Una vez más, el segundo juicio del caso más escandaloso de abuso a menores en los anales de la criminología mendocina, se ve demorado. Esta vez por una decisión del tribunal para preparar las instalaciones a la emergencia sanitaria y el contagio de una imputada, lo que provocó el enojo de la querella. En medio de los laberintos y vericuetos de una causa por demás compleja, habrá que esperar 15 días más para escuchar los testimonios contra nueve mujeres directamente vinculadas con el caso. Se esperan duros testimonios y fuertes críticas a la posición de la Iglesia

A fines de noviembre del 2019 el sacerdote Horacio Hugo Corbacho Blanck (59) fue condenado a 45 años de prisión, el cura italiano Nicola Corradi (83) recibió una pena de 42 años y el ex jardinero Armando Gómez (49) fue sentenciado a 18 años al terminar el primer juicio que juzgó a los responsables directos del escandaloso caso que conmocionó a la sociedad.

Pero quedaba pendiente una segunda causa que involucra a aquellas personas que por sus responsabilidades no podían ignorar lo que pasaba puertas adentro del tristemente célebre instituto. Se trata de dos monjas y siete ex directivas del Próvolo.

Las imputadas en el segundo caso

Dentro de 15 días hábiles deberá iniciarse la audiencia del juicio oral por los abusos sexuales a más de 20 alumnos hipoacúsicos que se sigue contras las monjas Kumiko Kosaka y Asunción Martínez, además de las ex directoras de la institución, Gladys Pinacca, Valeska Quintana, Laura Gaetán, y Cristina Leguiza, la cocinera Noemí Paz y la psicóloga Cecilia Raffo. Todas, en distintas funciones y épocas, fueron responsables de los chicos que concurrían al Próvolo y, por acción u omisión en sus actos, serán juzgadas por el tribunal. Kosaka está imputada como partícipe primaria de los abusos cometidos en el Próvolo en siete hechos y también está acusada como autora penalmente responsable de un abuso simple.

Las pruebas de la querella

El abogado querellante Sergio Salinas señaló en radio Jornada que “se ventilará la responsabilidad de la gente a cargo, las directivas, las monjas, la cocinera y la psicóloga, quienes conociendo de los abusos, sistemáticamente lo ocultaban”. “La prueba es abrumadora porque no solo hay testimonios que establecen la veracidad de los delitos denunciados por peritos oficiales y de parte, sino también muestran el perfil psicológico de las imputadas y la prueba objetiva que son documentaciones como libros y material que utilizaban para cometer los abusos sexuales y ocultarlos”, afirmó.

Sergio Salinas

Entre ellos, “hay elementos secuestrados como cadenas, pastillas anticonceptivas, ropa interior con semen y los pañales que usaban las monjas para encubrir los abusos sexuales a niños y niñas cuando eran muy pequeñas”, afirmó.

Esto, explicó Salinas, “demuestra un correlato de lo que allí sucedía, sobre todo las denuncias penales que ya para el 2006, 2007 y 2008 demostraban los indicadores de hipersexualidad y comportamientos agresivos que tenían las víctimas en aquel entonces”.

Los números del juicio

La sala 4 del Fuero Penal Colegiado combinará audiencias presenciales y remotas y podría extenderse por unos seis meses aproximadamente. Nueve son las imputadas, una sola está privada de libertad que es Kumiko Kosaka que está con prisión domiciliaria. Ante el tribunal desfilarán 163 testigos en una causa, y en otra 132 y en otra 96. La prueba está acumulada en 120 hojas del expediente.

Salinas señaló que “todavía quedan algunas causas periféricas, alrededor de 14, que se desprenden de las denominadas principales del escandaloso caso. Además hay estructuras jurídicas importantes a seguir. Una es el encubrimiento de la Iglesia a cargo del Dr. Micheli, que está muy cercana a prescribir. Otra que debería investigarse es que a Corradi se le encontraron 500 mil pesos en en efectivo debajo de la cama en el año 2016. Ante esto la pregunta es ¿porqué tenía tanto efectivo sino daba el circuito para tenerlo?”.

El enojo contra la Iglesia

Salinas expresó el enojo de las víctimas, sus familiares y del equipo de abogados contra la posición adoptada por la Iglesia. “Creo que hay un elemento que no ha salido a la luz todavía en termino de reconocimientos de responsabilidad que tiene que ver con la Iglesia Católica. La Iglesia ya tiene sentencia firme, ya tiene reconocimiento de los hechos, ya está el hecho demostrado, se le ha pedido información, se le ha reclamado la información, han dicho que no sabemos reclamarla pero nadie puede hacerse el tonto ante estos hechos y no querer ayudar. Entonces, el análisis que estamos haciendo no es simplemente la no ayuda. Es una conducta delictiva”.

Agregó “entonces estamos pensando en denunciarla por encubrimiento activo, figura que alcanzaría a (Alberto) Bochatey, Obispo Auxiliar de La Plata ya que él tiene información y tengo un mail dirigido a mí en donde me dice que no me la va a dar esa información y se ampara como si fuera la Edad Media en el protocolo de la Santa Sede”.

La monja Kumiko

Explicó “quiero que me den pruebas para saber otras víctimas quiénes son los victimarios”. “Por la forma de actuar ya es una institución delictiva, ya no son Bochetey o Simón, auditor e investigador enviado por el papa, los delictivos, ya la institución desde el Nuncio Apostólico son personas encubridoras”.

Las víctimas en el Vaticano

En el año 2020 un grupo de víctimas viajo al Vaticano con la intención de visibilizar el grave hecho ocurrido en Mendoza y en busca de alguna respuesta. Le preguntamos a Salinas sobre este viaje del que participó y nos dijo “lo productivo de ese viaje fue una puesta en escena para demostrar lo que ocurrió”. “Nos mandaron un mail de la oficina de prensa del Vaticano que se querían juntar con las víctimas fuera del Vaticano y sin los abogados. Una locura, sabe dónde los mandamos”, señaló.

El inicio del caso más aberrante

Los abusos en el Próvolo, cuya denuncia y condena fueron noticia y ejemplo de justicia a nivel mundial, se conocieron en 2016 cuando se hizo lugar por primera vez a las denuncias de Luis Batistelli, profesor de Lengua de Señas, quien, ayudado por un intérprete de señas, contó en la Legislatura provincial los hechos aberrantes que ocurrían en la institución religiosa.

Otra suspensión en el proceso

Ahora el Tribunal acaba de informar a las partes que “debido a la situación sanitaria por la cual se encuentra atravesando la provincia a consecuencia del rebrote del virus que produce COVID-19 y a los efectos de adecuar los recursos técnicos a esta situación de excepción y a fin de garantizar el distanciamiento preventivo, social y obligatorio, se suspende por el término de 15 días hábiles la audiencia del juicio oral”.

Salinas se manifestó en contra: “15 días para esto, sí, nos parece muchísimo. Debería haber estado todo previsto. Yo me comuniqué con el Tribunal pidiéndoles que las víctimas tendrían que haber sido avisadas con anterioridad”.

A fin de mes se iniciará finalmente este tan esperado proceso para avanzar un poco más en este estremecedor caso de abusos.

Será Justicia.

Por Luis Martínez            

Fuente:https://jornadaonline.com/caso-provolo-un-segundo-juicio-que-no-llega-con-fuertes-reclamos-a-la-iglesia/