El Banco Central avanzó ayer con una maniobra arriesgada y redujo el piso de las Letras de Liquidez (Leliq) en dos puntos porcentuales adicionales, dejando el límite inferior en 48%, extendiendo así los efectos de la política monetaria expansiva. El organismo decidió ignorar los riesgos vigentes y apostar por la recuperación de la actividad, que lleva dos años de bajas consecutivas, pero si falla, podría tener diversos efectos adversos sobre las variables de la economía. En la era Fernández ya acumula una baja de 15 p.p.
El organismo que lidera Miguel Ángel Pesce destacó que “la decisión fue adoptada considerando las condiciones recesivas en las que se ha venido desempeñando la economía, y con vistas a definir un sendero de tasas de interés compatible con la recuperación económica”. “Las recientes modificaciones a las subastas de Leliq, que implicaron una extensión del plazo de los pasivos remunerados del Banco Central redundan en una baja de la tasa de interés de referencia en términos efectivos, mejorando también las expectativas con respecto al desempeño de la tasa de política monetaria y favoreciendo un control más eficiente de las condiciones de liquidez”.
El BCRA consideró que el rendimiento de referencia de la economía se encuentra “en valores adecuados, tomando como referencia la desaceleración inflacionaria que comienza a evidenciarse”. Y adelantó que el directorio del organismo apunta a un manejo de tasas “que permita gravitar hacia el equilibrio del mercado monetario que potencia el ahorro y el financiamiento en pesos”. Pero plantea ciertas dudas, dado que, al indicar los lineamientos de política monetaria, el BCRA anticipó que buscaría evitar que las tasas se ubiquen en terreno negativo, algo que hoy, ex ante, es difícil de comprobar.
La decisión de la autoridad monetaria sorprende, en un contexto en el cual prevalece la incertidumbre en torno de la reestructuración de la deuda soberana y de una persistente presión sobre la brecha cambiaria. Además, la inflación todavía no ha comenzado a dar señales de que ha comenzado a descender, a pesar de lo manifestado por la entidad.
A todo esto se le suma que el Palacio de Hacienda deberá hacer frente en los próximos meses a elevados vencimientos en pesos, que buscará refinanciar con las Letras del Tesoro con tasa Badlar (Lebad), como viene realizando desde la asunción de Fernández. Un menor rendimiento por parte de estos instrumentos podría atentar contra la estrategia oficial.
Si bien el dólar oficial se mantendrá estable en el corto plazo, los agentes podrían apostar por una mayor dolarización en los mercados alternativos, lo que terminaría desembocando en una ampliación de la brecha. Este fenómeno podría llegar a ser problemático, dando una señal negativa para lo que es el comercio exterior, debido a que genera un sesgo antiexportador y fomenta las importaciones.
Este sector es fundamental para lo que es el repago de la deuda, ya que el propio ministro de Economía, Martín Guzmán, ha manifestado en diversas oportunidades la importancia de generar dólares genuinos para poder hacer frente a los compromisos.
También tiene su correlato sobre los precios de la economía, dado que, si los agentes comienzan a formar expectativas en base a los tipos de cambio alternativos, se puede generar un aumento de la inflación esperada, lo que terminaría golpeando a la presente.
Y esto podría complicar a la dinámica, en un contexto donde las tarifas y el dólar siguen planchados, pero que no podrán seguir atrasándose durante mucho tiempo más, sin generar efectos adversos sobre la actividad económica, si bien en primera instancia pueden lograr un impacto positivo sobre el consumo.
Fuente:https://www.ambito.com/economia/tasas/bcra-redujo-piso-tasa-48-ya-lo-15-pp-la-era-pesce-n5080085
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