La pandemia mundial de COVID-19 afecta y afectará nuestras vidas para siempre. Con los niños estudiando en casa y los padres trabajando remotamente, gestionar el equilibrio entre la vida laboral y personal, y mantener la casa ordenada puede parecer una tarea imposible. 

Mientras permanecemos confinados en nuestros hogares hay más platos sucios, más basura y más áreas de la casa para organizar y mantener desinfectadas.

Las circunstancias extraordinarias de cuarentena y aislamiento social generaron un cambio en las rutinas diarias y obligaron a las personas a adaptarse a una nueva modalidad de convivencia familiar, durante las 24 hs del día los 7 días de la semana. En este contexto de incertidumbre, el estrés y el aislamiento, se puede generar una activación emocional importante, en la que los sentimientos de enojo, irritabilidad, tristeza y ansiedad pueden influir en la relación familiar, aumentando el nivel de conflicto. Este escenario requiere la utilización de recursos que permitan adaptarse a la nueva situación y que promuevan el desarrollo de la resiliencia y la salud emocional familiar.

Con el objetivo de brindar soporte y herramientas para afrontar la situación actual de aislamiento social que viven los argentinos y, así, fortalecer la capacidad de resiliencia de las personas, Infobae, Facebook, Instagram, Fundación INECO y UNICEF se unieron para presentar la campaña #EnCasaconSalud, una iniciativa para promover el bienestar emocional durante la cuarentena que afecta a millones de personas por la pandemia del COVID-19.

Según la licenciada María Fernanda Giralt Font, subdirectora del Departamento de Psicoterapia de INECO, “a la hora de organizar una nueva rutina en este contexto, será muy importante tener en cuenta los distintos valores personales y familiares, para que ninguno de ellos quede afuera a la hora de organizar las actividades y tareas diarias y semanales”.

Para los miembros de la familia, sentirse como un ciudadano que contribuye al hogar puede generar confianza, un sentido de cercanía y autoestima (Marcelo Regalado)
Para los miembros de la familia, sentirse como un ciudadano que contribuye al hogar puede generar confianza, un sentido de cercanía y autoestima (Marcelo Regalado)

Uno de los pasos más importantes para determinar quién hace qué y por qué es la comunicación entre los socios, dijo en diálogo con la CNN Jill Yavorsky, profesora asistente en el departamento de sociología y el programa de ciencias de la organización en la Universidad de Carolina del Norte Charlotte.

Los aspectos positivos de un consenso familiar sobre las tareas no solo hacen que el hogar sea más limpio, sino que también pueden extenderse a sus relaciones. La investigación muestra que las relaciones igualitarias están asociadas con una gran cantidad de beneficios positivos, dijo Yavorsky. Los hombres y las mujeres que dividen el cuidado de los niños y las tareas domésticas tienden a informar una mejor satisfacción en la relación.

Para los miembros de la familia, sentirse como un ciudadano que contribuye al hogar puede generar confianza, un sentido de cercanía y autoestima. Puede reducir el estrés en el ambiente que se generaría por discusiones sobre una distribución injusta del trabajo doméstico.

“La comunicación continua sobre los roles en términos de cuidado de niños y tareas domésticas, y alentarla como parte de su rutina familiar normal, puede ayudar a garantizar una distribución uniforme de las tareas domésticas después del distanciamiento y las cuarentenas”, concluyó Yavorsky.

Aunque los hombres y las mujeres realizan más tareas domésticas y cuidado infantil de lo habitual durante el cierre, una encuesta encontró que los resultados sugieren que no están dividiendo el trabajo de manera diferente o más equitativa que antes (REUTERS/Jason Redmond)

Aunque los hombres y las mujeres realizan más tareas domésticas y cuidado infantil de lo habitual durante el cierre, una encuesta encontró que los resultados sugieren que no están dividiendo el trabajo de manera diferente o más equitativa que antes (REUTERS/Jason Redmond)

Sin embargo, la educación en el hogar, la nueva tarea de los padres provocada por los bloqueos de coronavirus, está siendo manejada desproporcionadamente por las mujeres, según una nueva encuesta de Morning Consult para The New York Times. Los padres no necesariamente están de acuerdo, casi la mitad de las personas con hijos menores de 12 años informan que pasan más tiempo que su cónyuge, pero solo el 3 por ciento de las mujeres dicen que su cónyuge está haciendo más. El ochenta por ciento de las madres dicen que pasan más tiempo en ello.

Aunque los hombres y las mujeres realizan más tareas domésticas y cuidado infantil de lo habitual durante el cierre, la encuesta encontró que los resultados sugieren que no están dividiendo el trabajo de manera diferente o más equitativa que antes. El setenta por ciento de las mujeres dice que son total o principalmente responsables de las tareas domésticas durante el encierro, y el 66 por ciento lo dice para el cuidado de los niños, aproximadamente las mismas partes que en tiempos típicos.

Nuevamente, los hombres y las mujeres lo ven de manera diferente. Una proporción mucho menor de hombres, alrededor del 20 por ciento, está de acuerdo en que sus cónyuges son total o principalmente responsables del trabajo doméstico y del cuidado de los hijos. Alrededor del 20 por ciento de los hombres dicen que son total o principalmente responsables de estas tareas durante el cierre. Solo alrededor del 2 por ciento de las mujeres están de acuerdo. Aunque no es posible estar seguro de qué percepciones son correctas, años de investigaciones anteriores que utilizan diarios de tiempo han demostrado de manera consistente que los hombres a menudo sobreestiman la cantidad que hacen y que las mujeres hacen más.

Poder delimitar tiempos de trabajo y estudio, diferenciándolos del resto de las actividades, va a permitir aprovechar y disfrutar más el resto de las actividades de la vida diaria y también va a facilitar la convivencia (Daniel Levin via The New York Times)

Poder delimitar tiempos de trabajo y estudio, diferenciándolos del resto de las actividades, va a permitir aprovechar y disfrutar más el resto de las actividades de la vida diaria y también va a facilitar la convivencia (Daniel Levin via The New York Times)

“Para que la rutina de cuarentena sea equilibrada, sería saludable que incluya actividades que con la flexibilidad mencionada, contemplen un cierto balance ocupacional entre el tiempo de ocio, el tiempo de trabajo o estudio, y el tiempo de llevar adelante hábitos saludables”, sostuvo Giralt Font en diálogo con Infobae.

Los hábitos saludables incluyen desde una alimentación lo más sana posible, un buen descanso dentro de horarios regulares intentando no modificarlos cada día, tener presentes todas las medidas de higiene recomendadas por los organismos de salud y en lo posible realizar algún tipo de actividad física, lo más cercana posible a la que se realizaba antes de la cuarentena.

Poder delimitar tiempos de trabajo y estudio, diferenciándolos del resto de las actividades, va a permitir aprovechar y disfrutar más el resto de las actividades de la vida diaria y también va a facilitar la convivencia. El tiempo de ocio podrá incluir momentos de introspección y espacio personal, momentos en los que de ser posible, se compartan actividades con la familia y momentos en los que a través de las plataformas virtuales se pueda establecer contacto con los amigos y afectos.

Una vez más, más allá de estas recomendaciones generales, a la hora de organizar una nueva rutina en este contexto, será muy importante tener en cuenta los distintos valores personales y familiares, para que ninguno de ellos quede afuera a la hora de organizar las actividades y tareas diarias y semanales.