En el mismo sentido opinó Sergio Saracco, director del Observatorio de Salud Pública de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Cuyo. Dijo que lo esperable es que en todo el mundo exista la presencia del virus si no se cumplen las medidas mínimas de bioseguridad.

Saracco remarcó que lo mejor es considerar siempre la hipótesis de que quien está enfrente puede ser un posible portador asintomático y por ello hay que cuidarse.
“Tenemos que partir de que el Sars CoV-2 es un virus muy tramposo, ya que confiere gran cantidad de pacientes asintomáticos”, explicó.

Y agregó: El aislamiento es una barrera física que corta la transmisibilidad del virus pero, al ir flexibilizándose, la barrera empieza a caer generando una sensación de extrema seguridad, pensando que no hay virus circulante”.

Saracco destacó que la flexibilidad es necesaria por una cuestión de salud mental, de supervivencia económica y hay que retomar las actividades responsablemente. “Por eso ahora más que nunca, que no vamos estar en la casa, tenemos que tomar las medidas de bioseguridad”, remarcó.

“No hay evidencia que asegure que tengamos circulación, pero tenemos que partir con la prevención. Si me anticipo con ella, vamos a seguir con esta situación de casos aislados y así mantener el sistema sanitario disponible para cualquier urgencia”, concluyó el especialista.

Por su lado, Vila consideró que el Gobierno tiene un rol y los ciudadanos deben tener su propia responsabilidad en esto. “El Gobierno no va a poder estar encima de cada uno diciéndole lo que tiene que hacer”, afirmó.

Luego detalló por qué, por las características del nuevo coronavirus, la actitud individual es vital: “El R0, que es la tasa de transmisibilidad de una enfermedad infecciosa, depende de las conductas de las personas, especialmente en este virus que se transmite por superficies contaminadas y por cercanía. En el caso de patógenos que se transmiten por vía aérea, la conducta de las personas no tiene tanta incidencia (como es el caso de la varicela, la tuberculosis y el sarampión)”.

Vila explicó que, cuando hay dos conductas tan claras que protegen como la distancia social y el lavado de manos, la tasa de transmisión del virus depende mucho de la conducta humana.

Consideró que las personas, más que estar atentas a los números, si hay más o menos casos, deben atender estas medidas y no esperar ningún milagro “porque es una pandemia y hay que aguantar”, manifestó.

Cautela en el Gobierno

El jueves el presidente Alberto Fernández autorizó una mayor flexibilización de las actividades en provincias donde no hay circulación, entre las que incluyó a Mendoza, pero la última palabra sobre lo que se permitirá la tiene el Gobierno provincial.

El mandatario local ha pedido responsabilidad al sostener que, sobre tal cosa, no puede haber certezas.

Asimismo, de los 94 Covid-19 positivos detectados en la provincia quedan seis en investigación, ya que no se ha podido identificar el nexo epidemiológico.

“Es muy difícil saber si hay circulación o no porque llevamos tres o cuatro días, no sé cuántos, que no hay casos. Habíamos llegado a tener ocho días pero no podemos cumplir aún 10 días sin casos. Por eso digo que tenemos que ser muy prudentes”, manifestó el mandatario en una entrevista televisiva con Canal 9.

“En esto el comité epidemiológico es el que nos está indicando cuál es el camino en cuanto si hay circulación o no”, concluyó Suárez.

Prevención con regla nemotécnica

El doctor Sergio Saracco propuso una regla nemotécnica para recordar las medidas de prevención ante el Sars CoV-2: Di-Ma-Ma.

Di-stancia de seguridad de 2 metros entre personas.

Ma-scarilla facial, la cual debe cubrir nariz, boca y mentón. Aquí el especialista remarcó la importancia de la cobertura de la nariz, ya que explicó que muchos usan el barbijo por debajo y se ha visto que allí puede haber alta concentración del virus.

Ma-nos limpias, las cuales deben higienizarse preferentemente con agua y jabón. De no tener, con alcohol en gel.

Por otra parte, hay que tomar en cuenta otras indicaciones, como salir solamente para lo necesario, evitar el uso del transporte público de pasajeros y ventilar adecuadamente los ambientes de las casas al menos una hora por día.