Argentina y el Bondholder Group están hoy a entre un 5 y 7% de distancia de llegar a un acuerdo de reestructuración de deuda emitida bajo jurisdicción internacional. Para esto se necesitará una decisión política de Alberto Fernández para que acepte liquidar, sólo a estos bonistas, un cupón PBI (o similar) que esté atado a la medición que surja de la aplicación del artículo IV de un futuro acuerdo con el FMI.
Como se trata de tenedores de bonos Par y Discount emitidos durante los gobiernos de Néstor y Cristina Fernández de Kirchner (el primer canje del 2005 y su reapertura del 2010), consideran que tienen derechos adquiridos para que se les aplique una solución mejor que a los que poseen deuda lanzada durante la gestión de Mauricio Macri. Saben que tienen deuda de bonos ya reestructurados, y que el “endulzante” debe ser de mejor calidad financiera que las de sus primos con deuda emitida desde 2016. Avanzadas ya las negociaciones, los bonistas se concentran en atar un premio vinculado al crecimiento de la economía.
Esta alternativa siempre fue rechazada por Guzmán, que considera el reconocimiento de este derecho como una herejía para el andamiaje diseñado en su fallida propuesta original que quedó sepultada el 8 de mayo pasado, con una aprobación de 18,6%. Trascendió incluso que el propio Guzmán, al retomar el dialogo la semana pasada y reabrir las negociaciones con este grupo de acreedores; lanzó una frase que dejó algo fríos a sus interlocutores que desde Nueva York, vía satelital escuchaban al ministro: “No era intención de este ministerio mejorar los números. Es una decisión política”.
Guzmán mejoró sustancialmente la oferta original para los tenedores de deuda emitida durante el kirchnerismo, pasando de un Valor Presente Neto (VPN) original de 39% a uno de 44/45%. El Boldholders pide hoy un 55%. La aplicación de un cupón PBI pasaría ese porcentaje a un 50%. Si el Presidente acepta este pago extra (el ministro está en contra), el acuerdo se cierra. Este cupón, tal como adelantó este diario, se liquidaría cuando la economía argentina crezca más de 3% durante un año; pero con una salvedad: medido a través de los términos del FMI y la aplicación del artículo IV de un futuro acuerdo con el organismo.
Las negociaciones están en el acuerdo de confidencialidad presentado en sociedad el lunes pasado, donde el grupo confirmaba que su contrapropuesta era la de tres bonos, dos con vencimientos en 2033, 2040 más el cupón ligado al PBI; lo que ubicaba el VPN en 52%. Guzmán les ofrece ahora bonos con vencimientos en 2038 y 2042, tiempos que podrían acercarse a las propuestas de los acreedores siempre que no se toque la tasa de interés de la oferta original de un 0,5% en 2033, ascendente hasta 2,5% en el promedio general, que no haya liquidaciones hasta el último trimestre de ese año.
Como se dijo, la decisión sobre el otorgamiento, o no, de un cupón PBI, dependerá de Alberto Fernández. Existe un capítulo más donde aún hay diferencias. Los bonistas reclaman que haya un pago de los vencimientos del 2020. Economía descarta de plano esa alternativa (a rajatabla), y se cree que se trata en realidad de una carta nula (en términos del Póker clásico), que se cederá para luego decir que también entre los privados hubo concesiones.
El Exchange Bondholders está integrado por 18 instituciones de inversión y colectivamente posee más del 15% de los bonos de cambio en circulación emitidos por Argentina bajo legislación de 2005 y de canje de 2010. En otros fondos están HBK Investments, Monarch Alternative Capital LP, Oaktree Capital Management, L.P., Pharo Management (UK) LLP, Redwood Capital Management, LLC y VR Capital Group, y colectivamente poseen “casi $4 mil millones en bonos emitidos por la Argentina”. Está en contacto permanente con el Comité de Acreedores de la deuda externa, el grupo de acreedores organizado por los dos fondos de inversión más cercanos al Gobierno: el Gramercy y el Fintech, tenedores de deuda bajo legislación internacional emitida durante el kirchnerismo, pero con inversiones también en bonos macristas.
Se especula, por la llegada de ambos fondos con el Gobierno, que de llegarse a un acuerdo con el Boldholders Group, la posibilidad de un acuerdo con este segundo grupo sería inminente. Si esto se diera, la aceptación general del proceso de reestructuración de la deuda llegaría al 50% del total. Todo quedaría en manos de lo que se discuta con el Grupo Ad Hoc. Aquí militan BlackRock, Fidelity, Ashmore y Pimco; donde la posición es más radicalizada y las partes aún sostienen diferencias de VPN de más de 10%. El Gobierno ofrece un 45% y los bonistas presentaron una contraoferta que se acerca al 55%.
Fuente;https://www.ambito.com/economia/deuda/argentina-y-el-grupo-bondholder-5-lograr-acuerdo-n5105344
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