El expresidente Mauricio Macri llegó risueño al hotel Llao Llao, donde lo esperaba su “amigo” -como él lo define-, Eduardo Elsztain. “Si no venía, me mataba Eduardo”, bromeó, mientras caminaba el salón principal, vestido con el uniforme no oficial del Pro: jean azul claro, camisa celeste con mangas arremangadas y el chaleco estilo “Uniqlo”.
A su lado, lo acompañaba el dueño del grupo IRSA y el organizador del exclusivo Foro Llao Llao, que se lleva a cabo cada año en esta ciudad de manera cerrada a la prensa.
Macri ingresó con una carpeta en la cual llevaba los apuntes que había escrito en el vuelo hacia esta ciudad. Ayer había liderado la mesa nacional de Juntos por el Cambio, que decidió que el economista libertario Javier Milei no será bienvenido a la coalición. Pero nada se dijo sobre la idea del expresidente de volver a ocupar la Casa Rosada. Esta duda sobrevoló el encuentro en el Llao Llao, donde había mucha expectativa del empresariado por saber detalles de su futuro y experiencias del pasado.
Según pudo reconstruir LA NACION, Macri no confirmó su postulación a presidente, pero tampoco le cerró la puerta. “Hoy me siento más cómodo al hacer lo que estoy haciendo, que es fortalecer Juntos por el Cambio y darle una coherencia, una unidad. Estamos trabajando el para qué queremos volver”, se limitó a decir, luego de almorzar en una mesa redonda, que compartió junto con Elsztain, Guibert Englebienne (Globant), Carlos Miguens (San Miguel), Agustín Otero Monsegur (San Miguel), Federico Braun (La Anónima), Verónica Andreani y Andy Freire (SoftBank).
De hecho, fue Englebienne quien dio la introducción para presentar al “presidente Macri” tras terminar de comer y le cedió el micrófono. El exmandatario se paró frente a las distintas mesas y, según señaló uno de los empresarios presentes, comenzó su charla con una crítica a los distintos actores de la sociedad: empresarios, jueces, políticos, jefes de medios. “Ellos eran los que me venían a visitar para felicitarme por las transformaciones que intentaba llevar adelante. Pero cuando llegaban a la puerta, giraban y decían: ‘Pero la mía está, ¿no?’. Eran colaboradores del cambio con freno de mano puesto”, dijo, y recibió algunas risas incómodas.
Macri también le dedicó un mensaje a Elsztain, según pudo saber este medio, al recordar que el dueño del Banco Hipotecario le decía en 2019 que el actual presidente Alberto Fernández podía llegar a lograr varias cosas. “Yo pensaba: qué mal está Eduardo”, dijo, para luego describirlo como “su amigo, un optimista patológico incurable”. Dicen que así también lo etiqueta al jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, quien esta noche también estará en el foro durante la cena.
A Macri lo escuchaban de cerca también otros empresarios de todas las edades: desde el fundador de Mercado Libre, Marcos Galperin, hasta Máximo Cavazzani, creador del juego Preguntados y CEO de Etermax. También estaban Martín Migoya (Globant), Roberto Murchison (Grupo Murchison) y Alberto Arizu (Luigi Bosca), entre otros 70 líderes, que acompañaban su comida con agua o alguna gaseosa, pero sin alcohol. En el buffet se ofrecía una gran variedad de platos, de los cuales se destacaba la trucha en salsa de azafrán.
Otro de los empresarios presente indicó que a Macri se lo vio muy seguro sobre la vuelta al poder de Juntos por el Cambio en 2023. El exjefe de Estado dijo que el 41% que lo votó en 2019 sigue firme y que los votos de Milei “nunca saltarán al peronismo” en un ballottage. En caso de ganar, mencionó varias diferencias con la situación en la que asumió él como presidente.
En primer lugar, dijo que hoy la crisis económica “no es asintomática”, como había ocurrido en 2015, y señaló que la inflación y la falta de energía es más visible, por lo tanto, eso predispone más a la sociedad para pedir reformas. Además, comentó que esta vez lograrían tener suficiente cantidad de senadores y diputados para sostener las leyes.
“Siempre voy por el mundo diciendo que la Argentina es el primer lugar donde se inventó el populismo, con Evita y Perón. Ahora, tal vez, sea el primero donde nos saquemos de encima el populismo. La Argentina tiene una gran oportunidad”, se lo escuchó decir.
En sintonía con el expresidente de Estados Unidos Donald Trump, Macri citó la actual gestión de Joe Biden como “populista” también, porque le están pagando “a millones de personas para no ir a trabajar y por eso ahora no consiguen mano de obra”.
El expresidente comentó que habla con muchos mandatarios e inversores y dijo que de todos recibe el mismo consejo: que antes de conseguir financiamiento, “la Argentina debe demostrar que puede ordenar su economía, que pueden tener moneda y estabilidad”. Según uno de los invitados presentes, Macri indicó que antes de cumplir 90 días de mandato, la próxima gestión debe lograr una reforma labora, previsional y monetaria. Pero el expresidente aclaró que con eso no alcanza: “La Argentina tiene que demostrar que las reformas son aceptadas por los argentinos y que el monstruo no va a volver”.
Al terminar su disertación, hubo espacio para algunas preguntas y uno de los empresarios presentes le comentó que “veía a otro Mauricio Macri, uno que tiene las cosas más claras que cuando era gobierno”.
En cuanto a la relación con el empresariado, Macri dijo que el gobierno debe ser como el “canchero que corta el pasto para que los jugadores metan los goles”. Y les pidió apoyo: “Ustedes son los jugadores, que tienen que protagonizar con su testimonio”, según reconstruyeron algunos de los presentes.
También le preguntaron por su posible candidatura presidencial en 2023, pero Macri esquivó la respuesta. “No estoy especulando con que si voy a ganar o no. Estoy buscando que se consolide una PASO respetuosa entre dos o tres candidatos, y si no te eligieron, no es tan grave, se puede ir como jefe de gabinete o como ministro. Estoy intentando cumplir con el mandato que me dio el 41% de que no los deje solo. En eso estoy trabajando. Lo otro se verá”, fue la respuesta que dio, y dijo que ser presidente fue el mayor honor que tuvo en su vida. “El que quiere ser tiene que sentirlo de verdad. Sé lo difícil que es la jaula de oro”, comentó.
Luego de hablar casi una hora, dio por finalizado el encuentro y todo el salón lo aplaudió. Varios empresarios se acercaron a saludarlo, incluido Galperin, que no había podido cruzar palabra con él. Macri se retiró con una sonrisa, sin apuro y solo, como había llegado, sin voceros ni custodia que le hicieran sombra.
Sé el primero en comentar en «Foro Llao Llao: la intimidad del almuerzo de Macri con los empresarios y qué dijo sobre su eventual candidatura en 2023»