San Rafael, Mendoza miércoles 24 de abril de 2024

Empresas, Empresarios, Calentamiento Global y Cambio Climático: Estrategias de Convergencia

El geólogo Leslie Molerio-León (LML) es Especialista Principal en Proyectos e Ingeniería en la empresa cubana INVERSIONES GAMMA, S.A., fue Vicepresidente de la Sociedad Espeleológica de Cuba (SEC) y es miembro honorario de la Federación Argentina de Espeleología. Es investigador en Hidrogeología Kárstica, en reconstrucciones paleoclimáticas y paleoambientales en cavidades naturales y en infraestructura para cavernas turísticas.

Conversamos con él sobre qué pueden hacer las empresas para mitigar el cambio climático y que pueden hacer, obviamente, los espeleólogos. Entrevista a cargo de Carlos Benedetto (CB) – carlos_benedetto@fade.org.ar.

CB: Cuesta creer que la Cuba Socialista tenga empresas privadas motorizando su economía. Lo hemos visto en 2003 y hemos visto que las inversiones extranjeras privadas, bien controladas por el estado, pueden ser muy útiles. También sabemos que en su tiempo Fidel Castro alertó sobre este problema, como así también lo hizo Juan Perón en 1972 y que se delegó en los estados la responsabilidad de detener o al menos mitigar ese cambio. Observamos que, sin embargo, algunos estados nacionales desertan de esa función, pero ahora vemos que viene de un país socialista el llamado de atención del sector privado. ¿Cómo entendemos esto?

LML: Es importante comprender que el desarrollo tiene que ser armónico y aprovechar las fortalezas del sector estatal y del no estatal. Promover y fortalecer la alianza entre todos los actores: Estado-Academia-Empresarios, Consultores, Constructores y la Sociedad. Que cada uno desempeñe el rol que le corresponde en sectores y mantener la orientación a sectores prioritarios. Cada vez son más los empresarios que comprenden el modo en que el innegable conjunto de procesos que constituyen lo que se ha dado en llamar Cambio Climático afectan sus propios intereses. Estadistas y personalidades públicas han llamado a mejorar la actitud de todos –empresarios incluidos- ante el entorno en una búsqueda de convergencia de la ansiada sostenibilidad en el desarrollo.

CB: Eso quiere decir que este sector se ve obligado a abordar el problema, no desde la valoración del bien común, sino desde su afán de lucro…

LML: No importa el color político en la búsqueda de soluciones a las desafiantes adversidades ambientales. Señaló Fidel Castro en la Cumbre de Río en 1992[1]: “Una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre…si se quiere salvar a la humanidad de esa autodestrucción, hay que distribuir mejor las riquezas y tecnologías disponibles en el planeta…utilícese toda la ciencia necesaria para un desarrollo sostenido sin contaminación..”. 

CB: Sin embargo, Fidel parece no haber sido escuchado por la mayoría de los gobiernos, especialmente las potencias dominantes

LML: Ciertamente fue en una fecha muy temprana pero la propuesta de soluciones al desarrollo endógeno sostenible la basó, asimismo, en la liberación de la pesada deuda externa de los países que impedía dedicar fondos al equilibrio ambientales. Pero significativamente, en fecha más reciente y desde otro extremo conceptual, Al Gore ha señalado que el cambio climático “no es solo un problema ambiental…además de sus devastadores y comprobados efectos negativos sobre la biodiversidad, el ciclo hidrológico, la temperaturas de los océanos, la desertificación  y la reducción en las capas de hielo en las zonas más templadas, este fenómeno amenaza también la seguridad y la estabilidad de la sociedad mundial en su conjunto”.[2] Asimismo ha señalado recientemente, ante el positivo cambio de posición de los emprendedores que “los líderes empresariales están haciendo más contra el cambio climático que los líderes políticos…”[3]

CB: ¿Eso incluye a organismos ultraconservadores? ¿El foro de Davos, por ejemplo?

LML: El Foro Económico Mundial de Davos ha llamado a considerarlo una oportunidad de negocios, que en verdad lo es, y movimientos como Climate Action 100+ agrupan iniciativas para actuar convergentemente para minimizar el daño ambiental y maximizar la viabilidad de sus inversiones y la recuperación de las mismas en el plazo de diseño.

CB: Suena raro…

LML: “El cambio climático es la mayor oportunidad financiera y comercial del próximo siglo”, aseguró Anand Mahindra, presidente del Grupo Mahindra, un conglomerado que factura 19 000 millones de dólares…”La idea de que las empresas se enfrentan algo contrapuesto, como es el clima y sus beneficios es un mito”, aseguró[4].

 

CB: Qué es Climate Action 2018?

LML: “Climate Action 100+ es un grupo de más de 360 inversores con más de US$ 34 000 billones en activos bajo gestión…a ellos no sólo le preocupa el daño al planeta, sino también la viabilidad a largo plazo de sus inversiones. En resumen, el daño irreversible al medio ambiente podría reducir o incluso erradicar el valor de esas inversiones”[5].

CB: Entonces llegamos al punto anterior: no es filantropía lo que hacen, sino que actúan con más inteligencia pensando en sus negocios personales

LML: Así es, pero hay que sacar ventaja de esto con una inteligencia común. Fortalecer el papel rector del Estado y liberarlo de las pesadas cargas financieras en inversión tecnológica y trasladar ese apoyo a la Academia, apoyando investigaciones aplicadas de rápido retorno y y permitir que los emprendedores, en armonía con la Academia y la sociedad civil identifiquen la solución de los problemas e inviertan en ello. Sería larga la lista posiciones a favor de acciones empresariales serias que apoyen la labor rectora de los gobiernos e incorporen tanto la Academia como la sabiduría popular (o incluso de los pueblos originarios) a la gestión adecuada de las causas y efectos del Cambio Climático y salvo alguna que otra opinión de rechazo por ignorancia real o imaginaria (o como consecuencia del Efecto Dunning-Kruger[6]) la tendencia empresarial se dirige a innovar para mejorar la actitud de la sociedad hacia el entorno mejorando las tecnologías, los modos de operación, la eficiencia de la gestión y, por supuesto, los réditos de las inversiones.

CB: ¿Es cierto que el agua del futuro es el petróleo de hoy?

LML: En los años 90 del pasado siglo “El agua, demasiada o muy poca, es la causa de todos los conflictos”, fue una divisa de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y es un buen ejemplo que repasaremos en algunos casos que, en mi experiencia, ejemplifican de qué manera la empresa privada se involucra en la prevención, mitigación o adaptación de los problemas asociados al Cambio Climático.

CB: Pero en América Latina y obviamente también en Argentina, hay un descuido muy peligroso del agua, con un apoyo muy decidido de actividades como la megaminería y la fractura hidráulica. Para el caso de las provincias cordilleranas argentinas y especialmente la Cuenca Neuquina, donde se concentra el 90% del patrimonio espeleológico del país, ya llevamos más de una década de sequía. Sin embargo, se insiste en esos proyectos

LML: Para América Central y El Caribe, el pronóstico climático (ya bien confirmado, pues se ha mostrado especialmente representativo en lo que va de 2020) prevé una intensificación de los eventos extremos; es decir: lluvias intensas, huracanes, inundaciones, sequías, olas de calor incremento en las lluvias torrenciales, huracanes, sequías…pero también, una reducción de la lámina de lluvia anual, de los días con lluvia, del aumento de la evaporación, una redistribución de la lluvia y otras variables climáticas durante el año que trasciende en temas tan disímiles como la productividad agrícola (sobre todo de granos), la generación de energía hidroeléctrica o el control de inundaciones. He aquí una oportunidad de negocios porque el retorno de las inversiones se alarga más allá del tiempo planificado de recuperación o simplemente no se recupera.

CB: ¿Qué pasará con la energía hidroeléctrica entonces?

LML: En el caso particular de la energía hidroeléctrica los empresarios están obligados a buscar nuevas soluciones ingenieras para generar electricidad bajo otros esquemas climáticos que implican un desplazamiento de la distribución de la lluvia dentro del año, la construcción de otro tipo de embalses que disminuyan el aporte de gases de efecto invernadero a la atmósfera pero que permitan regular las avistas y las consecuentes inundaciones aguas abajo, disminuir los peligros de deslaves, derrumbes y deslizamientos aguas arriba de los cierres en las cuencas reguladas artificialmente. Sistemas hidroeléctricos más eficientes redundarían en beneficio de todos los actores[7]. También la eutrofización de los embalses contribuye a la emisión de gases de efecto invernadero, de manera que se requiere de un replanteo de la operación de los embalses existentes, del aprovechamiento de la vegetación acuática y de una nueva visión de los proyectos de regulación artificial del escurrimiento. Igual o mayor número de embalses y menor capacidad de almacenamiento por los problemas asociados al azolvamiento requiere de un rediseño de las políticas de aprovechamiento del escurrimiento superficial.

CB: ¿Hay casos concretos en que esto haya sido encarado como problema de atención prioritaria?

LML: Hace algunos años participamos de un estudio de la distribución de la lluvia en Centroamérica y del modo en que la variabilidad de esta afectaría la producción hidroeléctrica de la región. Abarcó instalaciones seleccionadas en todos los países de la región y permitió a los operadores modificar el diseño y gestión de las operaciones ante la tendencia demostrada a la disminución de la lámina de lluvia para diferentes escenarios de cambio climático futuro pero que, sin que consistiera sorpresa, ya se estaba manifestando. Colateralmente ello ha llevado a un completamiento de las redes de monitoreo hidrológico, el desarrollo de sistemas automatizados de manejo de datos, ingeniería de mitigación de inundaciones y efectos colaterales, al rediseño de las obras de retención de las aguas y a una mayor eficiencia de los equipos de generación. Asimismo, la tendencia a la reducción de la lámina de lluvia ya ha obligado a la Autoridad del Canal de Panamá a regular con mayor eficiencia la cuenca vertiente a fin de garantizar los volúmenes imprescindibles de agua para el manejo de esta trascendente vía de comunicación.

CB: entonces, la tecnología y la ingeniería deben evolucionar…

LML: Centroamérica es una zona de vulcanismo activo y terremotos devastadores, sometida a los efectos de los huracanes. Ello lleva a que los proyectistas deban considerar cada vez mejores tecnologías de cimentación, resistencia y estabilidad de las obras y los contratistas deben mejorar sus tecnologías de prospección, construcción y operación.

CB: Pero entonces es viable la cooperación entre sector privado y sector público, teniendo en cuenta que también vienen siendo reticentes a las cuestiones ambientales.

LML: La Iniciativa R3i[8] del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en la que tuvimos oportunidad de participar como consultores, se ocupó de evaluar el riesgo y la exposición al riesgo  de un grupo de 11 pequeñas islas y territorios ingleses y holandeses de ultramar en el Caribe (Anguilla, Aruba, Bonaire, Curaçao, Islas Vírgenes Británicas, Islas Caimán, Montserrat, Saba, St. Eustatius, St Maarten  y Turcas y Caicos). Estas islas son altamente vulnerables a un grupo de peligros naturales e impactos del cambio climático debido a sus frágiles ecosistemas, la posición de sus asentamientos en zonas costeras bajas, el vulcanismo, los terremotos y los huracanes. Aquí, la primera oportunidad de participación empresarial favoreció a las empresas consultoras y la Academia, pero de ahí pasó, rápidamente, a los proveedores de infraestructura para el manejo de las aguas terrestres y marinas (potabilización, tratamiento de residuales, control de avenidas, protección costera, conservación de las playas, ingeniería portuaria, entre otras). Esas experiencias fueron trasladadas exitosamente a otros proyectos en San Vicente y Granadinas y Granada

CB:  Nos estás hablando de islas. ¿Puede decirse lo mismo de las zonas continentales?

LML: Pero ello no sólo en pequeños estados insulares, sino en otras islas mayores, como Cuba –donde la precipitación tiene también rasgos de continentalidad- y República Dominicana. En ambas, la ingeniería asociada a la prevención, adaptación y mitigación del riesgo involucra –pero con una nueva perspectiva- a los empresarios asociados a esas cadenas productivas. En las islas y, en los Estados insulares, el problema es apremiante porque el espacio geográfico reducido magnifica las perturbaciones ambientales y reduce la llamada resiliencia de los sistemas, además de estar expuesta s con mayor vulnerabilidad a fenómenos como la elevación del nivel del mar y la penetración tierra adentro de la intrusión marina que deteriora sostenidamente la calidad de las aguas subterráneas, Pero este mismo problema existe en las áreas costeras continentales y es igual de grave. En Tierra Firme, la migración y la presión que ésta ejerce sobre ciudades ribereñas es muy grande. Buenos Aires y Mar del Plata son excelentes ejemplos de estas presiones.

CB: En Argentina estamos muy atrasados en la materia, ello a pesar de la hegemonía política de los llamados “populismos” desde comienzos de siglo…

LML: La Argentina no escapa de estos problemas generales ni tampoco de las oportunidades que el Cambio Climático mejora la asociación armonía sociedad-economía-tecnología-medio ambiente-gobernabilidad son numerosas. Baste echar un vistazo a la Tercera Comunicación Nacional del Gobierno de la República Argentina a las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático[9]. “La Argentina considera que la adaptación[10] es su principal prioridad en materia de cambio climático teniendo en cuenta que los efectos adversos de este fenómeno ya se evidencian en el territorio nacional…”.

Si echamos un vistazo a los problemas ambientales principales de la Argentina podemos reconocer infinidad de oportunidades de implementación de las llamadas Mejores Técnicas Disponibles de gestión tecnológica para favorecer ese proceso de adaptación y minimizar los impactos ambientales negativos a largo plazo sobre el entorno. Este es un asunto sumamente complejo porque se trata de mejorar un sistema ambiental en un área enorme, dominada en un 70% por clima seco y sobre la cual la sociedad ha ejercido una fuerte presión. El 90% de la población argentina vive en ciudades y eso, de por sí, significa un crecimiento de la contaminación atmosférica, de empeoramiento de las condiciones climáticas locales con la creación de “islas de calor” y una redistribución del viento, dificultades en la gestión de la elevada caga de los residuos sólidos y líquidos y de la hidrología urbana.

Pero esta presión sobre las ciudades viene condicionada por los cambios en el modo de gestionar la tierra y el agua en la Argentina rural y semirural. Básicamente, el efecto de una economía transicional de rural a industrial se hace sentir de manera tal que el desarrollo petrolero y minero por un lado, y, por otro, el histórico dominio de una economía ganadera y agrícola –ahora incrementada por la expansión de la frontera agrícola para la siembra de soya- producen problemas adicionales o incrementan aquellos reconocidos históricamente: desertificación, inundaciones, incendios forestales pérdida de diversidad biológica, contaminación de ríos y aguas subterráneas, algunas tan complejas como la asociada al arsénico, al fracking o a los derrames de petróleo o asociadas a los residuos mineros. Y tales son los locales o regionales, súmensele los derivados del Calentamiento Global, como la pérdida de los glaciares, su efecto colateral sobre el clima, las inundaciones periódicas y la prolongación de las sequías que incrementa, además, la vulnerabilidad del país a los procesos de desertificación.

CB: Los ambientalistas argentinos, incluso los que apoyamos las experiencias políticas actual y del período 2003-2015, observamos que muchas de esas normativas son letra muerta. A menudo se nos responde que criticamos todo sin proponer nada… ¿Qué medidas podríamos proponer?

LML: La adaptación se consigue con dos grupos de medidas, aquellas estructurales; es decir, soluciones ingenieras y tecnológicas que tienen un campo de acción inmenso y las no estructurales, asociadas a la creación y mejoramiento de capacidades nacionales, normativas, estándares, modelos de gestión, incluyendo la captación, almacenamiento y generalización del dato ambiental básico y programas de educación ambiental todos bajo un rígido y robusto sistema de supervisión y control ambiental. En la formulación de la estrategia de convergencia el conjunto de actores debe identificar las oportunidades de negocios que se encuentra en el nicho del cambio climático. En lo inmediato, ellas están en el rediseño de los proyectos constructivos, el desarrollo de nuevas o mejores tecnologías de aprovechamiento de los recursos hídricos, (uso y reuso), por supuesto que en el aprovechamiento de las energías renovables (pero no olvidar que los gastos capitales de estas son sumamente elevados, por lo que no es común que se apliquen sin subsidios del Estado o mediante contratos atractivos de generación). Pero estas líneas de trabajo, harto conocidas y repetidas hasta el cansancio requieren de un valor local, de manera que el retorno del capital pueda verse conciliado ambientalmente y en un tiempo cómodo para el inversor. Esto es, la especificidad de las soluciones a los problemas generales, se debe basar en aclarar de qué modo se expresan los problemas globales a escala local y de qué manera a esta escala, comienzan a plantearse las alternativas. “Actuar global, pensar local”. Respeto a las identidades locales como principio básico.

CB: Qué le espera a la Espeleología, que se desarrolla en la Cordillera semiárida y donde se conserva fauna relictual de otros ambientes y otros climas del pasado.

LML: Sobre el cambio climático y el karst… es trascendente, como en la mayor parte del mundo, la reducción de la lluvia y la precipitación en general. En el frágil ecosistema cársico se siente el desequilibrio del subsistema hipogeo con la pérdida de caudal de los manantiales, la redistribución de nutrientes en las aguas, el desplazamiento de las biozonas en las cavernas, cambios en las velocidades de denudación en los acuíferos y la destrucción y/o reconstrucción de espeleotemas, migración de especies, variaciones en el sistema soporte de la cueva. A ello, deberá añadírsele otros problemas colaterales asociados al cambio climático, como la migración de las poblaciones vulnerables y las presiones agrícolas e industriales sobre nuevas zonas cársicas. 

Visto en detalle, el cambio en la extensión y volumen del sistema soporte de las cuevas y de las propiedades físicas y químicas del aire y las aguas trae, de inmediato, una redistribución de la flora y la fauna subterránea y, de seguro, como se nota en algunos hábitat especialmente frágiles, como las cuevas “calientes” o “frías”; es decir, con trampas térmicas, de una pérdida de la diversidad biológica subterránea, del cambio en los patrones de alimentación y nocturnidad de muchas especies y la migración de las mismas hacia zonas menos afectadas. Esto es particularmente importante para aquella fauna troglófila de especial relevancia para la agricultura, como los murciélagos. El descenso de los niveles de las aguas subterráneas y el cambio en las cargas de nutrientes, metales y microelementos tiene efectos especialmente dañinos respecto a la biota subterránea.

Pero, atención, el perjuicio al medio subterráneo no está sólo asociado al cambio climático. La pérdida del potencial económico y científico de las cuevas, sobre todo de aquellas adaptadas al turismo (las llamadas “show caves”) pueden ser (y han sido) consecuencia de problemas ambientales irresueltos o agudizados por malas prácticas de exploración y explotación petrolera y minera, la deforestación, la pérdida de suelo, la contaminación de los ríos y acuíferos y peores prácticas de saneamiento del karst.

N de la R. Los números entre paréntesis hacen referencia a recomendaciones bibliográficas del autor, según el siguiente detalle:

[1] CONFERENCIA DE NACIONES UNIDAS SOBRE MEDIO AMBIENTE Y DESARROLLO, EL 12 DE JUNIO DE 1992, Río de Janeiro, Brasil

[2] https://www.cambio16.com/al-gore-cambio-climatico-generara-mas-pobreza-migraciones-forzosas-e-incremento-de-enfermedades/

[3] Diario ABC, España, Diciembre 15, 2019

[4] https://actualidadhumanitaria.com/davos-los-empresarios-ven-el-cambio-climatico-como-una-oportunidad/

[5] https://www.bbc.com/mundo/noticias-49387169

[6] https://es.wikipedia.org/wiki/Efecto_Dunning-Kruger

[7] Molerio León, L.F. (2013): Centrales hidroeléctricas sustentables en el Trópico Húmedo y el papel de la integración multisectorial. Mapping Latino, 26 agosto 2013, 26:http://mappinglatino.com/blog/2013/08/26/centrales-hidroelctricas-sustentables-en-el-trpico-hmedo-y-el-papel-de-la-integracin-multisectorial/

[8] https://www.bb.undp.org/content/barbados/en/home/projects/R3i.html

[9] https://www.argentina.gob.ar/ambiente/cambio-climatico/tercera-comunicacion

[10] https://publications.iadb.org/publications/spanish/document/Argentina-Mitigaci%C3%B3n-y-adaptaci%C3%B3n-al-cambio-clim%C3%A1tico.pdf

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