San Rafael, Mendoza viernes 29 de noviembre de 2024

Hiperinflación pospandemia: ni tan lejos ni tan cerca, pero sí evitable

 No alcanza con controlar al comercio minorista como hasta ahoraLos monetaristas vaticinan una hiperinflación. Los estructuralistas creen que la recesión limita la suba de precios. Lo importante es anticiparse y tomar medidas.

No alcanza con controlar al comercio minorista como hasta ahora, sino desde el eslabón 1, que suele ser el disparador.

La inédita inyección de dinero que se estará volcando a la economía en estos días para atenuar el impacto de la cuarentena avivó un eterno debate. En el ala más liberal los monetaristas vaticinan una hiperinflación, y en el más estructuralista, consideran que la recesión limita una disparada de precios.

Sobre esa realidad, es importante considerar que la hiper puede ser una posibilidad, y repasar recaudos para evitarla. Sabemos qué, a diferencia de otros momentos, la inyección de dinero ocurre con miles de fábricas paradas, con stock comercial sin vender, y eso da tiempo para actuar. Porque cuando comience a activarse la demanda generada por la emisión volcada en ingresos, como las empresas tienen capacidad ociosa alta, podrían poner en marcha su proceso productivo sin subir precios.

Hasta ahí es lo que suponemos. Porque la historia reciente y pasada muestra que en la práctica ese proceso no es limpio. Que habrá empresas aprovechando para remarcar. ¿Si lo hacen en medio de esta grave crisis con productos sensibles como es la tela para barbijos o termómetros digitales, por qué se comportarían mejor después? En un test reciente que hicimos desde el IIEP-Baires-UBA, encontramos que, en situaciones similares, el 44,4% de los vendedores se comportan de manera egoísta.

Porque con esa base de comportamiento, hay dos medidas sobre las que tranquilizaría observar más acción oficial. Por un lado, una enseñanza que nos fueron dejando esos test, es que es posible moldear comportamientos frente a los precios, generando compromiso social, castigo reputacional. Educando para ser más responsables. Esto, que parece ingenuo, hoy es una necesidad que deben encarar nación, provincias y municipios: trabajar en modificar hábitos.

Por otro, para evitar procesos de distorsión o especulación de precios, hay que identificar a los remarcadores de toda la cadena. No alcanza con controlar al comercio minorista como hasta ahora, sino desde el eslabón 1, que suele ser el disparador. En Concepción del Uruguay, Entre Ríos, se lanzó en estos días una app, www.controlate.com.ar, donde los consumidores pueden escanear los códigos de barras de los productos para cotejarlos con los precios máximos y denunciar si salen de rango. La novedad es que también los comercios y distribuidores pueden denunciar abusos en la mercadería que reciben. Se puede trabajar sobre eso: ampliando la lista de productos con precios máximos hacia otros sectores y animando a las empresas a informar los movimientos en su cadena de precios para focalizar los controles.

Dependencia

Hay otro punto en la prevención de la inflación: cuando arranquen las máquinas, quedará visible que muchos elementos que necesitan las fábricas son importados. Mismo con el consumo minorista. Apenas comiencen a producir las empresas o consumir las familias, tanto si hubiera dificultades de abastecimiento con importación como si no, presionará en precios. En el primer caso porque no habrá insumos, bienes intermedios o los que hay son más caros, y en el segundo porque las importaciones presionarán sobre la demanda de dólares que no tenemos y obligará a deslizar el tipo de cambio oficial impactando en precios.

Nuevamente, para limitar ese efecto, hay que anticiparse desde la cuarentena. Es buen momento para impulsar sustitución de importaciones en bienes de capital y tecnología, sobre todo. Así como hoy se subsidian emprendimientos vinculados a salud y Covid-19, igual debería hacerse con esas actividades: prepararlas para la poscuarentena. Si los pesos van a financiar inversiones allí, se aumenta la oferta, se activa la industria, se genera empleo, y se reduce la necesidad importada, o lo mismo decir: de dólares.

En simultáneo, si se logra empujar la oferta, hay que promover el compre nacional como política anti-hiperinflacionaria y negociar el préstamo pendiente con el FMI. Tener los dólares a mano para enfrentar presiones sobre la divisa, ayudará.

Pero también es momento para otros ajustes. Como bajar el costo administrativo generado por la alta burocracia del Estado. Las demoras en la reglamentación de las medidas sacadas en las últimas semanas o los sobre precios en el Ministerio de Desarrollo Social dejan visible lo que sucede puertas adentro. Qué mejor momento que esta cuarentena improductiva para mejorar ineficiencias que encarecen y reducen la productividad de la economía.

El rol de los bancos, que poco compromiso mostraron en estos días, es otro pilar en la prevención de inflación poscuarentena. Con una economía en crisis, si no se bajan generosamente las tasas, los precios recibirán el sobre costo financiero por tasas y moras. De igual modo, el BCRA deberá gestionar su stock de deuda remunerada, porque mientras siga creciendo, los intereses que pagará serán otra fuente de desestabilización. Es preferible que se subsidien tasas en préstamos dirigidos a inversión en industrias generadoras de insumos y bienes de capital para reducir la dependencia importada, a que los bancos dirijan sus fondos a deuda del BCRA, que además de secar el crédito productivo, obliga al organismo a pagar miles de millones en intereses.

En la Argentina nada nos garantiza que no pueda existir una disparada de precios. Y vaticinarla puede terminar siendo nafta en una llamarada. Pero la mejor forma de contrarrestar esas profecías es mostrar un programa de prevención inflacionaria anticipado. Quizás hay algo en proceso. Aliento a no dormirnos.

(*) Investigadora de IIEP Baires-UBA y autora de “Atrápame si puedes, el secreto de la inflación argentina”.

Fuente:https://www.ambito.com/opiniones/precios/hiperinflacion-pospandemia-ni-tan-lejos-ni-tan-cerca-pero-si-evitable-n5095579

 

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