La pandemia covid-19 ha generado que todo el sistema sanitario y la atención de toda la población se concentre en síntomas respiratorios y fiebre como los elementos a ser detectados con celeridad, como así también los servicios médicos en logística, recurso humano, infraestructura e inversiones toman como objetivo al coronavirus.

El aislamiento social, o como lo llamamos la cuarentena, ha significado que nuestras costumbres y hábitos cambien y en muchos, estos cambios profundizan el sedentarismo, la mala alimentación, el estrés y ansiedad ante lo desconocido y el tiempo indeterminado de duración de las medidas actuales, el aumento de consumo de alcohol y tabaco, todos factores de riesgo cardiovascular reconocidos como grandes responsables de enfermedad y mortalidad.

Si a esto le sumamos el cierre de muchos centros de atención primaria y consultorios de profesionales y médicos particulares, la concentración de pacientes respiratorios en hospitales, el miedo a contagiarse, la dificultad en acceder a la confección de la receta como a su compra, el impacto en las economías familiares se genera un “combo” peligroso para nuestra salud.

No debemos olvidar que las enfermedades cardiovasculares son las responsables de la muerte de millones de personas en el mundo cada año, y en nuestro país, fueron aproximadamente 100.000 decesos en el 2019 por esta causa. Actualmente vemos que la estadística de mortalidad y complicaciones por estas patologías van en sensible aumento.

Otro aspecto a tener en cuenta, que pacientes con hipertensión arterial, diabetes, enfermedad pulmonar crónica, insuficiencia cardíaca, enfermedad aterosclerótica, y más aún si no están compensadas, son elementos que incrementan la mortalidad al padecer el coronavirus.

La situación es tan compleja que, a modo de ejemplo, la posibilidad de tratar infartos agudos con angioplastia y stents coronarios ha disminuido drásticamente, ya que, como medida preventiva de contagios, la indicación actual es la realización de tratamiento farmacológico no invasivo.

Entonces, debemos fortalecernos adecuadamente. No podemos relajarnos, debemos estar atentos en cuidarnos y no exponernos tampoco a sufrir complicaciones severas por no considerar estos aspectos como importantes al estar abrumados por tanta información contra el covid 19.

Consejos prácticos a tener en cuenta:

• Pacientes con enfermedades cardiovasculares, diabetes, enfermedad pulmonar deben permanecer en aislamiento social estricto.
• Confirmar medio de contacto con médico de cabecera y la posibilidad de consultarlo a distancia.
• Hacer un listado detallado de la medicación indicada, tenerlo a mano y llevar el registro del stock de los fármacos, a fin de buscar la prescripción de la receta con tiempo suficiente antes de que se acaben.
• Extremar el control y adherencia de cumplir con las indicaciones médicas. Muchos pacientes, pueden olvidarse de cumplir horarios o disminuir dosis para mayor duración de la medicación que poseen.
• No suspender ni cambiar ningún tratamiento sin consulta y autorización médica.
• Control de tensión arterial, glucemia, saturación para poder identificar rápidamente una alteración.
• Muchas obras sociales han implementado plan de contingencias para sus afiliados. Averiguar y asegurarse la disponibilidad de las mismas.
• No dilatar la consulta en guardias, ambulancias o cualquier sistema de urgencias médicas disponible ante síntomas como dolor de pecho opresivo, falta de aire, hipertensión arterial severa, elevación de glucosa en sangre, debilidad intensa y/o parálisis de algún sector del cuerpo.

Gentileza: Oscar R. Arrieta

Médico Cardiólogo

Mat. Prov. 7710

Mail: drarrieta@piukesalud.com.ar