San Rafael, Mendoza miércoles 08 de mayo de 2024

Tarifas y segmentación: el debate que se ha pateado para adelante

https://elsol-compress-release.s3-accelerate.amazonaws.com/images/large/1614085692879gas-hornallas.jpgMientras el grueso de los mendocinos que ya recibió la última factura del gas se ha quedado esperando sin suerte que les impactara en el monto a pagar el promocionado descuento de 30 o de 50 por ciento según le correspondiere por Zona Fría, un debate sordo e incómodo ha trascendido desde las entrañas del gobierno de Alberto Fernández hacia el exterior: se trata del gasto en subsidios cercano a los 900.000 millones de pesos, el que ha vuelto a crecer de manera desproporcionada para mantener congelados o en niveles por debajo del dígito los valores de los servicios, y el tironeo entre dos visiones en tensión permanente dentro del gabinete: una que defiende la segmentación de los consumidores de la luz y del gas según el poder adquisitivo, en colisión con otra que se resiste por meras cuestiones ideológicas o por considerarlo imposible de llevar adelante.

Uno de los funcionarios nacionales que más han batallado para que los aumentos tarifarios, o bien las ventajas a favor de los consumidores tales como subsidios, se lleven adelante por segmentos estará en las próximas horas en Mendoza. Se trata del ministro Martín Guzmán, quien se ha enfrentado a los funcionarios de la misma área que conduce y que debieran responder sus órdenes y lineamientos, pero que sin embargo sólo obedecen a Cristina Fernández de Kirchner y a su idea de no permitir ajustes de ningún tipo, y menos aumentos tarifarios, en medio de un proceso electoral lanzado.

En el peronismo mendocino han pedido, en medio de las turbulencias internas del Gobierno por el modelo a aplicar y por la necesidad de reducir el déficit para que las cuentas cierren ante un posible acuerdo con el FMI, que al menos se explique claramente por qué no se han visto los descuentos de la Zona Fría en las tarifas. En verdad, lo que tendrían que haber dicho y aclarado es que se demoró la reglamentación de la ley y que la vigencia de los beneficios corre desde el 5 de agosto en adelante. Aquí, en Mendoza, los peronistas no sólo deben penar por la caída de la imagen del presidente Alberto Fernández sino también por el histórico rechazo a la figura de la vicepresidenta, la que ha tenido mucho peso al momento de las elecciones. De ahí la intención de peronizar lo más posible la campaña, hablar de los temas y asuntos de Mendoza y de los mendocinos, y capitalizar en el territorio provincial algunas de las medidas que impulsó el oficialismo nacional. La reducción de la tarifa del gas era y es una de esas políticas a las que apostar, pero los beneficios no se ven reflejados todavía por los tiempos de la reglamentación. Y, además, por haberse generalizado un mismo descuento, el del 30 por ciento particularmente sin distingos, en realidad, lo que se logra es que quien puede pagar una tarifa mayor no lo haga, mientras que los sectores de menores ingresos, aún alcanzados por el descuento, soporta con sus recursos las ventajas de los de mayores ingresos.

En las discusiones y análisis previos al proyecto de Zona Fría, Guzmán fue quien manifestó la necesidad casi obligatoria de segmentar el mercado para evitar un mayor colapso de las cuentas públicas. Lo único que habría logrado con ese planteo es que se comience a discutir una discriminación entre quiénes pueden pagar valores reales de tarifas de gas y de luz y quiénes no recién para el 2022. En esos encuentros, tanto la AFIP como la Anses se negaron a entregar documentación, afirman, para estudiar caso por caso la situación de los clientes domiciliarios de tales servicios en el país.

Como fuese, en principio se avanza en encontrarle una solución al laberinto tarifario dividiendo entre acomodados o sectores ricos a los que se los identificaría por zona, barrios, lugares de residencia, nivel de ingresos y otros indicadores; entre los sectores medios y entre los sectores vulnerables que sí o sí deben pagar menos, o nada directamente, según los casos.

El sistema de georreferenciación podría ser una de las soluciones al esquema, además de un peinado de los padrones de la AFIP y la Anses una vez que se autorice a nivel parlamentario una operación de semejante intervención en la información propia de las personas o clientes, según como se los tome. Se trata de una vuelta a la “sintonía fina” que fracasara en el último gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Si se llevara adelante, por caso y para entenderlo, el sistema georreferenciado que en el peronismo mendocino defiende su líder, Anabel Fernández Sagasti, se identificaría a los sectores de mayores ingresos por barrios exclusivos, los conocidos privados, cerrados o countries, o bien por barriadas de alto poder adquisitivo ubicadas en todos los departamentos del Gran Mendoza.

Será, claro está, un debate que se ha dejado para luego de las elecciones, como se puede presuponer. Como lo es el acuerdo con el FMI, o una posible y necesaria discusión sobre la política monetaria, qué hacer con el dólar y con el peso, con el déficit y, desde ya, con el rumbo de un país que necesita dejar atrás la recesión y la inflación, comenzar a crecer, a desarrollarse y crear empleos. Sólo para empezar a creer en él, una vez más, para que los que han decidido quedarse y seguir apostando a ciegas.

Por:Marcelo Torrez@MarceloTorrez

Fuente:https://www.elsol.com.ar/opinion/tarifas-y-segmentacion-el-debate-que-se-ha-pateado-para-adelante

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