A continuación, la desgrabación de sus principales conceptos:

• Para analizar la economía de hoy, en medio de la crisis del coronavirus, hay que remitirse a la Segunda Guerra Mundial para ver parámetros del mundo, aunque uno -siempre endogámico- suele volver a las situaciones que se vivieron en el país. De todos modos, a diferencia de lo que sucedió en ese entonces, esta crisis que vive el mundo es sincronizada y voluntaria. Son los gobiernos -en conjunto- los que deciden parar la economía para evitar que se produzcan más contagios.
• Hasta la pandemia, el mundo iba a crecer un 3% en 2020; ahora, se estima que la economía global caerá un 3%. China, por su parte, venía creciendo al 6% anual; pero la proyección ahora es que no crezca o lo haga solo en un 1%. Y esto incide en la Argentina porque es el principal comprador de la materia prima que se produce en el país. Sumado a esto, Estados Unidos, que crecía al 2% este año, caerá -de mínima- un 6%.
• Los principales economistas de los bancos de inversión a nivel mundial asumen que no habrá una segunda ola de infectados y observan la situación actual de China. Considerando estas variables, proyectan que la recuperación será más rápida de lo que se esperaba y, a nivel global, tardará solo cuatro trimestres. Sin embargo, se estima que la Argentina necesite al menos cuatro años.
• Esto es porque el mundo siguió una receta, y la Argentina siguió otra. El mundo hizo un «shock» de oferta: bajó impuestos, aprobó medidas de estimulación fiscal y aprobó paquetes monetarios para que le resulte más fácil a las empresas endeudarse, de manera tal que puedan reactivarse más rápido. Por ejemplo, Estados Unidos destinó 10 puntos de su producto bruto interno y la Reserva Federal colocó otros 20 puntos como estímulo monetario. Es decir, un «bazuca» de 30 puntos de una economía gigante como lo es la estadounidense.
• Por el contrario, el presidente Alberto Fernández celebró el primer mes de cuarentena y habló del esfuerzo de la economía argentina que destinó 3 puntos de ese PBI. La diferencia es que el «shock» de oferta es distinto al «shock» de demanda. El primer término es cuando se pretende incentivar al sector privado que es clave para la economía porque es el que más empleo genuino genera; mientras que el «shock» de demanda implica colocar plata en los bolsillos de personas de determinados segmentos pensando que así se los va a favorecer.
• Por otro lado, si en mayo una empresa no puede afrontar sus obligaciones (comos los sueldos y los impuestos) cerrará, y todos sus empleados perderán su trabajo. En ese sentido, la medida restrictiva de la doble indemnización, que suena bien políticamente, no es genuina en el largo plazo porque una compañía que no puede pagar sus compromisos, no puede tomar una medida de restricción mínima respecto de lo que está viviendo en materia económica. El remedio puede ser, entonces, peor que la enfermedad.
• En ese contexto la reestructuración de la deuda tiene dos escenarios: la «maquinita» de emisión de billetes, pero con una circulación trabada en materia macroeconómica, lo cual cambiará notablemente cuando termine la cuarentena.

Fuente:https://www.lanacion.com.ar/economia/coronavirus-cuanto-va-tardar-argentina-recuperarse-nid2356747