Gentileza Armada Argentina
Se cancelaron más entrenamientos combinados con otros países porque la Cámara de Diputados aún no aprobó la ley que autoriza la salida de tropas del país y el ingreso de efectivos extranjeros
Reprogramación y valor. La clásica fórmula que resume la obediencia en el escalafón militar (“subordinación y valor”) podría replantearse, ante las dificultades que encuentran las Fuerzas Armadas para cumplir con la agenda planificada con vistas a las misiones y los entrenamientos en el exterior.
La parálisis de la Cámara de Diputados, que desde julio tiene frenado el proyecto de ley que autoriza la salida de tropas del país y el ingreso de efectivos extranjeros, obligó a la Armada a reformular el cronograma 2021/2022 y suspender su participación en ejercicios navales internacionales en los que ya se había comprometido a participar.
Lo mismo ocurre en la Fuerza Aérea, que tenía cuatro ejercicios en carpeta, en tanto que la situación no genera contratiempos en el Ejército, dado que, con la excusa de la pandemia, no se habían planificado operaciones conjuntas con fuerzas extranjeras para el período 2021/2022.
El retraso del Congreso se extiende al Senado, que tiene pendiente la aprobación de los pliegos para el ascenso de más de 180 militares. El ministro de Defensa, Jorge Taiana, estableció contactos para agilizar los acuerdos que debe prestar la Cámara alta, pero hasta ahora no logró avances.
Taiana se reunió, en tanto, con la conducción de la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados –su presidente, Carlos Alberto Fernández (UCR-Buenos Aires) y su vicepresidente, Germán Martínez (Frente de Todos-Santa Fe), con el fin de destrabar la autorización para la salida de tropas del país, lo que hasta ahora no prosperó a raíz de las dificultades del oficialismo para asegurar el quórum.
Las operaciones suspendidas
Además del ejercicio internacional LXII Unitas, que concentró recientemente en Perú a escuadras navales de Estados Unidos, Brasil, Uruguay, México y otros países de la región, los marinos argentinos vieron frustradas su intervención en las operaciones Acrux, Fraterno e Inalaf, entre otras. Por la falta del permiso legislativo, el destructor argentino ARA Sarandí y el patrullero oceánico ARA Bouchard debieron detenerse en Ushuaia y no pudieron seguir viaje rumbo al puerto peruano de El Callao.
La operación de adiestramiento fluvial Acrux estaba prevista para el segundo semestre de este año en la Hidrovía del Paraná y la Cuenca del Plata, en aguas de jurisdicción uruguaya, con efectivos y buques de las fuerzas navales de la Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay Uruguay.
La participación argentina contaba con un presupuesto de $ 7,9 millones y para su concreción se realizaron actividades preparatorias, incluyendo reuniones y acuerdos de los estados mayores de las Armadas de cada país.
En este caso estaba prevista la participación del buque auxiliar multipropósito ARA Ciudad de Rosario, una lancha patrullera, otras dos embarcaciones menores y una sección de Infantería de Marina, con una dotación total de 120 efectivos.
La misión de la operación Acrux comprende el manejo de crisis y reglas de empeñamiento, con prácticas de desembarco de tropas en una zona fluvial, mediante la utilización de medios navales de superficie, aéreos y de infantería de marina en un ambiente simulado, bajo situaciones de amenazas de tipo aéreas, de superficie yde guerra electrónica, entre otros supuestos.
Aunque en la Armada dicen que todavía no se suspendió, corre riesgo la participación argentina en la operación combinada de adiestramiento Atlasur, que se organiza cada tres años con las Armadas de Sudáfrica, Brasil y Uruguay. La Argentina no formó parte en la edición de 2018 por razones presupuestarias. El próximo ejercicio está previsto para el tercer trimestre de 2022 en aguas de la Zona Económica Exclusiva del Uruguay.
Los preparativos para este entrenamiento apuntan a la participación del destructor ARA Almirante Brown, dos corbetas, un patrullero oceánico y un buque logístico, más un grupo de buzos tácticos, un helicóptero y una aeronave de exploración P3 B Orion, con una dotación aproximada de 700 marinos y un presupuesto de $129,2 millones.
Fraternidad con Brasil
Entre los ejercicios navales ya postergados se encuentra la operación bilateral Fraterno, que se realiza con Brasil.
La idea era celebrar este intercambio en el tercer trimestre de 2021 en Brasil y en igual período de 2022 en la Argentina, con el despliegue del destructor Almirante Brown, dos corbetas, un patrullero oceánico, el buque logístico ARA Patagonia, dos buques auxiliares, uno de transporte, un helicóptero, una aeronave de exploración, buzos tácticos y una compañía de Infantería.
Todo ese movimiento involucraba a unos 1200 marinos, con un costo estimado de $148 millones.
Combinación con Chile
Otro ejercicio naval que se frustró es el Inalaf, una operación bilateral con Chile, surgida en 2006, en reciprocidad por la participación de militares de ese país en el contingente argentino que actúa en las misiones de paz en Chipre, al mando de las Naciones Unidas.
Se trata de operaciones conjuntas que ya tuvieron interrupciones. En 2010 se suspendió la acción por el terremoto en tierra trasandina, en 2014 y 2016 no se realizó por medidas presupuestarias de la Armada de Chile, en 2018 y 2019 la Armada Argentina no intervino por “razones de fuerza mayor” y en 2020 se dejó sin efecto la actividad planificada en Chile por la pandemia del Covid-19.
Ahora estaba prevista su realización para el primer trimestre de 2021 en la Argentina y al año siguiente en Chile, lo que no podrá cumplirse esta vez por el retraso de la aprobación del Congreso para el traslado de tropas.
Ejercicios aeronáuticos
La Fuerza Aérea tiene contempladas cuatro operaciones bilaterales para el período 2021/2022, pero hasta ahora no comunicó la suspensión de las actividades.
La operación más próxima es el ejercicio Cooperación VII, planificado con las autoridades aeronáuticas de Colombia para los últimos meses de este año. Se descuenta que no podrá efectivizarse.
Los otros tres emprendimientos están programados para el primer trimestre de 2022: los ejercicios Tanque y Río, con Uruguay, y la operación conjunta Arpa, con la Fuerza Aérea de Paraguay.
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