En el marco de la habilitación del protocolo para filmación el teatro mayor de los mendocinos es una de las locaciones elegidas para la grabación de shows, obras completas y publicidades.

Desde la oficialización del nuevo protocolo de rodaje por parte del Gobernador de la provincia Rodolfo Suarez, el Teatro Independencia comenzó a recibir equipos de trabajo para la realización de producciones audiovisuales.

Este protocolo, elaborado por el clúster Filmandes y oficializado hace pocos días en el boletín oficial, permite el establecimiento de un plan de continuidad y recuperación de la actividad audiovisual, en la provincia de Mendoza, asegurando la protección de los trabajadores del sector, frente a la COVID-19.

Principalmente, se definen los lineamientos de prevención y protección a llevar a cabo en las diversas etapas de la cadena de producción audiovisual (pre-producción, rodaje y posproducción), sea cual fuese su formato o género.

Es importante mencionar que, entendiendo la complejidad y la dinámica de la actividad audiovisual y su relación directa con el entorno, este protocolo tendrá una revisión constante, a los fines de que su ejecución sea lo más útil y efectiva para el sector audiovisual.

Epicentro de la cultura mendocina

El Teatro Independencia es la principal sala de la provincia. Surgió de un proyecto del gobierno provincial del año 1922, para desarrollar un corredor turístico sobre la Plaza Independencia. La ejecución de la obra demandó dos años. Su diseño seguía el estilo académico francés y su fachada incluía un frontis neoclásico, con columnas corintias, un friso de estilo rococó, el Escudo de Mendoza en bajorrelieve y una balaustrada coronando el conjunto.

El diseño del interior se basó en los teatros de ópera italianos y en el vestíbulo destaca la escalera de mármol gris que da acceso a la sala. El teatro es la sede de la Orquesta Filarmónica de la Provincia de Mendoza.

El Teatro Independencia fue inaugurado el 18 de noviembre de 1925, con la premiére de La emigrada, una ópera del libretista argentino Vicente Martínez Cuitiño, representada por la Compañía Argentina de Dramas y Comedias y protagonizada por Camila Quiroga.

En 1944, el Teatro fue adaptado para la proyección de producciones cinematográficas y la primera obra proyectada fue Casablanca. El edificio sufrió un incendio generalizado en 1963, pero fue restaurado aceleradamente y, en 1965, fue reinaugurado con una presentación de la compañía estable de Ballet del Teatro Colón. Deteriorado por el paso del tiempo, debió ser nuevamente restaurado a partir del año 2000. El 21 de septiembre de 2003, fue reinaugurado con una presentación de la soprano mendocina Fabiana Bravo.