Por el momento solo se conoció la postura de la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner. La cuñada de la vicepresidenta, Cristina Kirchner, sostuvo: “Dimos a conocer nuestra visión sobre la situación económica producto de la corrida cambiaria”. Agregó que “el Presidente transmitió que está trabajando para tomar las medidas pertinentes”.

Los gobernadores que asistieron a la reunión en el CFI y luego acudieron al encuentro con el Presidente fueron Mariano Arcioni (Chubut), Axel Kicillof (Buenos Aires), Sergio Uñac (San Juan), Alberto Rodríguez Saá (San Luis), Gildo (Insfrán (Formosa), Jorge Capitanich (Chaco), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Sergio Ziliotto (La Pampa), Omar Periotti (Santa Fe), Gustavo Melella (Tierra del Fuego), Gustavo Bordet (Entre Ríos) y Raúl Jalil (Catamarca), Julio Zamora (Santiago del Estero). Vía zoom la siguieron Ricardo Quintela de La Rioja y Kirchner de Santa Cruz.

La reunión en el CFI, en San Martín y Tres Sargentos, también fue tensa y se habló de “voces elevadas” que se escucharon fuera del salón. Capitanich fue señalado como uno de los más vehementes. Desde el entorno del gobernador chaqueño, hombre cercano a la vicepresidenta, que lo visitó en mayo pasado, dijeron “no tener esa información” ante la consulta de LA NACION. El hermetismo fue una de las claves del encuentro, durante el cual llegó la convocatoria de la Rosada.

Del encuentro también participó el jefe de Gabinete, Juan Manzur, quien a la mañana tuvo una reunión cara a cara con Jalil por emprendimientos de desarrollo productivo y obra pública.

Los mandatarios se encontraron este mediodía en la sede del Consejo Federal de Inversiones (CFI), en el centro porteño. En alerta por la grave crisis económica, los gobernadores llegaron a la ciudad de Buenos Aires para reunirse y dialogar sobre esa situación que atraviesa el país y la crisis política que vive la coalición de Gobierno. La reunión estuvo marcada por momentos de tensión entre los mandatarios, que reclaman una mayor reacción a la Casa Rosada para encauzar la economía y para introducir cambios en el gabinete.

La “liga de gobernadores” del Frente de Todos se formalizó el 10 de junio después de varios encuentros que tuvieron, entre otros ejes, la disputa por la distribución de los recursos coparticipables y la tensión con la Corte Suprema de Justicia, donde la ciudad de Buenos Aires objetó la quita de fondos que la Nación ejecutó en 2020. El último encuentro fue hace poco más de un mes, el último 24 de junio, cuando pidieron redoblar esfuerzos para lograr un “mayor federalismo en la toma de decisiones” y debatieron otros de temas de coyuntura.

La imagen de los gobernadores reunidos por iniciativa propia contrasta con la que el propio Poder Ejecutivo no pudo lograr la semana pasada. Fue cuando, en medio de versiones que emanaron de la propia Casa Rosada, se habló de una “cumbre” de gobernadores que se reuniría con la ministra de Economía, Silvina Batakis. Sin embargo, eso no se logró y la funcionaria solo se reunió con ocho de ellos, divididos en dos días. Allí, las charlas giraron sobre el ajuste que se debe realizar para tratar de encarrilar la macroeconomía y los planteos puntuales de cada mandatario.

Sucedidos esos encuentros, desde Balcarce 50 buscaban despegarse de lo que fue el anuncio de la cumbre y aseguraban que las reuniones reducidas eran de preferencia de Batakis, quien tiene una relación de antemano con los mandatarios por sus últimos dos años y medio a cargo de la Secretaría de las Provincias del Ministerio del Interior.