Nuestra Fiesta máxima va tomando forma y el responsable de la edición 2020 es el reconocido hacedor mendocino, Golondrina Ruiz que ya es sinónimo de tradición.
Su versión de esta celebración llevará por nombre Sinfonía azul para el vino nuevo y es la segunda Fiesta Nacional que dirige, ya estuvo a la cabeza de la Vendimia en el año 2005. Esta mágica historia, que tiene a la música como eje principal, se podrá disfrutar en el Teatro Griego Frank Romero Day, los días 7, 8 y 9 de marzo, con más de 1.000 artistas mendocinos en escena.
En octubre del año pasado, Sinfonía azul para el vino nuevo fue seleccionada para ser la puesta de este año. Tras recibir el anuncio, Ruiz comentó: “Ustedes saben lo que este evento significa para mí. Es la oportunidad de contarnos como mendocinos. Tengo un profundo amor por esta tierra que me dio la vida, la nacencia y lo que he aprendido a lo largo de toda mi vida es a valorar todo aquello que conforma la cultura que habito. La Fiesta de la Vendimia es la máxima expresión de un pueblo. Sinfonía azul para el vino nuevo es la historia de nosotros mismos, desde una mirada distinta, en la que la música toma un lugar preponderante, eso es lo que quisimos con todo el equipo plasmar en este proyecto”.
Los meses pasaron y el trabajo es cada vez más intenso para llegar al estreno del sueño del director hecho realidad. Una de las propuestas para esta fiesta será la de ubicar a la mujer como eje central, ya que responde, en gran parte, a la lucha de miles de ellas en el país y en la provincia, en los últimos años.
Además de la suma de una orquesta sinfónica, que tendrá 50 músicos con todos los instrumentos que se requieren para deleitar al público. La fiesta, si bien tendrá elementos tradicionales, habrá un paso de comedia, en donde el protagonista, un director de orquesta y su historia serán el hilo conductor.
Golondrina adelantó que “el personaje quiere encontrar la nota azul, un estado supremo de éxtasis que la música produce en cierto momento de su ejecución, creando una indescriptible sensación de bienestar y nostalgia. Pero, en realidad, no existe una nota azul, no es una tecla del piano, ni la cuerda de un instrumento, ni las cuerdas vocales, sino un punto que, por tempo, o por la vulneración a las reglas de la armonía, hace escuchar algo nunca oído: lo inaudito. Ese algo, ciertamente sublime. La nota azul, es el color con que nosotros pintamos a la esperanza”.
Al protagonista se le manifiesta en un sueño la memoria absoluta encarnada en 7 mujeres. Cada una de ellas le mostrará y le hará entender que la música que busca no sólo la encontrará en los fríos pentagramas de sus partituras, sino que deberá indagar en los sutiles colores implícitos en el paisaje al que pretende cantar.
El equipo está compuesto por profesionales de diferentes áreas. Cientos de personas trabajan, de manera coordinada, para que el Frank Romero Day vuelva a brillar. Cada gota de pintura, cada centímetro de hilo, cada movimiento de bailarines y actores, nos acerca un poco más a la Vendimia 2020. Todos los ojos están puestos en un fenómeno único a nivel mundial y Mendoza está a la altura de las circunstancias. Ingenieros, diseñadores, operarios, técnicos, productores y artistas van en busca de la nota azul.
“Tengo el anhelo de que, a través de este relato artístico, los espectadores ahonden en los íconos fundamentales de nuestra historia, siendo que estos son los que nos otorgan un singular color identitario y fortalecen el sentido de pertenencia a este territorio y sus circunstancias”, finalizó el director.
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