La llegada del frío y las consecuentes nevadas en alta montaña ocasionan todos los años el cierre del Paso Internacional a Chile, lo que conlleva que cientos de camiones se reúnan en distintos espacios mientras aguardan para continuar con sus viajes. Al respecto, este jueves se frenó el ingreso a la provincia en Desaguadero, a la espera de la reapertura del cruce. Esto generó un efecto espejo por parte de San Luis.

En declaraciones radiales, Osvaldo Valle, vocero de Gendarmería indicó que el Paso se habilitó a media mañana de este viernes sólo para el transporte de cargas, “no así para vehículos particulares ni tampoco lo relacionado con los ómnibus”. Esto permitió que los cerca de 450 camiones que aguardaban en la playa de Uspallata comenzaran a salir con destino a Chile.

Esta playa que tiene capacidad para 800 vehículos de carga está trabajando con capacidad reducida al 50%, como medida preventiva por el coronavirus.

Cómo se realizan los controles

Néstor Majul, subsecretario de Relaciones Institucionales del Ministerio de Seguridad, explicó cómo se realizan los controles a los choferes de camiones a raíz de la pandemia. Según detalló, una vez que los camiones llegan a Uspallata, se permite que los choferes desciendan en grupos de entre 15 o 20 personas a realizar el correspondiente papeleo para regresar nuevamente a los vehículos.

“Los camioneros están bajando en grupos. Se mantiene la distancia, utilizan el tapabocas y realizan los trámites con tranquilidad. El objetivo es evitar las aglomeraciones y que puedan continuar lo más rápido posible”, indicó el funcionario.

Además, Gendarmería Nacional realiza el control sanitario a los trabajadores, que implica el control de temperatura y, en caso de detectar un caso sospechoso, se activa el protocolo correspondiente y se solicita una ambulancia.

«No ha habido por ahora casos sintomáticos de transportistas. Indudablemente hablamos de que pasan en promedio 450 camiones hacia Chile y 450 vuelven. Es un promedio de 900 choferes que diariamente van y vienen, pero los controles se van haciendo», resaltó el vocero de Gendarmería al respecto.

La playa de Uspallata contempla un espacio de guarda para casi 800 camiones. Sin embargo, actualmente está operando al 50%.

Cuando este espacio alcanza la capacidad permitida, se evita que los transportistas continúen subiendo y paren en la playa ubicada en las inmediaciones de la destilería en Luján de Cuyo. “Los hacemos esperar ahí y los vamos mandando por tandas”, detalló Najul.

Este espacio está habilitado para 600 vehículos, y también está trabajando con capacidad reducida al 50%. Allí se montó una estructura de control sanitario y, en caso de que deban aguardar varios días por el cierre del cruce fronterizo, está previsto “llevarles viandas para que no estén circulando”, agregó el funcionario de Seguridad.

Por su parte, desde la Asociación Propietarios de Camiones de Mendoza (Aprocam) indicaron que enviaron alcohol a los agentes de transporte, mil litros de hipoclorito de sodio y una mochila fumigadora para colaborar con las medidas preventivas.

También colocaron una carpa de 60 metros cuadrados que permite que unas 10 personas puedan aguardar al resguardo mientras esperan su turno para realizar los trámites.

Camiones parados en el ingreso a Mendoza

Este miércoles el Paso se cerró a raíz de las condiciones imperantes en alta montaña, se reabrió nuevamente el jueves por la mañana y, pasado el mediodía volvió a inhabilitarse el tránsito. Como consecuencia, se impidió que los transportistas ingresaran a la provincia en Desaguadero.

“Siempre pasó lo mismo, por más que no esté pandemia. Cuando se cierre el Paso se intenta que se queden en origen o en lugares donde tienen servicios”, explicó Najul.

Y agregó: “Una vez que se llenan los lugares de aparcamiento, se cierra el ingreso muchos se quedan en San Luis” hasta que se vuelve a habilitar el paso y pueden continuar con su circulación.

Sin embargo, esta medida que se tomó del lado mendocino, tuvo un efecto espejo en la provincia puntana, quienes frenaron el tránsito de los vehículos de carga que debían continuar con sus viajes hacia otros puntos del país.

Al respecto, Daniel Gallart, presidente de Aprocam, indicó que al acumularse los camiones del lado puntano, “creemos que San Luis tomó la medida espejo y se empezaron a amontonar los que iban desde Mendoza hacia el este, generando una cola de casi 30 kilómetros”.

El inconveniente se solucionó durante la noche de este jueves y se reanudó el tránsito. “No tiene sentido tomar estas medidas arrebatadas”, sostuvo el titular de Aprocam y lamentó que la situación “que duró solamente un día es el indicio de lo que va a pasar de cara al invierno”.

A tal fin, indicó que están trabajando en una propuesta para presentar al Gobierno provincial para trabajar “la situación en conjunto. A la problemática de la cordillera, que es de larga data, le agregamos la problemática del COVID”, sostuvo.

Si bien, reconoció que ante la pandemia no se puede albergar a una gran cantidad de vehículos de carga en Uspallata, resaltó que es necesario contenerlos en algún lado, por lo que buscan trabajar en conjunto con las autoridades nacionales y provinciales para poner un orden.

“Que tengan una participación contundente en el asunto, porque son los que tienen el poder de policía para controlar y ordenar”, resaltó Gallart.