San Rafael, Mendoza viernes 26 de abril de 2024

El riesgo inflacionario preocupa a todo el abanico de los emergentes

El riesgo inflacionario preocupa a todo el abanico de los emergentesPor lo visto en 2020 las advertencias suenan exageradas. Sin embargo las expectativas de inflación de los mercados han repuntado y se temen serios impactos. ¿Cuáles son las principales amenazas?

Las alarmas inflacionarias no solo se han encendido en Argentina, podría decirse que lo han hecho en todo el abanico de los mercados emergentes ante el repunte de las expectativas de inflación del mercadoSi bien las preocupaciones reinantes lucirían exageradas al confrontar por ejemplo el impacto, menor al esperado, que tuvo la crisis en 2020 y al ver recientemente que la mediana en 58 mercados emergentes es extremadamente plana, sin embargo a partir del repunte sostenido de los mercados financieros empezaron a emerger los riesgos inflacionarios.

El riesgo inflacionario preocupa a todo el abanico de los emergentesDe ahí que varios analistas internacionales vienen aconsejando tomarse en serio estos riesgos, sobre todo ante el reciente rebrote de las expectativas inflacionarias en Brasil, México y Chile y de otras economías como la de Rusia. La preocupación, señalan, es que la cara externa de la inflación se muestra benigna pero en realidad enmascara fuerzas deflacionarias e inflacionarias fuertes y opuestas. Hasta ahora, el enorme impacto negativo de la demanda y las fuerzas estructurales a largo plazo han mantenido baja la inflación tanto a nivel mundial como para los mercados emergentes.

Pero este año, las fuerzas inflacionarias podrían volverse más preponderantes si la política pierde su control. Entre las principales amenazas que mencionan se destacan: las depreciaciones del tipo de cambio; la inflación de los precios de los alimentos; el impacto persistente de la interrupción del suministro relacionado con covid, incluidos los mercados laborales desarticulados; el exceso monetario tras una política masiva de flexibilización; las crecientes expectativas de inflación; y en el peor de los casos, una estanflación sostenida que incluso podría afectar la sostenibilidad de la deuda de los emergentes. Según simulaciones de Oxford Economics (OE) una interrupción prolongada en los mercados laborales y un aumento de 100 puntos básicos en las expectativas de inflación podrían implicar una inflación promedio superior en 0,5 puntos porcentuales en cada uno de los próximos cinco años. “Para los mercados emergentes, podría ser incluso peor dada la menor credibilidad de las políticas”, advierten aunque creen que el riesgo es lejano.

Las devaluaciones cambiarias vinculadas con la crisis han ejercido presión sobre los precios de importación en la mayoría de los emergentes. Pero entre los emergentes más grandes se distinguen tres grupos. Por un lado, Turquía y Brasil son las economías que experimentaron los mayores aumentos en los precios mayoristas durante el último año. Ambos, junto con Rusia y Nigeria, experimentaron una debilidad monetaria sostenida al principio de la crisis (hasta abril 2020) a la que siguió una mayor debilidad, lo que se tradujo en una depreciación anual de la tasa efectiva superior al 20%. Por otro lado, están Colombia, Indonesia, México y Sudáfrica, donde las depreciaciones iniciales fueron superiores al 10%, pero se han revertido parcialmente, aliviando la presión sobre los precios de importación.

Hay un tercer grupo que ha experimentado poca o ninguna depreciación efectiva durante el curso de la crisis entre los que están China, Chile, Rumania, Tailandia, Malasia, Polonia y Hungría. En general, y a pesar de un repunte en los últimos meses, la inflación mayorista sigue siendo débil con un crecimiento anual promedio aún por debajo de cero. Las estimaciones de OE para la mayoría de los emergentes, indican que el impacto directo de los movimientos cambiarios en los precios mayoristas desaparecerá de las comparaciones anuales para fines del II trimestre 2021. Hay otros dos grandes temas que desvelan a todos dentro de esta problemática: la amenaza de los precios de las materias primas y el peso de los alimentos en la canasta de los emergentes. 

Ocurre que la mayoría de los precios de los alimentos y los metales han subido más de un 20% interanual y esto se ha transmitido al IPC general, donde el rubro alimentos aumentó significativamente más que el nivel general de precios en un tercio de los emergentes. Con relación al primer tema, el aumento de las materias primas ha sido muy pronunciado, con los precios de los alimentos subiendo un 29% desde abril y de los metales un 51%. Semejantes recuperaciones se parecen a las de las dos últimas décadas, y en particular a las lideradas por China después de la crisis 2008 y en 2016. Lo que se observa es que en el caso de los metales y el petróleo parecen más sensibles al ciclo industrial chino y mundial. La madera aserrada supera en un 122% los niveles previos a la crisis y el mineral de hierro en un 84%. Mientras que el precio histórico de los alimentos es mixto, con un pequeño cambio en 2016, pero un aumento del 44% desde mínimos a máximos en 2010-2011.

Este período demuestra cómo el clima adverso, el aumento de la demanda y los picos en los costos de la energía pueden provocar aumentos repentinos de los precios de los alimentos. En el período reciente, los aceites y los cereales son los que más han aumentado entre 40 y 60% anual, y muchos productos aumentaron más del 20% en el último año. Los analistas de OE creen que los tres factores que hacen subir los precios parecen ser temporales y así proyectan que los precios de los alimentos y los metales alcanzarán su punto máximo este trimestre, pero los precios del petróleo seguirán subiendo. Respecto al otro tema, los aumentos relativos en los alimentos son un desafío particular para los emergentes debido a su alto peso en la canasta general (40% en promedio, entre el 26% en Latinoamérica y el 56% en África subsahariana). De ahí el motivo de considerable preocupación y el temor a nuevas olas de protestas y sus impactos sobre las políticas macro y sociales. Se anticipa que los precios más altos de los alimentos conducirán a espirales de precios y salarios, siendo los emergentes más propensos a las espirales precios alimentos-salarios reales aquellos que han experimentado recientemente protestas por el costo de vida y otras causas.

Fuente:https://www.ambito.com/economia/mercados-emergentes/el-riesgo-inflacionario-preocupa-todo-el-abanico-los-emergentes-n5170190

 

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