Muchas veces ante el sonido de alarmas nos alertamos, ponemos atención en la valoración de la situación y con premura buscamos resolver el problema ante el inminente daño.
Otras veces, asumimos una actitud opuesta, más aún si y agotados por el sonido repetitivo e inquietante, preferimos la negación. Ejemplo es el despertador en las mañanas, si ya nos vamos a levantar…en un ratito…o agotados por la alarma del auto que repetidamente suena ante movimientos ya, sin asomarnos siquiera, la apagamos sin revisar si no es un amigo de lo ajeno que está robando el vehículo.
Incluso el semáforo en rojo en una intersección, vale lo mismo para el disco “Pare”, pasamos sin reparar en la posibilidad de que en el otro sentido pueda venir algún otro ser al que podríamos arrollar sin remedio, total ya lo hemos hecho tantas veces y nunca pasó nada…..hasta que pasa.
Día a día en nuestra provincia se suman nuevos diagnósticos de pacientes Covid positivos, día a día se suman enfermos sin nexo claro, clasificados como “en investigación”. La situación es que progresivamente la posibilidad de diseminación comunitaria del virus se hace más probable. Sin ir más lejos el día 06 de Julio ha sido record en muertes a nivel nacional como del números de infectados reportados en un día en nuestra provincia.
La interpretación de esta realidad no solo corresponde a nuestros dirigentes que deben prontamente abordar con sinceridad el hecho de gestionar recursos frente a un enemigo microscópico que se fortalece.
Sino que nosotros como sociedad debemos tomar una posición: o nos alertamos o posponemos “pateando” hacia adelante o hacia otros la responsabilidad de tomar medidas personales y familiares que nos protejan en lo individual y también en lo colectivo. Como se ha dicho muchas veces, y con toda la razón, solo en común unión, en comunidad podemos hacerle frente al Covid 19 y todas sus consecuencias.
Tenemos la posibilidad de tomar como ejemplos la evolución de la enfermedad en otros países como el nuestro propio, donde en ciudades como Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el conurbano (AMBA), notorias irresponsabilidades y descuidos de las personas han servido como partícipes necesarios e imprescindibles en la propagación del virus.
Como individuos debemos alertarnos, y lejos de paralizarnos, nuestra actitud debe ser activa en la prevención y cuidado de nuestra salud. Esto incluye otras patologías que también debemos considerar como importantes y no desmerecerlas como hipertensión arterial, enfermedad coronaria, diabetes mellitus, entre otras enfermedad crónicas cuyo daño ha aumentado considerablemente en pandemia sin que figuren en estadísticas diarias.
Para Covid aun a riesgo de ser repetitivo, distanciamiento social (solo salir del hogar ante situaciones que lo requieran imprescindiblemente), uso correcto de tapabocas (cubriendo siempre nariz y boca), lavado de manos frecuente, uso de alcohol y lavandina diluida, ante la duda consultar inmediatamente y respetar aislamiento preventivo (no apelar a actitudes evasivas despreciando riesgos).
Para enfermedades crónicas realizar controles con médico de cabecera, toma de la Tensión arterial frecuente como de glucemia, respetar la dieta correcta, cumplir con el tratamiento indicado en horarios y dosis, preveer la duración de la medicación y obtener recetas previamente antes de quedarse sin la medicación. Una dosis no respetada puede desencadenar situaciones de urgencia vital. Consulta oportuna ante síntomas de alarma como dolor de pecho, debilidades de sectores de nuestro cuerpo, trastornos de conciencia.
¡A reforzar las medidas de prevención! es verdad que estos meses han sido difíciles pero podemos enfrentar meses aún más complicados si nos alcanza la pandemia con toda su fuerza. No menospreciemos el riesgo que la situación actual conlleva. Las alarmas suenan…actuemos.
Gentileza:
Dr. Oscar Rubén Arrieta
Médico Cardiólogo
MP 7710
Contacto: drarrieta@piukesalud.com.ar
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