En primer lugar, Báez tuvo una relación muy estrecha con Néstor Kirchner. Pero, más allá de esto, el Tribunal Federal Oral 4, que llevó adelante el juicio, sospecha que el dinero lavado vino, al menos en parte, de los presuntos negocios que hizo Báez durante el gobierno de Cristina Kirchner, con contratos de obra pública que le habrían permitido hacer la fortuna que después lavó.

Si bien, de momento, se desconoce el impacto jurídico que tendrá esta sentencia sobre la vicepresidenta, al menos es una muy mala señal.

Si Báez hubiera sido absuelto, tal cual lo pidió su defensa, el kirchnerismo celebraría apuntando a que las investigaciones por corrupción contra CFK son una maniobra de lawfare.

Pero, sucedió todo lo contrario. Es más, una vez que se den a conocer los fundamentos del caso, podrá confirmarse que el TOC 4 que condenó al dueño de Austral Construcciones vinculó a la viuda de su socio y amigo con el delito de lavado.

A su vez, Cristina está en el banquillo de los acusados por el caso de Vialidad, juicio que está lejos de una definición. Si bien se trata de investigaciones separadas, el resultado de este proceso puede impactar en la otra causa.

Son investigaciones separadas y que el tribunal haya incluido como delito precedente el conjunto de hechos que se investigan en ese caso no implica un adelanto de culpabilidad CFK.