San Rafael, Mendoza jueves 25 de abril de 2024

“El David” se adelantó a la ciencia médica – Por:.Beatriz Genchi

Miguel Ángel, el célebre artista del renacimiento plasmo en su David una característica anatómica en el cuello, un siglo antes de ser descubierta por la ciencia médica.

En la gran mayoría de las esculturas, y en la fisiología cotidiana de las personas, la vena yugular que se extiende desde la parte superior del torso hasta el cuello, no es visible.

Pero en la obra maestra del renacimiento la vena está claramente “distendida” y se hace visible por encima de la clavícula, como ocurriría en cualquier joven sano que esté, entusiasmado por enfrentarse a un oponente potencialmente letal, en este caso, Goliat.

La distención de la vena yugular también puede ocurrir con enfermedades, como “presiones intracardiacas elevadas y posible disfunción cardiaca”, señala Daniel Gelfman, profesor en el Mariam College of Osteopathic Medicine en Indianapolis, autor de la novedosa investigación del David de Miguel Angel.

Pero David es joven y está en perfecto estado físico. Solo en otro contexto, un estado de excitación temporal, la yugular se vería de esta manera. La preparación de David para la batalla con el gigante, por supuesto encajaría.

Miguel Ángel como muchos de sus contemporáneos artísticos tenían una importante formación en anatomía. Por lo que debió haber notado una distención venosa en personas jóvenes que están emocionadas. Lo que es impresionante es que esta observación llego al Gran Artista más de un siglo antes de ser descubierto y publicado por la ciencia médica, según Gelfman. «En el momento en que se creó el David, en 1504, William Harvey aún no había descrito la verdadera mecánica del sistema circulatorio. Esto no ocurrió hasta 1628 «, señaló.

Pero los poderes de observación de Miguel Ángel eran lo suficientemente agudos como para haber detectado cambios en el comportamiento de la vena por su cuenta. De hecho, este detalle anatómico aparece nuevamente en su escultura de Moisés en la tumba del papa Julio II en Roma. En esa obra de arte, la mayoría de los espectadores también «estarían de acuerdo en que se cree que Moisés sentado está en un estado excitado», escribió Gelfman.

En contraste la vena yugular del Jesús recientemente fallecido que yace en el regazo de su madre en la Piedad de Miguel Ángel no está distendida ni visible, nuevamente, anatómicamente correcta en ese contexto.

En escultura uno solo puede mostrar una vista a la vez. Y en el caso del emocionado y asustado David o agitado Moisés, Miguel Ángel debe haber querido expresar esta observación (circulatoria) en su trabajo.

“Estoy sorprendido de su capacidad para reconocer este hallazgo y expresarlo en su obra de arte en un momento en que había información tan limitada en fisiología cardiovascular” escribió Gelfman. «Curiosamente, incluso hoy, este fenómeno no se discute en los típicos libros de texto de cardiología». Que se sepa, la observación casual de Gelfman durante su visita a Florencia para estudiar el David, es la primera vez que la descripción de la yugular distendida de Miguel Ángel, se ha observado en la literatura médica, a pesar de que ha estado «escondida a la vista durante más de 500 años.”

Gentileza: Beatriz Genchi – beagenchi@hotmail.com
Museóloga-Gestora Cultural-Artista Plástica.

 

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