Bodegas y productores ven con buenos ojos el crecimiento de la producción, teniendo en cuenta que habrá una alta demanda de vino en el mundo, tras las malas cosechas de los competidores.
Con la cosecha 2021 ya transitando sus últimos días y muy poca uva todavía en las plantas, una muy buena noticia para el sector llegó con el informe de la semana 20 del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV): la cantidad de uva ingresada hasta el momento en las bodegas no sólo superó las estimaciones que había hecho la entidad para este año, sino que se pasó el registro final alcanzado en 2020, con más de 21 millones de quintales hasta el 18 de abril.
En febrero, el INV había previsto que para 2021 en Argentina se iban a cosechar 19.323.000 quintales, es decir 6,39% menos que los 20.557.455 de la cosecha 2020. Sin embargo, esta semana se conoció que hasta el momento se han cosechado en todo el país un total de 21.220.915,58 quintales. Esto significa que hasta el momento se ha superado en un 3,2% la cifra del año anterior.
Los valores parciales se encuentran apenas por debajo de 2019 cuando, hasta esta misma semana, se habían cosechado en Argentina 2.230.259.916 kilos de uva (unos 22.302.599,16 quintales), lo que representa la cifra más alta desde 2016, la peor cosecha de la década.
En el caso particular de Mendoza, que representa alrededor de las dos terceras partes del total del país, el INV ha detallado que el ingreso de uva en las bodegas ha sido de 1.493.407.662 kilos, es decir 14.934.076,62 quintales. La uva malbec se lleva una porción importante de la cosecha con 3.544.736,59 quintales, en tanto que en segundo y tercer lugar han quedado hasta ahora la criolla grande y la bonarda, con casi dos millones de quintales la primera y alrededor de 1,67 millón la segunda. Por otro lado, la zona más productiva de la provincia de Mendoza y del país continúa siendo el Este, que hasta el momento ha cosechado el equivalente a 7.426.081,27 quintales.
Los buenos indicios cuantitativos se ven respaldados por un gran potencial cualitativo, ya que los referentes del sector coinciden en que este 2021 presenta una uva de muy buenas condiciones. “La calidad es muy buena. Todos los enólogos están muy contentos y hablan de que va a ser nuevamente un año para grandes vinos”, dijo Patricia Ortiz, presidenta de Bodegas de Argentina.
Para Ortiz, la diferencia entre la previsión del INV y la realidad pudo haberse dado porque la helada tardía de octubre de 2020 generó problemas de manera muy irregular, con más afecciones en el Este que en Luján o el Valle de Uco. Asimismo, aseguró que el aumento se puede deber a que han entrado en producción nuevas fincas, sobre todo de Malbec en el Valle de Uco.
“Necesitábamos una buena racha después de 2016 para recomponer esto. Uno va haciendo una apertura en el mundo y después tiene que responder con vinos que estén a la altura de lo que es Argentina”, sostuvo la presidenta de la entidad.
Esta buena cosecha puede significar una oportunidad para el vino argentino en los mercados internacionales y así lo entiende Ortiz: “El mundo está con más problemas. Entonces, lograr una buena cosecha nos asegura poder responder a la demanda mundial que va a haber por los acontecimientos que se han dado en los países competidores, como las heladas de Francia e Italia o los fuegos de California y Australia. Esto nos permite poder compensar un poco esas faltas”, consideró.
Por su parte, Nicolás Vicchi, subgerente de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentina (Acovi), opinó que esta buena cosecha puede contribuir a que se continúe con la recomposición de los precios al productor. “Tiene que seguir esa tendencia para poder alcanzar los costos de producción y poder recuperar los años de descapitalización que ha tenido el productor. Lo que nos preocupa es cómo se viene dando el aumento de los costos, lo que puede diluir el aumento de los precios”, sostuvo el representante del sector.
La productividad del Este
En el comparativo interanual, la zona Este de Mendoza ha mostrado una suba en la cosecha acorde a los niveles nacionales. Esta zona fue la más afectada por las inclemencias climáticas de octubre, con pérdidas cercanas al 40% entre los productores que hicieron la denuncia correspondiente. Sin embargo, eso no se tradujo en una merma en la cantidad de kilos de uva producidos respecto del año anterior, dado que en la cosecha 2020 también habían sufrido heladas.
Según Javier Palau, presidente del Centro de Viñateros y Bodegueros del Este, el aumento de un año a otro se puede haber dado por dos motivos: “Por un lado, pese a la crisis hídrica, hubo un poco más de disponibilidad de agua en el derecho de riego; por otro, las lluvias no generaron una botritis tan significativa, sino que favoreció al calibre de los granos”.
Finalmente, el presidente del Centro de Viñateros y Bodegueros del Este estimó que sería muy difícil volver a encontrar en la zona cosechas muy abundantes: “No creo que en las próximas temporadas superemos estos niveles. Hubo una pérdida muy grande de viñedos que se han reconvertido y difícilmente se puedan volver a recuperar”, concluyó. Los futuros informes de cosecha confirmarán o no la lectura de Palau. Por lo pronto, el escenario para este año parece ser favorable.
Fuente:https://www.losandes.com.ar/economia/cosecha-ingreso-a-las-bodegas-mas-uva-que-la-pronosticada-por-el-inv/
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