela Castañeira.
En este marco de incertidumbre, los distintos partidos políticos ya empiezan a evaluar un plan B para dirimir sus candidaturas frente a la posibilidad de que las PASO dejen de existir. Si no fuera posible elegir las candidaturas por consenso -algo improbable teniendo en cuenta la dispersión de los liderazgos en Juntos por el Cambio- la única alternativa sería que los partidos políticos organicen internas abiertas (no solamente afiliados) sin la participación del Estado, en fechas a determinar por los propios frentes electorales.
Con esta herramienta podría verse beneficiada, por ejemplo, la UCR, considerando el importante aparato territorial que tiene en todo el país, en comparación con el PRO que está muy organizado solamente en algunas provincias.
Escrito por Sebastián Hadida
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