En menos de veinte años, hemos experimentado tres pandemias, el síndrome respiratorio agudo grave (SARS), la influenza H1N1 y recientemente el coronavirus COVID-19.

La globalización e hiperconectividad ha permitido la circulación de enfermedades al rededor del  mundo por aire, tierra y mar. Esto significa para la comunidad un cambio radical en los hábitos que teníamos adoptados hasta hace unos meses atrás. Es por ello que como sociedad debemos aprender a convivir con la pandemia del COVID-19, y si bien estamos a la espera de vacunas o algún tipo de tratamiento farmacológico para erradicarlo, hay que hacernos eco de los cambios positivos que hemos adquirido a lo largo de esta cuarentena, para sostenerlos a lo largo del tiempo y posiblemente disminuir las probabilidades de nuevas enfermedades de este índole. 

Los profesionales de la salud somos conscientes de la importancia de la bioseguridad tanto para nuestros pacientes como para nosotros mismos para evitar cualquier tipo de contagio, es por ello que debemos ser responsables con el manejo de los protocolos sanitaros para la atención de cada una de las especialidades, remarcando que las recomendaciones de los organismos de salud se encuentran en revisión constante y se modifican permanentemente durante el transcurso de la pandemia.

En lo que concierne a las visitas odontológicas debemos tener en cuenta que es una de las tantas especialidades que para la atención del paciente se debe romper con el distanciamiento obligatorio y se mantiene un estrecho acercamiento, entonces como pacientes debemos ser cautelosos a la hora de tomar la decisión de concurrir al profesional si realmente no se cree necesario.

Algunos de los protocolos de atención odontológica se basan en las estrictas normas de desinfección y bioseguridad de siempre, pero agregando además el kit sanitario para el profesional y el paciente que consta con vestimenta descartable, como así también se agrega la desinfección de calzados, enjuague bucal de 1 minuto antes de la atención, citas entre paciente con lapsos no menor a 40-60 minutos, el paciente deberá tratar de no concurrir a la consulta acompañado y ser puntual para no generar aglomeraciones.

Como recomendación debemos recordar que manteniendo una buena higiene bucal (4 veces al día, con cepillo, dentífrico e hilo dental) y con una correcta alimentación, no sería necesario visitar al odontólogo en el transcurso de la cuarentena.

 

Agostina Russo Fernández

Odontóloga

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