Los niños consumen un montón de bebidas azucaradas y alimentos procesados como las galletitas
Recomendaciones para evitar que los más pequeños tengan sobrepeso por el exceso de consumo de gaseosas y productos multiprocesados. Cómo educarlos para tener una alimentación saludable y variada
¿Te pusiste a pensar que puede estar pasando para que la mitad de los niños argentinos tenga problemas con su peso? 4 de cada 10 niños tienen sobrepeso u obesidad.
Y es muchísimo. Hoy en los consultorios, estamos viendo chicos con hipertensión, insulinorresistencia, hígado graso, baja autoestima y depresión, enfermedades que hasta hace unos años sólo eran de adultos, y que hoy las padecen nuestros niños como consecuencia de su obesidad.
Hace unas décadas, un niño rellenito era sinónimo de salud y felicidad y en todo caso, se pensaba que “cuando pegara el estirón” su peso se iba a acomodar a su altura.
Pero hoy sabemos que no es así. Sin intervención, un niño obeso tiene muchas posibilidades de seguir siéndolo en la edad adulta y por primera vez en la historia, si esta situación no se revierte, nuestros hijos vivirán menos que sus padres.
La pregunta más frecuente es: ¿los padres somos culpables? La respuesta es no. Es todo un sistema el que falla: no hay políticas públicas que regulen los entornos saludables, la publicidad, el etiquetado frontal, los kioscos escolares, el acceso a los alimentos más saludables y así, podría seguir la lista de carencias que existen en cuanto a obesidad infantil.
Por ejemplo, la principal fuente de azúcar que consumen los chicos es a través de las gaseosas. Están consumiendo enormes cantidades de calorías vacías. O sea, sin ningún tipo de nutrientes.
Es fácil acostumbrarlos a tomar agua o preparar aguas saborizadas caseras con trocitos de frutas y dejar las gaseosas para ocasiones especiales.
Adaptá los tamaños de las porciones según la edad, y no lo obligues a terminar el plato. Pensá que el estómago de los niños tiene menor capacidad que la del adulto y muchas veces servimos porciones sin tener esto en cuenta.
1 de cada 3 niños consume el doble de las calorías necesarias para su edad. Como con los adultos, tratá de evitar el picoteo entre comidas, sobre todo si son snacks y galletitas. Insisto con la frutera, bien a la vista. Te aseguro que 1 kg de frutas de estación sale menos que un kilo de galletitas.
Los chicos aprenden observando, si sus papás compran, cocinan y comen saludable, ellos también lo harán. Así que es importante dar el ejemplo.
No uses la comida como premio o castigo. Si un chocolate se vuelve un premio cuando queremos que haga algo, y una ensalada se vuelve un castigo al igual que la falta de su postrecito favorito, quiero que sepas que estas estrategias son desencadenantes de problemas, ya que confunden a los chicos con el poder y el control e interfiere en su instinto de cuánto necesita comer, dañando su autorregulación y formando una conducta poco conveniente con los alimentos.
Como conclusión: “Los niños NO crecen porque comieron, los niños comen porque están creciendo”, dice el médico pediatra Carlos González. Recordá que es muy importante el control anual con el pediatra y si detectas que tu hijo no tiene un cuerpo cómodo y sano, plantealo con tu médico que será el encargado de explicarte el tratamiento transdisciplinario más conveniente.
Fuente:https://www.infobae.com/tendencias/2020/12/04/obesidad-infantil-4-de-cada-10-ninos-tienen-sobrepeso-en-argentina/
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