San Rafael, Mendoza viernes 19 de abril de 2024

El terraplanismo del medioevo – Por:.Beatriz Genchi

Para entrar a hablar sobre el terraplanismo en la Edad Media debemos partir de un concepto muy claro. Aristóteles en el año 340 a.C. y Ptolomeo ya habían hablado de la redondez de la tierra, siendo ambos considerados una autoridad incuestionable en la filosofía y las matemáticas, con seguidores como San Agustín, Isidoro de Sevilla y Tomás de Aquino, e incluso Copérnico y Galileo Galilei quienes fueron asiduos defensores de esta teoría.

El concepto de terraplanismo apareció en el siglo VI, cuando Cosmas Indicopleustes hizo una interpretación literal de la Biblia en la que no solo se decía que la tierra era plana, sino que además era rectangular, tal como el Arca de la Alianza. La Edad Media fue del siglo V al XV, es decir, exactamente desde la caída del Imperio romano, hasta 1492 cuando Colón llegó a América, aunque también se considera que otra fecha para el fin de la Edad Media es el año 1453, año en el que cayó el Imperio bizantino.

Aunque existía en la Edad Media el concepto de la tierra plana, se sabe que los académicos cristianos de dicha eran reconocían que la tierra era redonda, e incluso, consideraban como poco educados a aquellos que afirmaban que la tierra era plana. Más bien fueron historiadores como John William Draper, Washington Irving y Dickson White quienes hicieron popular el mito no solo de que la tierra era plana, sino de que había sido el concepto general en la Edad Media.

Se dice que en el medievo se consideraba que la tierra era plana, y que al final de ella existía algo llamado el “mar de los monstruos”, una especie de catarata, en la que al final de todo habitaban extrañas criaturas, las cuales abrían la boca para devorar toda nave que tuviese el terrible atrevimiento de llegar al final de semejante aventura.

Calamares gigantes, serpientes de un desproporcionado tamaño y además con siete cabezas, animales parecidos a una ballena con dientes que destrozarían una nave completa de un solo mordisco, un lobo gigantesco y hasta un hombre caníbal de un solo ojo hacen parte de los mitos medievales, que más bien buscaban que los viajeros no llegasen más allá de los límites establecidos en el mar.

Aún hoy existen defensores del terraplanismo. En lenguaje para entendidos, dicen que su forma es la de un esferoide oblato, un elipsoide rotacionalmente simétrico en el que los ejes polares son más chicos que el diámetro de su círculo ecuatorial. En lenguaje popular, que la Tierra tiene la forma de una lenteja. En el sitio oficial de la “Flat Earth Society” (organización creada a mediados de los años cincuenta, basada en las ideas del excéntrico inventor inglés Samuel Birley Rowbotham según su interpretación de la Biblia) aclaran con detalle y seriedad que la Tierra es un disco redondo de dimensiones indefinidas, que el Polo Norte geográfico está ubicado en el centro de ese disco, y la Antártida, alrededor de los bordes, “como en el logo de la Organización de las Naciones Unidas”.

Los terraplanistas contemporáneos, aseguran que no hay una curvatura visible en el horizonte y que ni siquiera se aprecia desde las alturas. «Tenemos testimonios de pilotos de avión que dicen que no se puede ver ninguna curvatura (…) Se ha sugerido que las ventanillas de estas naves distorsionan la vista de los pasajeros y les hacen creer que ven una curvatura», asegura la Flat Earth Society. Explican que el horizonte siempre se eleva para alcanzar el nivel de los ojos, lo que sería imposible si la Tierra fuera esférica.

Sin embargo, sus argumentos han sido rebatidos por físicos y astrónomos, incluso con pruebas fotográficas. A pesar de todo, el creer que la tierra es plana quedó para siempre marcado en la historia como un concepto medieval, ¡aunque ya sabes que no lo es!

Gentileza: 

Beatriz Genchi – beagenchi@hotmail.com
Museóloga – Gestora Cultural – Artista Plástica.

Puerto Madryn – Chubut.

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