El 2020, como de sorpresa, nos tomó con una serie de nuevas palabras. Aprendimos de virus, síntomas, pandemia y plataformas de vacunas. Como en un torbellino de conocimientos con marchas y contramarchas el mundo se cerró y hubo una única voz  para todos los países, la de la OMS. Entonces, en ese torbellino escuchamos el 11 de marzo que estábamos en pandemia y de allí los sucesos fueron cada vez más rápidos.

Todos sabíamos de todo y a la vez  poco era lo que se sabía. La ciencia avanzaba a pasos agigantados: descifró el genoma del virus causante de la pandemia de SARS-CoV-2, un descubrimiento clave para los próximos adelantos científicos, pero no aparecía el medicamento que curaba la COVID-19, enfermedad ocasionada por el SARS-CoV-2, y empezamos a hablar de aplanar la ola y de vacunas.

Y llegó 2021 con conocimientos más claros, con una red de científicos que fueron capaces de trabajar al unísono para producir vacunas y continuar investigando medicamentos para la cura. Adquirimos muchos conocimientos. Estos son los que nos ayudan para prevenir la infección por SARS-CoV-2.

Es por eso que el Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes, a través de la Subsecretaria de Planificación y Cobertura Públicas Sanitarias, en marzo de 2021 pone en marcha el Plan Integral de Capacitación y Prevención de COVID-19, con el objetivo formar referentes comunitarios en  el cambio de hábitos para prevenir la enfermedad. Para ello se cuenta con un equipo de médicos y psicólogos que diariamente realizan talleres a diferentes poblaciones de la sociedad mendocina, como la Cruz Roja, bomberos voluntarios, estudiantes de enfermería, policías, penitenciarios, organizaciones civiles, organizaciones de culto y personal de Deportes.

En los talleres se explica con material científico el porqué  de la prevención primaria, tan necesaria, única herramienta válida  hasta la fecha para no infectarse de SARS-CoV-2. También se capacita a referentes de Salud de diferentes poblaciones en triage respiratorio, hisopado y vacunas.

Desde el 26 de marzo, cuando se inició el Plan Integral de Capacitación y Prevención de COVID-19 a la fecha, se han capacitado 743
personas de las poblaciones anteriormente citadas y 394 personas en hisopado, triage respiratorio y vacunas, lo que ha generado que se pueda contar con recurso humano para acelerar el proceso de testeo y vacunación.

En cuanto a los referentes comunitarios que se han capacitado en los talleres, tienen acceso a material científico actualizado a través de un aula virtual y un correo electrónico que los  mantiene en permanente comunicación con el equipo del Plan Integral de Capacitación y Prevención de COVID-19. Este material les permite replicar sus conocimientos con sus pares y en su entorno.

Para realizar la convocatoria de estas poblaciones se ha articulado con varias áreas del Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes. También, con otros ministerios y se ha contado con la ayuda inestimable de la Facultad de Ciencias Medicas de la UNCuyo, que aporta sus instalaciones con el laboratorio de habilidades clínicas, donde se realizan las prácticas de hisopado y vacunación.

Hemos aprendido que el conocimiento trasmitido, la prevención primaria, el testeo y las vacunas son las herramientas que tenemos para enfrentar esta pandemia. Es por eso que lo más importante es lo que cada uno podemos hacer por nosotros mismos poniendo en práctica, según la Organización Panamericana de la Salud, el Combo que protege tu vida: utilizar correctamente el barbijo, mantener la distancia física de al menos 1,5 metros, evitar saludar con la mano, beso o abrazo, lavarnos correctamente las manos con agua y jabón al menos 20 segundos o alcohol al 70% y ventilar los ambientes. Estas medidas deben continuar aun cuando estemos vacunados, hasta llegar a tener inmunización de rebaño.

No hay ninguna duda de que, mientras esperamos nuevos avances científicos, la prevención en base al conocimiento científico es nuestra herramienta para enfrentar al SARS-CoV-2.