San Rafael, Mendoza jueves 25 de abril de 2024

Tras la huella de los huarpes, el INTA San Juan promueve el cultivo de quinua

"El objetivo es lograr la diversificación productiva de los cultivos tradicionales que están en crisis".

«El objetivo es lograr la diversificación productiva de los cultivos tradicionales que están en crisis».

Con el apoyo del Gobierno local y el nacional a través del Programa Nación y Ciencia contra el Hambre, en el INTA sanjuanino sueñan en «mejorar la producción local de quinua y aportar a la soberanía alimentaria de San Juan».

La Estación Experimental del INTA de San Juan está trabajando en la «reintroducción de la quinua en el agro sanjuanino» ya que se trata de «un cultivo precolombino que desarrollaron los indios huarpes» que «tiene las características de un súper alimento y su difusión se encuentra en ascenso actualmente».
«El objetivo es lograr la diversificación productiva de los cultivos tradicionales que están en crisis», remarcó a Télam Gonzalo Roqueiro, especialista en fisiología vegetal del instituto que está al frente del proyecto

Roqueiro apuntó que la quinua «puede convivir con la vid, los olivos y otros frutales tradicionales en la región», que «se puede incluir en una rotación con especies hortícolas», y que además los valles sanjuaninos «tienen óptimas condiciones para producirla, porque cuentan con condiciones agroecológicas y fitosanitarias adecuadas y el cultivo tiene un bajo requerimiento hídrico y se da en suelos salinos».

Con el apoyo del Gobierno local y el nacional a través del Programa Nación y Ciencia contra el Hambre, en el INTA sanjuanino sueñan en «mejorar la producción local de quinua y aportar a la soberanía alimentaria de San Juan» sumando más hectáreas a las que ya la cultivan en los departamentos de Iglesia, Jáchal y Calingasta.

Roqueiro dijo que «la quinua puede emplearse para consumo humano directo, o procesado con valor agregado en las formas de harina o leche y como forraje para animales», y detalló que «tiene un alto valor nutritivo, ya que contiene gran calidad en sus proteínas, porque posee mayor proporción de aminoácidos esenciales para la alimentación humana que los cereales tradicionales».

Para los pequeños y medianos productores, el especialista dijo que «una hectárea en producción con nuestra semilla de la variedad Morrillos, tiene una utilidad neta de unos 80 mil pesos y se puede producir dos veces al año, en agosto y febrero».

Pero el proyecto abarca también otros aspectos como la «asociación de productores y la integración horizontal y vertical», ya que para los subproductos «hace falta cierta tecnificación en el cultivo y en la industrialización, que para asegurar la rentabilidad, es necesario el uso comunitario de máquinas».

El especialista dijo que «hay grandes expectativas, porque la demanda tanto de harina como leche de quinua está aumentando en el país y eso hace que el proceso de asociatividad pueda darse a partir de contratos de comercialización previos».

«Hay grandes expectativas, porquela demanda tanto de harina como leche de quinua está aumentando en el país»

GONZALO ROQUEIRO

Reveló que «toda la leche de quinua que se consume en Buenos Aires se produce en San Juan» y que «en estos momentos estamos tratando de satisfacer un requerimiento de 40 toneladas».

Según Roqueiro, en la Estación Experimental del INTA de San Juan «ya está funcionando una planta de desaponificado que es un proceso necesario para retirar la cubierta de la semilla antes de la molienda para producir harina».

Se trata «de un piloto experimental que hasta ahora viene dando buenos resultados que van a mejorar en la medida en que haya más productores, inclusive de la Economía Familiar».

En cuanto a la semilla, el experto dijo que «en INTA venimos desarrollando desde hace años una semilla de quinua denominada Morrillos que estamos a punto de inscribir en el INASE después de completar las pruebas de campo» y que es la variedad que están proveyendo a los productores interesados.

Dijo que «se trata de un producto muy versátil y de buen rendimiento en ciclo corto, admitiendo dos siembras anuales» y que «es la variedad que pensamos que mejor se adapta a las condiciones de San Juan, con un rendimiento del orden de los 2.000 kilos por hectárea».

Finalmente Roqueiro indicó que «además del trabajo de campo, en nuestro predio de Pocito, a unos 20 kilómetros al sur de la capital de San Juan, venimos interesando a los productores de cultivos tradicionales y a los que se dedican a las hortalizas, para que incluyan a la quinua como producto de rotación o complementario a los cultivos anuales«.

Por Jorge Lucero

Telam

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