Las noticias sobre nuevos aumentos son prácticamente diarias. Luz, transporte, agua, nafta, obras sociales, prepagas. Algunas son medidas del alcance nacional y otras están ligadas a la gestión del Gobierno provincial. Como sea, parece que la lectura de la realidad es nula y se juega de manera peligrosa con un termómetro social que muestra alta temperatura.
La dirigencia política parece no reaccionar frente a las situaciones que se viven cotidianamente. No hay empatía y no aparecen medidas que logren poner un paliativo al castigo inflacionario.
Hasta el momento, la respuesta se traduce en una resignación colectiva por parte de quienes, casi sin expectativas, cumplen con sus obligaciones aunque ya no tienen cómo. El nivel de endeudamiento crece a pesar de las tasas irrisorias que se pagan a sectores que están recibiendo índices fastuosos de rentabilidad. Y no hay soluciones a la vista. Entonces, surge una pregunta lógica: ¿cuál será el límite de la paciencia?
Fuente:https://www.elsol.com.ar/la-inflacion-que-golpea-y-no-para
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