En medio de un incremento de las importaciones, y a pesar de que el Banco Central compró divisas al intervenir en el mercado durante las últimas dos semanas, las reservas perforaron el piso de los US$ 37.000 millones.

Según informó la autoridad monetaria, las reservas cerraron la semana en US$ 36.930 millones, lo cual refleja las dificultades que tiene el Banco Central para sostener esa variable en la cual tiene la mira puesta el Fondo Monetario Internacionales.

El organismo pidió aumentar las reservas para alejar las presiones del mercado para que se produzca una devaluación. Pero en lo que va de agosto, esa variable clave cayó en US$ 1.310 millones.

La baja en las reservas se estaría produciendo como consecuencia de las importaciones de energía durante el invierno. No obstante, el Gobierno espera que la suba de la temperatura en la última semana permita reducir las compras de gas licuado.

Entre julio y agosto, los períodos en los que más impactaron las bajas temperaturas, el BCRA perdió reservas por US$ 5.854 millones.

El ministro de Economía, Sergio Massa, analizará este fin de semana distintas variables macroeconómicas junto a sus principales asesores, y el fortalecimiento de reservas será una de las cuestiones centrales.

Además, Massa definirá la estrategia que el equipo económico llevará a las reuniones en Washington con el Tesoro norteamericano y la titular del FMI, Kristalina Georgieva. Ese viaje se emprendería el 6 de septiembre próximo, según estiman en el Gobierno.