La otra alternativa es pensar que existe tal desesperación por apaciguar el efecto de una posible derrota electoral el domingo 14 que, con Alberto Fernández a la cabeza, todo el oficialismo ha decidido lanzarse a un juego de “todo vale” sin medir las consecuencias.

Cuando está por cumplirse el segundo año de esta gestión, el discurso no deja de ser el mismo que el de aquella campaña electoral del 2019. Definitivamente, la voluntad popular en ese momento fue creer en ese mensaje y votó para un cambio de rumbo.

De lo contrario, las urnas hubiesen revalidado cuatro años más a Mauricio Macri.

Hasta el momento, todo parece ser producto de una gran improvisación. Es necesario determinar reglas claras, pautas a seguir, un modelo que dé algo de previsibilidad. Después, los hechos demostrarán si es el camino correcto o si hay que hacer correcciones.

A esta altura, con casi 50 por ciento del país bajo la línea de pobreza, no hay más espacios para discursos de barricada ni para peroratas ideológicas para una tribuna radicalizada.

Argentina está sumergida en una crisis cuya profundidad todavía se desconoce. En declive absoluto y sin ninguna respuesta a la vista.

El momento de seguir buscando culpas ajenas pasó. Es hora de hacerse cargo, de asumir los errores cometidos y de trabajar para corregir. Salvo, claro, que el objetivo sea otro.

Fuente:https://www.elsol.com.ar/editorial/hacerse-cargo-y-dejar-de-buscar-culpas-ajenas