Durante muchos años, la vitamina C ha sido un remedio popular para el resfriado común. Y es que la llegada del invierno, también coincide con la posibilidad de aumentar el contagio de muchas enfermedades relacionadas con el aparato respiratorio, como la gripe. Para tratar de evitarlas, consumir esta vitamina de forma habitual, puede llegar a convertirse en una gran aliada para la salud al aumentar las defensas del sistema inmunológico.

¿Sólo en las naranjas?

Ante todo, es importante saber que hay vitamina C más allá de la naranja. Las verduras y frutas proporcionan cantidades importantes de este nutriente, que ayuda al sistema inmunológico a estar saludable, especialmente durante esta época de invierno. Además, permite la absorción de otras vitaminas, lo que la convierte en esencial.

Los pimientos tanto rojos como verdes, espinacas, brócoli, repollo, o los ajos son algunas de las verduras que mayores fuentes de vitamina C incluyen. En cuanto a las frutas, destacan los cítricos como las naranjas y pomelos, pero las fresas, el mango, papaya, el ananá, el kiwi o el melón también ayudan a mantener las defensas altas. Estos alimentos son especialmente beneficiosos si se toman crudos o sin cocer, ya que al cocinarlos o almacenarlos durante mucho tiempo puede reducir la cantidad de dicha vitamina.

Por otra parte y aquellos que no sean fanáticos de las frutas, esta vitamina también puede encontrarse en algunos cereales y en otros alimentos vienen enriquecidos con vitamina C, por lo que se recomienda siempre leer las etiquetas del producto para ver cuánta vitamina contiene.

¿Por qué es importante consumir este nutriente?

La salud del sistema inmunológico, la piel, el corazón y las encías dependen en gran medida de consumir vitamina C en cantidades adecuadas, además de considerarse un excelente antioxidante, ya que lucha contra el envejecimiento prematuro y previene el cáncer.

Pero no solo eso. Una de las razones por las que la vitamina C es tan importante para el organismo es porque participa en diversos procesos esenciales para el organismo. Uno de los más importantes es la cicatrización, debido a la vinculación de este nutriente con la producción de colágeno.

La ausencia del también conocido como ‘ácido ascórbico’ puede ser perjudicial para la salud, ocasionando anemia, gingivitis, tendencia a la formación de hematomas, inflamación y dolor de las articulaciones o incluso escorbuto.

Sin embargo, también es importante saber que demasiada vitamina C puede ser perjudicial para la salud, por tanto se debe mantener la cantidad adecuada, que ronda al día los 75 gr en las mujeres y 90 mg para los hombres, pero por supuesto, siempre es preferible consultar al médico de cabecera para que aconseje de forma específica a cada persona sobre el tema.

Vitamina C y Coronavirus

Como se mencionó antes, la ingesta de esta vitamina puede ayudar a evitar algunas enfermedades al ayudar con el refuerzo del sistema inmunológico. En el caso del COVID-19, si bien es un virus, es invernal y provoca síntomas parecidos a la gripe, no ocurre lo mismo aunque sea lógico pensar de forma intuitiva que tomar un plus de vitamina C en estos momentos puede ayudar a prevenir la enfermedad. Por eso, consumir este nutriente no tiene relación con las posibilidades de evitar contraer el Coronavirus.

Fuente:https://www.elsol.com.ar/por-que-es-bueno-consumir-vitamina-c-en-invierno