Apenas asuma, en el arranque de la semana que viene, Rodolfo Suárez comenzará a ejecutar la primera parte del plan que ha venido esbozando con quienes serán sus ministros ya designados, a los que reunió en un encuentro de gabinete informal en su despacho de la muni de Capital el viernes, y todo aquello que ya conversó y acordó, hasta ahora, con los líderes del peronismo, Anabel Fernández Sagasti y Omar Félix, este último, representando al sector de los intendentes.

¿Y de qué se trata esa primera parte del plan? Hay aspectos vinculados específicamente con lo financiero y el armado del presupuesto, quizás lo más urgente, para darle una dirección más o menos cierta al primer año de gestión; el paquete de obras que tienen financiamiento del BID y que quedaron en ascuas luego de las elecciones, por esa decisión política que tomó el peronismo de no darle su apoyo como tributo de despedida hacia el gobernador saliente, Alfredo Cornejo, y la confección del proyecto de reforma de la 7.722, la Ley Antiminera, que Suarez buscará modificar para usar la actividad como un aporte más a la lucha contra la pobreza y el desempleo. Esto último, esencialmente el combate contra la pobreza y el desempleo, constituirán el ABC de lo que se ha propuesto Suarez hacer con el gobierno que ya tendrá en sus manos desde el lunes 9. En eso estará enfocado en el estreno del poder, según les ha dejado en claro a quienes aceptaron ser sus funcionarios en lo que viene.

En el peronismo están dispuestos a darle continuidad al nuevo estilo de comunicación, basado en el diálogo y las buenas formas, que amaneció en la relación oficialismo y oposición con Suarez y Fernández Sagasti. Los tres –el gobernador, la senadora nacional y el hermano de Emir, el intendente de San Rafael­– se reunieron cara a cara una sola vez. Los otros contactos han sido telefónicos. Pero, según las fuentes de uno y otro lado, los avances han sido importantes. “Estamos charlando permanentemente, tenemos una buena relación, bien aceitada”, deslizó Suarez el viernes, cuando, en un contacto breve, se le consultó sobre las conversaciones con el peronismo.

En el PJ, por su lado, durante el fin de semana se hizo un análisis de todo lo que se viene acordando con el nuevo gobierno. También, desde ya, de todo lo que aparece en el plano nacional para el peronismo, con la llegada al poder de la mano de los Fernández. Luces y sombras, se podrá decir, entre un escenario y otro para el movimiento; empuje y vehemencia en la Nación frente a un estado de espera y de lenta recuperación a futuro en la Provincia.

“Ayer (por el sábado) tuvimos reunión de nuestra mesa. Queremos sinceramiento sobre la situación económico-financiera de la Provincia y que se refleje en el presupuesto. Sobre la 7.722, esperamos que manden el proyecto a la Legislatura y en ese momento daremos nuestras apreciaciones y haremos aportes. Sobre la reforma constitucional, nunca se ha hablado con el gobernador electo ni con nadie de su equipo”, dijo Guillermo Carmona, el presidente del partido, cuando fue consultado sobre ese encuentro que el peronismo oficial difundió, sólo al nivel de imágenes y fotografías, en su cuenta de Twitter.

Carmona también buscó aclarar las interpretaciones que han venido publicándose sobre los contactos con Suarez, las que apuntan a describir que el peronismo está dispuesto a acompañar al nuevo gobierno en lo que necesite, en una actitud totalmente diferente de la que asumió con Cornejo. “Tenemos una actitud de diálogo, no de complacencia. Valoramos el cambio de actitud pero no hay un cheque en blanco. Aspiramos a ser gobierno en el 2023”, sostuvo el dirigente.

Esos dichos han sido la primera manifestación oficial y formal luego del contacto inicial entre Suarez y Fernández Sagasti, el que se protagonizó en la residencia de la Gobernación en la calle Francia, de Godoy Cruz.

Han sido también un intento por frenar un deseo oculto de parte de alguna dirigencia del PJ que pretende que Suarez avance en la reforma de la Constitución, incluyendo un apoyo a su propia reelección, para bloquear un posible regreso de Cornejo en el 2023.

En esa reunión de la mesa chica del PJ participaron Fernández Sagasti, Carmona –como presidente del partido–, los intendentes electos y en funciones, las autoridades de las cámaras y los legisladores nacionales. Allí, en ese ámbito y, como está dicho más arriba, la 7.722 fue motivo de discusión y análisis. El PJ espera que el nuevo oficialismo envíe a la Legislatura el proyecto con las modificaciones. Y ese escrito será impulsado apenas Suarez tome contacto con su despacho en la Casa de Gobierno. Así fue pedido por el peronismo y el gobernador lo complacerá, según parece.

Fuente:https://www.elsol.com.ar/suarez-y-el-pj-con-todo-listo-y-acordado-para-el-arranque-del-nuevo-gobierno