Según el enfoque curatorial que propone este amplio recorrido artístico en este palacio de la capital mundial de la moda, Frida Kahlo (1907-1954) adoptó la vestimenta tradicional como declaración de su identidad mexicana, pero también como  una forma de sobrellevar mejor su discapacidad.

Es decir, que la pintora se vestía de forma poco convencional para expresar su personalidad pero también para ocultar su pierna, por ejemplo, dañada por la poliomielitis que la afectó de niña.

Cuando a los 20 años, adoptó la vestimenta tradicional mexicana, la usó durante toda su vida: una indumentaria identificada con la cultura matriarcal de Tehuantepec, con blusas bordadas, faldas largas y elaborados peinados. Por primera vez en Francia y en colaboración con el Museo Frida Kahlo, la exposición reúne más de 200 objetos procedentes de la Casa Azul -en la que nació y creció Frida- incluyendo prendas de vestir, accesorios, cartas, cosméticos, medicamentos y aparatos ortopédicos.

Cuando la artista murió en 1954, estos efectos personales fueron sellados por su marido, el muralista mexicano Diego Rivera, y no fueron descubiertos hasta 50 años después, en el año 2004.

Esta valiosa colección -que incluye vestidos tradicionales de tehuana, collares precolombinos que Frida solía coleccionar, corsés y prótesis pintadas a mano- se presenta junto con películas y fotografías de la artista para formar un relato visual de su extraordinaria vida.

Hija de una mujer de origen mixto español e indígena, y de un emigrante alemán que se convirtió en fotógrafo del gobierno mexicano, Frida tuvo un grave accidente a los 18 años y comenzó a dedicarse a la pintura. Es en ese entonces cuando adopta la vestimenta tradicional de su país. La muestra propone trazar el recorrido de cómo la artista cultivó su imagen: «una imagen que era casi un manifiesto que reflejaba su herencia cultural, pero también su experiencia de género y de vivir con una discapacidad», dicen los organizadores.

En una exposición a la vez biográfica y temática, el Palais Galliera se estructura a través de diferentes salas expositivas, que abordan por ejemplo, la visita que realizara la artista a París, su relación con el grupo surrealista, o la Casa Azul, que los padres de Kahlo habían decorado en el estilo europeo -de moda en aquella época-, y que Frida y Diego renovaron pintando las paredes grises de un azul brillante, llenando la casa de objetos que reflejaban su apego a todo lo mexicano, como esculturas prehispánicas y pinturas votivas.

Un de los últimos núcleos del recorrido, «Frida y la moda contemporánea» analiza la influencia de Frida Kahlo en diseñadores actuales y cómo ha seguido siendo un icono y una fuente de inspiración para Alexander McQueen, Jean Paul Gaultier, Karl Lagerfeld para Chanel, Riccardo Tisci para Givenchy, Maria Grazia Chiuri para Dior o Rei Kawakubo para Comme des Garçons.

La exposición en el Palais Galliera continúa el itinerario iniciado en México entre 2012 y 2014, y luego desplegado en el 2018 en el Victoria and Albert Museum de Londres, al tiempo que ofrece una nueva perspectiva sobre la historia de esta artista cuyo carisma e increíble estilo siguen cautivando.

Curada por Circe Henestrosa, Miren Arzalluz y Gannit Ankori, la exposición «Frida Kahlo, más allá de las apariencias» permanecerá hasta el 5 de marzo de 2023 en el Palais Galliera, en la capital francesa.