Sin embargo, el cepo extremo ayudó que ambos fenómenos se mantuvieran en niveles aún acotados con relación a los récords marcados en 2018 y 2019.

Los datos surgen del Balance Cambiario de ese mes que dio a conocer esta noche el Banco Central (BCRA). Allí surge que las compras de dólares para atesoramiento por parte de las personas creció 65% respecto del mes anterior (alcanzó los US$125 millones contra US$76 millones del mes pasado) e involucró a unas 690.000 personas (247.000 más que en junio y la mayor cantidad desde enero), aunque la demanda total de neta fue de US$229 millones (cuando se suman los US$124 millones adquiridos para cubrir gastos efectuados con tarjetas por consumos con proveedores no residentes) y fue levemente menor a los US$ 241 millones adquiridos un mes antes.

La Formación de Activos Externos del sector privado, comúnmente denominada “fuga” (que incluye a los dólares que dejan el país y a los que se guardan sin declarar), escaló de los US$32 millones a los US$126 millones para alcanzar su mayor nivel en lo que va del año y de los últimos nueve meses (había sido de US$211 millones en octubre del año pasado).

El aumento en la demanda de divisas, coinciden los operadores y analistas, fue estimulado por la firmeza que mostró durante todo ese mes el dólar blue, que registró en julio un aumento del 7%, en la que hasta ahora fue su mayor suba mensual. Ese carrera dejó al denominado “dólar solidario” hasta $15 más barato que el paralelo y fomentó su demanda.

El mayor aportante de divisas al mercado volvió a ser el sector agroexportador que, en un contexto de elevados precios internacionales de los productos agrícolas, registró ingresos netos por US$3315 millones (+68% interanual), básicamente por embarques de oleaginosas y cereales.

Pero como el resto de las empresas tienen saldos deficitarios en lo cambiario, el aporte del sector real de la economía (las empresas) cae a US$1018 millones, dado que el resto de los sectores fueron compradores netos en el mercado de cambios con un total de US$2297 millones destinados a realizar pagos por importaciones de bienes y servicios, y de intereses.