San Rafael, Mendoza viernes 26 de abril de 2024

B95, el pájaro que voló a la luna – Por: Beatriz Genchi

Al nombrar al asteroide donde vivía B612, el Principito se aseguró que su historia sobreviviera al desamor, al olvido de los hombres. Patricia González, la científica de San Antonio Oeste en Río Negro, al llamar B95 al playero rojizo de su historia, logró lo mismo.

B95 es un ave que fue anillada por primera vez por la bióloga en 1995 en Río Grande. Con el transcurrir de las décadas, sorprendentemente investigadora y ave se volverían a encontrar en varias ocasiones, dejando al descubierto la historia de un pájaro extraordinario que lleva volados más 600.000 kms, una travesía que bien podría haberlo llevado y traído de vuelta de la luna.

De las últimas aves migrantes de larga distancia. Un ave que superó la expectativa de vida de su propia especie. B95 (nacido c.1993), apodado Moonbird , es un nudo rojo o playero rojizo, famoso por su longevidad conocido como el miembro más antiguo conocido de su especie.

El ave, es un macho de la subespecie Calidris canutus rufa del nudo rojo (una especie de ave playera de la familia de las lavanderas ).  Ha sido vista muchas veces desde entonces. También se ha recapturado al menos tres veces, la última vez en 2007 con unos 12 años ya, se descubrió que estaba «tan en forma como un niño de tres años».  No se sabe cuánto tiempo viven normalmente los nudos rojos

En su migración desde Tierra del Fuego, B95 se detiene en la Bahía de Delaware en el Hemisferio Norte en primavera para alimentarse de huevos de cangrejo herradura , antes de proceder a los criaderos en una isla en el norte de la Bahía de Hudson.  La población de nudos rojos ha disminuido desde la década de 1990 debido a la cosecha de los cangrejos de herradura de Delaware Bay como cebo; por lo tanto, se han establecido restricciones a la cosecha.  Vuelve a Tierra del Fuego en noviembre para el Hemisferio Sur también en primavera, los playeros nudos se alimentan de mejillones en las restinga y planicies de marea por allí.

B95 se ha vuelto simbólico en los esfuerzos por conservar las aves playeras. Fue avistado por última vez en 2015 por los investigadores Guy Morrison y Luis Benegas en Río Grande. Las posibilidades de que actualmente esté vivo son pocas, y de que, en caso de estarlo, se lo pueda divisar, infinitas menos. No sólo porque las bandadas de aves vuelan en grupo de a miles, -lo que dificulta la identificación de seres particulares dentro de cada población-; sino porque la última vez que fue divisado, su anillado identificador sobrevivía en condiciones muy precarias debido al desgaste natural del paso del tiempo.

Sin embargo, Patricia, lo sigue viendo. “Lo cierto es que vive entre nosotros. Todo el tiempo pasa algo con B95, todo el tiempo está inspirando a alguien.» Cuenta la bióloga.

Con el tiempo B95 se transformó en arte, en literatura, en obras de teatro, en su propia biografía “Moonbird” de Phillip Hoose y hasta fue nombrado embajador natural de Río Grande.

«Hace poco, en el marco de un Festival Internacional, instalaron una escultura de él en una playa de Australia; en Río Grande se está realizando un concurso para la construcción de un monumento en su honor. En Holanda conocí a la artista visual norteamericana Alexandra Munster quien me regaló una pieza creada por ella inspirada en B95. Hace mucho tiempo atrás un grupo de teatro de Méjico hizo una obra inspirada en B95 y 2 días antes del estreno, en la calle de este pueblo, se encontraron con una camioneta con una foto en el parabrisas trasero de B95, y la chapa patente era de Argentina. ¿Cómo explicas todo eso? Hay muchas sincronicidades. Estas cuestiones que no tienen explicación. B95 está lleno de estas cosas. (…) Entonces ¿Cómo pasa todo eso? ¿Cómo yo lo veo? ¿Cómo lo presencio? Como que B95 está ahí para seguir dando mensajes.”

Las explicaciones para esta rara avis, son muchas; en su mayoría cifradas en rigurosos términos científicos. A mí me gusta encontrarle otra razón. La que, precisamente, se aleja de la razón: B95 ha superado los estándares de su propia especie por amor. Él simplemente quiere volver a quien lo hizo eterno.

Gentileza: Beatriz Genchi – beagenchi@hotmail.com

Museóloga-Gestora Cultural-Artista Plástica.

 

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail

Sé el primero en comentar en «B95, el pájaro que voló a la luna – Por: Beatriz Genchi»

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*