Joker, en español bromista, o bufón se refiere a un término en inglés, que puede hacer referencia a: el comodín, un naipe de la baraja inglesa.
Seguramente, es la figura de la baraja de poker que más veces y de más formas diferentes se haya representado desde su creación, por cada fabricante de cartas de todo el mundo y según los propios modelos o evolución. Sin pasar por alto a dibujantes de cómics de gran prestigio, hasta grandes directores de cine o tv, con su gran repercusión. La influencia de estos últimos medios, lleva a la deriva al personaje primario.
¿Pero donde nació? La carta del Joker, fue creada por el jugador de cartas americano Euchare, aprovechando una modificación del reglamento de poker.
El creyó que la introducción de esta baraja, daría un empuje adicional al juego, por lo que, en el año 1863, se introdujo en las barajas americanas. En sus orígenes fue llamado “The Best Bower” para pasar posteriormente a ser denominado como “The Jolly Joker”. Ya en la actualidad, el famoso Joker es llamado “El Mono” y “El Guasón” según de que país se trate. Su apariencia es variada, aunque la forma más habitual de representación, viene siendo la de bufón, arlequín o juglar. Figura aparentemente cómica y bastante teatral, a la vez que enigmática.
Una figura que cobra vida, en el cine o la tele. Con representaciones tan particulares que me pregunte por qué partiendo de una figura cómica lo tomaron para el suspenso, maldad y drama psicológico. Y me plantee, el porque es un sentimiento de miedo el que inspira en Estados Unidos
Aunque ya sabemos la ficción es ficción, también es cierto que puede tener consecuencias más allá del mero entretenimiento. La nueva película, cuando estaba por estrenarse tuvo en alerta a los sobrevivientes de masacres y a familiares de víctimas de imitadores del personaje, y aunque los fanáticos de los cómics y los cinéfilos promedios tengan poca preocupación por la peli, hay razones por las cuales no resulta ilógica ni exagerada la actitud de muchos estadounidenses hacia la misma.
A lo largo de su historia de ficción fue adquiriendo más complejidad y sus rasgos esenciales se fueron definiendo con ciertas obras, pero se podría describir a grosso modo como un criminal psicópata disfrazado de payaso que disfruta de provocar caos y torturar física y psicológicamente a sus víctimas con planes complejos derivados de su gran inteligencia. En la nueva versión cinematográfica se le dio un origen que lo emparenta con la subcultura incel (célibes involuntarios) que se caracteriza por tener un gran resentimiento contra la sociedad al no poder entablar relaciones con el sexo opuesto, está compuesta por hombres heterosexuales que, en ocasiones, llegan a cometer actos criminales contra civiles inocentes. El término incel se comenzó a popularizar a través de internet, donde ellos hacen grupos y foros y desahogan su odio hacia los Chads y las Stacys, nombres que dan a los hombres y mujeres que son muy atractivos para el sexo opuesto.
Pero ¿por qué culpar a Joker si alguien decide cometer un atentado similar? Copycat es el término con el que se conoce al fenómeno en Estados Unidos, de imitación de un modelo visto en los medios, ya sea un hecho real o ficticio. El término se acuñó en 1916 cuando un asesino comenzó a imitar los crímenes de Jack el Destripador.
Con el estreno de Joker aun a la vuelta de la esquina, familiares de las víctimas de múltiples imitadores, han expresado su temor porque se vuelva a repetir un atentado de esa magnitud.
¿Deberían los estudios de cine y los cineastas tomar en cuenta las posibles consecuencias de la ficción antes de crear obras de este tipo? No lo se. Lo que ya nadie en su sano juicio puede negar es que la imagen del Joker tiene el potencial de inspirar a personas con tendencias sociópatas a sus peores extremos, y la preocupación en Estados Unidos por la película no es solo exageración.
Pero para quedarnos tranquilos la Warner Bros prometió a los preocupados, que apoyara el control de armas y no va a dar su respaldo a candidatos que estén en contra de la misma.
Gentileza: Beatriz Genchi – beagenchi@hotmail.com
Museóloga-Gestora Cultural-Artista Plástica.
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