Más de 20 entidades ligadas a la producción emitieron un comunicado en el que sostienen que se avizora una “mega sequía” y que las explotaciones rurales en estado crítico podrían terminar en el abandono.
Hasta ahora, los datos indican que la temporada de riego 2021-2022 podría ser similar a la 2019-2020, cuando la escasez hídrica obligó a adelantar la corta de agua y diversas actividades agrícolas, incluida la vitivinicultura, se vieron afectadas por la falta de agua. En este contexto, más de 20 entidades ligadas a la producción emitieron un comunicado en el que plantean que “no hay acciones acordes al crítico panorama planteado, ni de mitigación, ni obras, ni políticas concretas para afrontar la situación”.
En el documento sostienen que se avizora una “mega sequía” y que las explotaciones rurales en estado crítico podrían terminar en el abandono, con las consecuencias de desempleo y éxodo rural que implicaría. Y añaden que, a la menor disponibilidad de agua, se suma que la facturación eléctrica subiría un 51% por el aumento del VAD (Valor Agregado de Distribución), con lo que muchos productores no podrán utilizar sus perforaciones.
Los firmantes solicitan al Departamento General de Irrigación y al gobierno provincial que, con asistencia del Estado nacional, instrumenten de forma inmediata un plan de emergencia, que incluya acciones de mitigación para la temporada 2021-2022 y también obras que permitan mejorar la distribución del recurso, como el trasvase en la cuenca alta del Río Grande al Atuel, Los Blancos, Uspallata, etc.
El subgerente de Acovi (Asociación de Cooperativas Vitivinícolas), Nicolás Vicchi, explicó que, ante una situación tan compleja, no conocen un plan de acción que, en primer lugar, prevea qué se va a hacer en esta temporada (2021-2022) para mitigar el impacto de la falta de nieve, más dramática de los últimos 20 años. Y también, un plan de inversiones que se empiece a concretar de inmediato, ya que desde hace años se habla de que el 50% del recurso se pierde en la distribución, pero la problemática no se aborda en forma integral. Esto, además de las mejoras que debe realizar el mismo sector productivo, para ser más eficiente en el uso.
Guillermo San Martín, gerente de la Asociación de Productores, Empacadores y Exportadores de Ajos, Cebollas y afines de la provincia deMendoza (Asocamen), detalló que en San Juan y La Rioja, que no tienen tantas reservas níveas, al reducirse el caudal de los ríos, sobre-explotaron los acuíferos. Y si bien en estas provincias está más extendido el riego presurizado, la escasez de agua condiciona las posibilidades de crecimiento.
Por eso, ve que en Mendoza podría suceder lo mismo y llegar a un momento en que se tengan que limitar cultivos. Y añadió que se vería muy perjudicada la producción de hortalizas, porque se trata de plantaciones anuales y que esto impactará en el precio. San Martín resaltó que el problema se veía venir, pero ya llegó, por lo que se deben tomar acciones en forma inmediata, como aplicar tecnología en el riego e impermeabilizar todos los canales, además de entregar agua por volumen y no por tiempo.
José Luis Navarro, presidente de la Asociación de Productores y Exportadores de Frutas Frescas, planteó que vienen teniendo cada vez menos agua y, si bien el año pasado hubo algo de alivio, este parece que será dramático, por la escasa acumulación de nieve. Cuando se empiezan a espaciar los tiempos de riego, señaló, las plantas sufren estrés y dan menos frutos y de menor tamaño; además de que tienden a enfermarse con mayor facilidad. Por eso, consideró necesario darle facilidad a los productores para que puedan implementar el riego por goteo o por pivot, según el tipo del que se trate.
El superintendente general de Irrigación, Sergio Marinelli, comentó que, este año, en base a la cantidad de nieve acumulada –aunque adelantó que se espera una buena nevada para la semana próxima-, lanzarán la temporada agrícola, en agosto, previendo que el caudal de los ríos será del 50% de la media histórica, como sucedió en 2019-2020. Si este panorama mejora en octubre, cuando se da a conocer el pronóstico de escurrimiento, podrían ajustar el programa.
Por otra parte, vienen estudiando los acuíferos para conocer cuál es su comportamiento, dónde se puede perforar y cómo administrar el agua de los arroyos para no afectar a otros usuarios. También, están utilizando imágenes satelitales para conocer los cultivos de cada zona y poder determinar cuánto recurso necesitan y en qué momento, y entregarles líquido en función de eso. Esto, ligado a un cambio de cultura, de trabajar en función de la demanda y no de la oferta.
Además, se ha avanzado en la mejora del riego intrafincas, con el INTA, para indicarle al productor qué mejoras puede hacer sin inversiones importantes; y en el estudio de la localización de las principales pérdidas en la red secundaria y terciaria, para poder determinar cuáles son las obras prioritarias. Sin embargo, Marinelli resaltó que la sociedad mendocina se debe el debate de qué quiere hacer con un recurso cada vez más escaso y de qué manera utilizarlo mejor.
Sé el primero en comentar en «Entidades productivas reclaman un plan de emergencia por la sequía»