El mendocino debutó con éxito en su primera pelea como boxeador rentado y entrena ambos deportes de contacto.
El deportista de 33 años, oriundo de General Alvear, acredita una amplia trayectoria en el kick boxing a nivel nacional e internacional. Fue campeón argentino en 2013, y obtuvo medallas de oro representando a nuestro país en los Panamericanos 2012 (Foz de Iguazú, Brasil) y Sudamericano 2015 (Santiago de Chile), entre otros logros en el medallero profesional de este deporte de contacto.
El mendocino tiene como objetivos para lo que resta de 2021, si la situación sanitaria por la pandemia lo permite, retomar las competencias profesionales a nivel local y nacional, tanto en kick boxing como en el boxeo. Su familia está integrada por sus padres, Miguel y Silvia, y dos hermanos: Maximiliano y Nicolás. Desde hace unos 8 años, dirige un academia de kick boxing en Luján de Cuyo.
Ramponi explicó que “estoy practicando boxeo desde hace unos ocho años siempre con la misma gente; Matías Lucero que es mi profesor y Antonio Martínez y ya teníamos la idea de pelear como boxeador profesional desde hace un tiempo, pero por una tema u otro no se daban las cosas para hacer las peleas. Alcancé a disputar dos peleas como amateur y como tenía las peleas de kick boxing, me dieron la posibilidad de hacerme la licencia de boxeo un poco más rápido”.
Su debut profesional en boxeo
En ese sentido, indicó que “a principio de este año comenzamos a tramitarla, me hice todos los estudios médicos, me la aprobaron desde la Federación Argentina de Boxeo (FAB) y me enviaron la licencia. El 15 de mayo pasado pude hacer mi debut como boxeador profesional, durante un evento sin público realizado en Eugenio Bustos (San Carlos).
“Se realizaron cinco peleas amateurs y tres profesionales –agregó- y una de ellas fue la mía, donde enfrenté a Miguel Giménez (Godoy Cruz) que era su tercera pelea como profesional, a cuatro rounds en la división welter. Terminé ganando el combate por puntos en fallo dividido, la verdad que me sentí muy cómodo, lo disfruté mucho, porque después de la pandemia poder volver a competir prácticamente tras un año y medio, fue muy satisfactorio y más llevándome la victoria”.
Consideró luego que “para lo que resta de este año, seguimos preparándonos, entrenando kick boxing a la par de boxeo, esperando confirmaciones de peleas, teniendo en cuenta que por la situación por la pandemia, los eventos son sin público y se hace más difícil conseguir peleas, pero estamos a la espera, preparados y con todas las ganas de volver a pelear, ya sea en kick boxing o boxeo, pero gracias a Dios, se están abriendo las puertas para pelear pronto en boxeo, y esperando la posibilidad también de hacerlo en kick boxing”.
Mas adelante, el deportista manifestó que “continuo dando clases y entrenando en mi academia en el gimnasio RC Kickboxing, ubicado en calle Balcarce 354 de Luján y la parte de boxeo estoy entrenando en Maipú, en Lucero Martinez Box. Estar acostumbrado a pelear kick boxing que es manos y piernas, pasar a combatir en boxeo por ahí tiene su desventaja, ya que al enfrentarte con alguien que está sólo trabajando las manos, tiene un poco más de velocidad o está más acostumbrado en trabajar de otra forma diferente a lo que es kick boxing, pero con el tiempo de entrenamiento que llevo, no se me dificultó, me sentí cómodo y lo disfruté mucho”.
Un estilo de vida
“Llevó 12 años entrenando kick boxing y unos 8 boxeo simultáneamente”, expresó Ramponi, para finalizar con un mensaje para los jóvenes que quieren incursionar en los deportes de contacto: “que den el primer paso, que busquen un gimnasio con profesores capacitados para enseñar, que cada vez que puedan ir a probar un deporte de contacto lo disfruten y aprovechen y lo tomen como un estilo de vida para mejorar en cada aspecto que se pueda. Creo que practicar cualquier deporte es una manera de salir de la calle, ayuda mucho en estos tiempos que estamos viviendo y nos ofrece una vida mas saludable”, concluyó.
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