El ministro de Economía, Martín Guzmán, ratificó este martes que no aumentarán las retenciones a las exportaciones, se diferenció de las críticas del kirchnerismo, hizo mención a las tensiones internas y señaló que las decisiones del “Presidente con el apoyo de sus ministros se respetan”.

Guzmán tomó distancia, de esta forma, del secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, quien había sugerido elevar los derechos de exportación. “En su momento cada funcionario dijo lo que dijo. Hay una decisión política de que los derechos de exportación no se van a modificar”, sostuvo.

El ministro de Economía precisó, durante una entrevista en C5N, sin embargo, que la única modificación que se acordó en este sentido fue la suspensión de la reducción sobre el aceite de soja y harina de soja para la constitución de un “Fideicomiso para el Trigo con el objetivo de “generar una brecha interna entre el precio del trigo interno y el internacional”.

Consultado sobre las tensiones internas dentro de la coalición gobernante, el titular del Palacio de Hacienda defendió su razonamiento. “La decisión política está tomada y las decisiones del Presidente de la Nación con el apoyo de sus ministros, se respetan”, aseveró.

A su vez, ratificó que el aumento de las tarifas será de 42% acumulado en el año, con un 20% adicional al que ya hubo para el segmento de usuarios que no perciben la tarifa social y dejará de percibir los usuarios. Así, contradijo al subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, que había estimado que el incremento señalado por el Gobierno se ubicaría en torno al 65%.

En ese sentido, se refirió a su vínculo con Basualdo, luego que intentara desplazarlo el año pasado. Basualdo, integrante de La Cámpora, ha sido crítico de la visión del ministro con respecto a las tarifas. “Hemos tenido diálogo, pero acá lo que importan son las políticas, no las personas”, se limitó a responder.

Guzmán reiteró que opina que los subsidios a la energía son “pro-ricos”. Consideró que el congelamiento de tarifas fue “virtuoso” a la salida de la crisis del 2001 porque implicó redistribuir desde las empresas, que habían tenido “ganancias monopólicas” en la década anterior, “hacia los usuarios” e “impulsar la demanda agregada”.

“Cuando todo ese margen se achica, se agota, seguir congelando tarifas, implica redistribuir desde quienes pagan impuestos hacia los usuarios, y eso deja de ser virtuoso”, argumentó.

Salario Básico Universal

Además, Guzmán, se comprometió este martes a “analizar” el proyecto de Salario Básico Universal, que impulsan movimientos sociales y un sector del kirchnerismo, y a dar su opinión en los próximos días, luego que lo analicen los equipos técnicos.

Guzmán realizó durante la jornada una visita, en el conurbano bonaerense, a la Unión Nacional de Cooperativas Argentinas de Trabajo, junto al Movimiento Evita, uno de los sectores que impulsa la iniciativa y que rivaliza también con la agrupación La Cámpora.

“Al proyecto lo estamos analizando. No había sido discutido en el seno del Poder Ejecutivo”, respondió. “Los equipos técnicos lo estarán evaluando y podremos dar a conocer luego cuál es nuestra visión al respecto”, agregó.

La iniciativa, presentada por legisladores alineados con Juan Grabois, busca garantizar la protección social de todos los trabajadores y “dar una respuesta a la nueva realidad laboral argentina en la post pandemia”.

LA NACION